sábado, 30 de abril de 2011

Homenaje al maestro, algunos de sus textos en fragmentos

Ernesto Sábato nació en Rojas, provincia de Buenos Aires, en 1911. Hizo su doctorado en física y cursos de filosofía en la Universidad de La Plata. Trabajó luego en el Laboratorio Curie, en París, y abandonó definitivamente la ciencia en 1945 para dedicarse exclusivamente a la literatura. Ha escrito varios libros de ensayos sobre el hombre en la crisis de nuestro tiempo y sobre el sentido de la actividad literaria -El escritor y sus fantasmas (1963), Apologías y rechazos (1979)-, y tres novelas: El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961), y Abbadón el exterminador (1974).
Dice Sábato: "Puede parecer un acto de horrible esnobismo que tres crisis fundamentales de mi vida se sucedieran en París, pero efectivamente así fue. La primera se produjo en el invierno de 1935, cuando yo era un muchacho de 24 años. Desee 1930 milité en la Juventud Comunista, cuando la dictadura del general Uriburu. Abandoné estudios, familia y mis comodidades burguesas. Viví con nombre supuesto en La Plata, en cuyos suburbios estaban los dos frigoríficos más grandes del país, donde se explotaba despiadadamente a toda clase de inmigrantes, que vivían amontonados en tugurios de zinc, rodeados de pantanos de aguas podridas. Repartíamos manifiestos, participábamos de la organización de huelgas. Hacia 1933 fue ya secretario de la Juventud Comunista, cuando habían empezado mis dudas sobre el estalinismo, y entonces resolvieron mandarme a las Escuelas Leninistas de Moscú, a purificarme. Si hubiese ido, no habría vuelto jamás vivo. Tenía que pasar previamente por Bruselas, por un congreso contra el fascismo y allí supe con horrendos detalles de los "procesos" de Moscú. Me escapé a París, viví un invierno muy duro en la piecita de un compañero disidente, mientras el partido me buscaba. Logré volver a la Plata, donde proseguí mi carrera en física-metemática. Cuando terminé mi dieron una bourse para trabajar en el laboratorio Curie, donde trabajé durante casi un año y, allí en París, asistí a la ruptura del átomo de uranio, que se disputaban tres laboratorios: ganó la "carrera" un alemán. Pensé que era el comienzo del Apocalipsis. Viví en una confusión horrible, mientras escribía mi primera novela y cometí la infamia de dejar que Matilde se volviera a la Argentina con nuestro primer hijo, de pocos meses, mientras yo tenía una amante rusa. La tercera crisis fue consecuencia de todo esto, y de mi vínculo con los surrealistas: Domínguez, Matta, Wifredo Lam y otros. En otro día de invierno fuimos con Domínguez, a la tarde, al Marché aux Puces y volvimos después en el Metro hasta Montparnasse, donde tenía su estudio Domínguez. En la calle, ya era de noche, en un especie de nevisca, Domínguez se detuvo y me dijo:"¿Qué te parece si esta noche nos suicidamos juntos ?" No era una broma, era muy propenso, como lo probó años después. Yo me negué, aunque también me atraía el suicidio: me salvó mi instinto, y aquí estoy, junto a la Matilde de todos los tiempos, una de esas "mujeres fuertes de la Biblia", que está muriendo, en medio del dolor más profundo de mi vida, en el final de una existencia muy compleja." (Ernesto Sábato, 24 de enero de 1995)
III. Informe sobre ciegos (parte I)
¿Cuándo empezó esto que ahora va a terminar con mi asesinato? Esta feroz lucidez que ahora tengo es como un faro y puedo aprovechar un intesísismo haz hacia vastas regiones de mi memoria: veo caras, ratas en un granero, calles de Buenos Aires o Argel, prostitutas y marineros; muevo el haz y veo cosas más lejanas: una fuente en la estancia, una bochornosa siesta, pájaros y ojos que pincho con un clavo. Tal vez ahí, pero quién sabe: puede ser mucho más atrás, en épocas que ahora no recuerdo, en períodos remotísimos de mi primera infancia. No sé. ¿Qué importa, además?
Recuerdo perfectamente, en cambio, los comienzos de mi investigación sistemática (la otra, la incosciente, acaso la más profunda, ¿cómo puedo saberlo?). Fue un día de verano del año 1947, al pasar frente a la Plaza de Mayo, por la calle San Martín, en la vereda de la Municipalidad. Yo venía bastante abstraído, cuando de pronto oí una campanilla, una campanilla como de alguien que quisiera despertarme de un sueño milenario. Yo caminaba, mientras oía la campanilla que intentaba penetrar en los estratos más profundos de mi conciencia: la oía pero no la escuchaba. Hasta que de pronto aquel sonido tenue pero penetrante y obsesivo pareció tocar alguna zona sensible de mi yo, alguno de esos lugares en que la piel del yo es finísima y de sensibilidad anormal: y desperté sobresaltado, como ante un peligro repentino y perverso, como si en la oscuridad hubiese tocado con mis manos la piel helada de un reptil. Delante de mí, enigmática y dura, observándome con toda su cara, vi a la ciega que vende allí baratijas. Había cesado de tocar su campanilla; como si sólo la hubiese movido para mí, para despertarme de mi insensato sueño, para advertir que mi existencia anterior había terminado como una estúpida etapa preparatoria, y que ahora debía enfrentarme con la realidad. Inmóvil, con su rostro abstracto dirigido hacia mí, y yo paralizado como por una aparición infernal pero frígida, quedamos así durante esos instantes que no forman parte del tiempo si no que dan acceso a la eternidad. Y luego, cuando mi conciencia volvió a entrar en el torrente del tiempo, salí huyendo.
De ese modo empezó la etapa final de mi existencia.
Comprendí a partir de aquel día que no era posible dejar transcurrir un solo instante más y que debía iniciar ya mismo la exploración de aquel universo tenebroso.
Pasaron varios meses, hasta que en un día de aquel otoño se produjo el segundo encuentro decisivo. Yo estaba en plena investigación, pero mi trabajo estaba retrasado por una inexplicable abulia, que ahora pienso era seguramente una forma falaz del pavor a lo desconocido.
Vigilaba y estudiaba los ciegos, sin embargo.
Me había preocupado siempre y en varias ocasiones tuve discusiones sobre su origen, jerarquía, manera de vivir y condición zoológica. Apenas comenzaba por aquel entonces a esbozar mi hipótesis de la piel fría y ya había sido insultado por carta y de viva voz por miembros de las sociedades vinculadas con el mundo de los ciegos. Y con esa eficacia, rapidez y misteriosa información que siempre tienen las logias y sectas secretas; esas logias y sectas que están invisiblemente difundidas entre los hombres y que, sin que uno lo sepa y ni siquiera llegue a sospecharlo, nos vigilan permanentemente, nos persiguen, deciden nuestro destino, nuestro fracaso y hasta nuestra muerte. Cosa que en grado sumo pasa con la secta de los ciegos, que, para mayor desgracia de los inadvertidos, tienen a su servicio hombres y mujeres normales: en parte engañados por la Organización; en parte, como consecuencia de una propaganda sensiblera y demagógica; y, en fin, en buena medida, por temor a los castigos físicos y metafísicos que se murmura reciben los que se atreven a indagar en sus secretos. Castigos que, dicho sea de paso, tuve por aquel entonces la impresión de haber recibido ya parcialmente y la convicción de que los seguiría recibiendo, en forma cada vez más espantosa y sutil; lo que, sin duda a causa de mi orgullo, no tuvo otro resultado que acentuar mi indignación y mi propósito de llevar mis investigaciones hasta las últimas consecuencias.
Si fuera un poco más necio podría acaso jactarme de haber confirmado con esas investigaiones la hipótesis que desde muchacho imaginé sobre el mundo de los ciegos, ya que fueron las pesadillas y alucinaciones de mi infancia las que me trajeron la primera revelación. Luego, a medida que fui creciendo, fue acentuándose mi prevención contra esos usurpadores, especie de chantajistas morales que, cosa natural, abundan en los subterráneos, por esa condición que los emparenta con los animales de sangre fría y piel resbaladiza que habitan en cuevas, cavernas, sótanos, viejos pasadizos, caños de desagües, alcantarillas, pozos ciegos, grietas profundas, minas abandonadas con silenciosas filtraciones de agua; y algunos, los más poderosos, en enormes cuevas subterráneas, a veces a centerares de metros de profundidad, como se puede deducir de informes equívocos y reticentes de espeleólogos y buscadores de tesoros; lo suficiente claros, sin embargo, para quienes conocen las amenazas que pesan sobre los que intentan violar el gran secreto.
Antes, cuando era más joven y menos desconfiado, aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralearse más y más, y en los que empieza a sospecharse la verdad.
Muchos años tuvieron que transcurrir para que pudiera sobrepasar las defensas exteriores. Y así, paulatinamente, con una fuerza tan grande y paradojal como la que en las pesadillas nos hacen marchar hacia el horror, fui penetrando en las regiones prohibidas donde empieza a reinar la oscuridad metafísica, vislumbrando aquí y allá, al comienzo indistintamente, como fugitivos y equívocos fantasmas, luego con mayor y aterradora precisión, todo un mundo de seres abominables.
Ya contaré cómo alcancé ese pavoroso privilegio y cómo después de años de búsqueda y de amenazas pude entrar en el recinto donde se agita una multitud de seres, de los cuales los ciegos comunes son apenas su manifestación menos impresionante

I. El dragón y la princesa (parte IX)
--Aquí es --dijo.
Se sentía el intenso perfume a jazmín del país. La verja era muy vieja y estaba a medias cubierta con una glicina. La puerta, herrumbrada, se movía dificultosamente, con chirridos.
En medio de la oscuridad, brillaban los charcos de la reciente lluvia. Se veía una habitación iluminada, pero el silencio correspondía más bien a una casa sin habitaciones. Bordearon un jardín abandonado, cubierto de yuyos, por una veredita que había al costado de un galería lateral, sostenida por las columnas de hierro. La casa era viejísima, sus ventanas daban a la galería y aún conservaban sus rejas coloniales; las grandes baldosas eran seguramente de aquel tiempo, pues se sentían hundidas, gastadas y rotas.
Se oyó un clarinete: una frase sin estructura musical, lánguida, desarticulada y obsesiva.
-- ¿Y eso? --preguntó Martin.
-- El tío Bebe --explicó Alejandra--, el loco.
Atravesaron un estrecho pasillo entre árboles muy viejos (Martín sentía ahora un intenso perfume de magnolia) y siguieron por un sendero de ladrillos que terminaba en una escalera de caracol.
-- Ahora, ojo. Seguime despacito.
Martín tropezó con algo: un tacho o un cajón.
-- ¡No te dije que andés con ojo! Esperá.
Se detuvo y encendió un fósforo, que protegió con una mano y que acercó a Martín.
-- Pero Alejandra, ¿no hay lámpara por ahí? Digo... algo... en el patio...
Oyó la risa seca y maligna.
-- ¡Lámparas! Vení, colocá tus manos en mis caderas y seguime.
-- Esto es muy bueno para ciegos.
Sintió que Alejandra se detenía como paralizada por una descarga eléctrica.
-- ¿Qué te pasa, Alejandra? --preguntó Martín, alarmado.
-- Nada --respondió con sequedad--, pero haceme el favor de no hablarme nunca de ciegos.
Martín volvió a poner sus manos sobre las caderas y la siguió en medio de la oscuridad. Mientras subían lentamente, con muchas precauciones, la escalera metálica, rota en muchas partes y vacilante en otras por la herrumbre, sentía bajo sus manos, por primera vez, el cuerpo de Alejandra, tan cercano y a la vez remoto y misterioso. Algo, un estremecimiento, una vacilación, expresaron aquella sensación sutil, y entonces ella preguntó qué pasaba y él respodió, con tristeza, "nada". Y cuando llegaron a lo alto, mientras Alejandra intentaba abrir una dificultosa cerradura, dijo "esto es el antiguo Mirador".
-- ¿Mirador?
-- Sí, por aquí no había más que quintas a comienzos del siglo pasado. Aquí venían a pasar los fines de semana los Olmos, los Acevedo...
Se rió.
-- En la época en que los Olmos no eran unos muertos de hambre... y unos locos...
-- ¿Los Acevedo? --preguntó Martín--. ¿Qué Acevedos? ¿El que fue vicepresidente?
-- Sí, esos.
Por fin, con grandes esfuerzos, logró abrir la vieja puerta. Levantó su mano y encendió la luz.
-- Bueno --dijo Martín--, por lo menos acá hay una lámpara. Creí que en esta casa sólo se alumbraban con velas.
-- Oh, no te vayas a creer. Abuelo Pancho no usa más que quinqués. Dice que la electricidad es mala para la vista.
Martín recorrió con su mirada la pieza como si recorriera parte del alma desconocida de Alejandra. El techo no tenía cielo raso y se veían los grandes tirantes de madera. Había una cama turca recubierta con un poncho y un conjunto de muebles que parecían sacados de un remate: de diferentes épocas y estilos, pero todos rotosos y a punto de derrumbarse.
-- Vení, mejor sentate sobre la cama. Acá las sillas son peligrosas.
Sobre una pared había un espejo, casi opaco, del tiempo veneciano, con una pintura en la parte superior. Había también restos de una cómoda y un bargueño. Había también un grabado o litografía mantenido con cuatro chinches en sus puntas.
Alejandra prendió un calentador de alcohol y se puso a hacer café. Mientras se calentaba el agua puso un disco.
-- Escuchá --dijo, abstrayéndose y mirando al techo, mientras chupaba su cigarrillo.
Se oyó una música patética y tumultuosa.
Luego, bruscamente, quitó el disco.
-- Bah --dijo--, ahora no la puedo oír.
Siguió preparando el café.
-- Cuando lo estrenaron, Brahms mismo tocaba el piano. ¿Sabés lo que pasó?
-- No.
-- Lo silbaron. ¿Te das cuenta lo que es la humanidad?
-- Bueno, quizá...
-- ¡Cómo quizá! --gritó Alejandra--, ¿acaso creés que la humanidad no es una pura chanchada?
-- Pero este músico también es la humanidad...
-- Mirá, Martín --comentó mientras echaba el café en la taza-- ésos son los que sufren por el resto. Y el resto son nada más que hinchapelotas, hijos de puta o cretinos, ¿sabés?.
Trajo el café.
Se sentó en el borde de la cama y se quedó pensativa. Luego volvió a poner el disco un minuto.
-- Oí, oí lo que es esto.
Nuevamente se oyeron los compases del primer movimiento.
-- ¿Te das cuenta, Martín, la cantidad de sufrimiento que ha tenido que producirse en el mundo para que haya hecho música así?
Mientras quitaba el disco, comentó:
-- Bárbaro.
Se quedó pensativa, terminando su café. Luego puso el pocillo en el suelo.
En el silencio, de pronto, a través de la ventana abierta, se oyó el clarinete, como si un chico trazase garabatos sobre un papel.
-- ¿Dijiste que está loco?
-- ¿No te das cuenta? Ésta es una familia de locos. ¿Vos sabés quién vivió en ese altillo, durante ochenta años? La niña Escolástica. Vos sabés que antes se estilaba tener algún loco encerrado en alguna pieza del fondo. El Bebe es más bien un loco manso, una especie de opa, y de todos modos nadie puede hacer mal con el clarinete. Escolástica también era una loca mansa. ¿Sabés lo que le pasó? Vení. --Se levantó y fue hasta la litografía que estaba en la pared con cuatro chinches.-- Mirá: son los restos de la legión de Lavalle, en la quebrada de Humahuaca. En ese tordillo va el cuerpo del general. Ése es el coronel Pedernera. El de al lado es Pedro Echagüe. Y ese otro barbudo, a la derecha, es el coronel Acevedo. Bonifacio Acevedo, el tío del abuelo Pancho. A Pancho le decimos abuelo, pero en realidad es bisabuelo.
Siguió mirando.
-- Ese otro es el alférez Celedonio Olmos, el padre de abuelo Pancho, es decir mi tatarabuelo. Bonifacio se tuvo que escapar a Montevideo. Allá se casó con una uruguaya, una oriental, como dice el abuelo, una muchacha que se llamaba Encarnación Flores, y allá nació Escolástica. Mirá qué nombre. Antes de nacer, Bonifacio se unió a la legión y nunca vió a la chica, porque la campaña duró dos años y de ahí, de Humahuaca, pasaron a Bolivia, donde estuvo varios años; también en Chile estuvo un tiempo. En el 52, a comienzos del 52, después de trece años de no ver a su mujer, que vivía aquí en esta quinta, el comandante Bonifacio Acevedo, que estaba en Chile, con otros exiliados, no dió más de tristeza y se vino a Buenos Aires, disfrazado de arriero: se decía que Rosas iba a caer de un momento a otro, que Urquiza entraría a sangre y fuego en Buenos Aires. Pero él no quiso esperar y se largó. Lo denunció alguien, seguro, si no no se explica. Llegó a Buenos Aires y lo pescó la Mazorca. Lo degollaron y pasaron frente a casa, golpearon en la ventana y cuando abrieron tiraron la cabeza a la sala. Encarnación se murió de la impresión y Escolástica se volvió loca. ¡A los pocos días Urquiza entraba en Buenos Aires! Tenés que tener en cuenta que Escolástica se había criado sintiendo hablar de su padre y mirando su retrato.
De un cajón de la cómoda sacó una miniatura, en colores.
-- Cuando era teniente de coraceros, en la campaña del Brasil.
Su brillante uniforme, su juventud, su gracia, contrastaban con la figura barbuda y destrozada de la vieja litografía.
-- La Mazorca estaba enardecida por el pronunciamiento de Urquiza. ¿Sabés lo que hizo Escolástica? La madre se desmayó, pero ella se apoderó de la cabeza de su padre y corrió hasta aquí. Aquí se encerró con la cabeza del padre desde aquel año hasta su muerte, en 1932.
-- ¡En 1932!
-- Sí, en 1932. Vivió ochenta años, aquí, encerrada con su cabeza. Aquí había que traerle la comida y sacarle todos los desperdicios. Nunca salió ni quiso salir. Otra cosa: con esa astucia que tienen los locos, había escondido la cabeza de su padre, de modo que nadie nunca la pudo sacar. Claro, la habrían podido encontrar de haberse hecho una búsqueda, pero ella se ponía frenética y no había forma de engañarla. "Tengo que sacar algo de la cómoda", le decían. Pero no había nada que hacer. Y nadie nunca pudo sacar nada de la cómoda, ni del bargueño, ni de la petaca esa. Y hasta que murió en 1932, todo quedó como había estado en 1852. ¿Lo creés?
-- Parece imposible.
-- Es rigurosamente histórico. Yo también pregunté muchas veces, ¿cómo comía? ¿Cómo limpiaban la pieza? Le llevaban la comida y lograban mantener un mínimo de limpieza. Escolástica era una loca mansa e incluso hablaba normalmente sobre casi todo, excepto sobre su padre y sobre la cabeza. Durante los ochenta años que estuvo encerrada nunca, por ejemplo, habló de su padre como si hubiese muerto. Hablaba en presente, quiero decir, como si estuviese en 1852 y como si tuviera doce años y como si su padre estuviese en Chile y fuese a venir de un momento a otro. Era una vieja tranquila. Pero su vida y hasta su lenguaje se habían detenido en 1852 y como si Rosas estuviera todavía en el poder. "Cuando ese hombre caiga", decía señalando con su cabeza hacia afuera, hacia donde había tranvías eléctricos y gobernaba Yrigoyen. Parece que su realidad tenía grandes regiones huecas o quizá como encerradas también con llave, y daba rodeos astutos como los de un chico para evitar hablar de esas cosas, como si no hablando de ellas no existiesen y por lo tanto tampoco existiese la muerte de su padre. Había abolido todo lo que estaba unido al degüello de Bonifacio Acevedo.
-- ¿Y qué pasó con la cabeza?
-- En 1932 murió Escolástica y por fin pudieron revisar la cómoda y la petaca del comandante. Estaba envuelta en trapos (parece que la vieja la sacaba todas las noches y la colocaba sobre el bargueño y se pasaba las horas mirándola o quizá dormía con la cabeza allí, como un florero). Estaba momificada y achicada, claro. Y así ha permanecido.
-- ¿Cómo?
-- Y por supuesto, ¿qué querés que se hiciera con la cabeza? ¿Qué se hace con una cabeza en semejante situación?
-- Bueno, no sé. Toda esta historia es tan absurda, no sé.
-- Y sobre todo tené presente lo que es mi familia, quiero decir los Olmos, no los Acevedo.
-- ¿Qué es tu familia?
-- ¿Todavía necesitás preguntarlo? ¿No lo oís al tío Bebe tocando el clarinete? ¿No ves dónde vivimos? Decíme, ¿sabés de alguien que tenga apellido en este país y que viva en Barracas, entre conventillos y fábricas? Comprenderás que con la cabeza no podía pasar nada normal, aparte de que nada de lo que pase con una cabeza sin el cuerpo correspondiente puede ser normal.
-- ¿Y entonces?
-- Pues muy simple: la cabeza quedó en casa.
Martín se sobresaltó.
-- ¿Qué, te impresiona? ¿Qué otra cosa se podía hacer? ¿Hacer un cajoncito y un entierro chiquito para la cabeza?
Martín se rió nerviosamente, pero Alejandra permanecía seria.
-- ¿Y dónde la tienen?
-- La tiene el abuelo Pancho, abajo, en una caja de sombreros. ¿Querés verla?
-- ¡Por amor de Dios! --exclamó Martín.
-- ¿Qué tiene? Es una hermosa cabeza, y te diré que me hace bien verla de vez en cuando, en medio de tanta basura. Aquéllos al menos eran hombres de verdad y se jugaban la vida por lo que creían. Te doy el dato que casi toda mi familia ha sido unitaria o lomos negros, pero que ni Fernando ni yo lo somos.
-- ¿Fernando? ¿Quién es Fernando?
Alejandra se quedó repentinamente callada, como si hubiese dicho algo de más.
Martín se quedó sorprendido. Tuvo la sensación de que Alejandra había dicho algo involuntario. Se había levantado, había ido hasta la mesita donde tenía el calentador y había puesto agua a calentar, mientras encendía un cigarrillo. Luego se asomó a la ventana.
-- Vení --dijo, saliendo.
Martín la siguió. La noche era intensa y luminosa. Alejandra caminó por la terraza hacia la parte de adelante y luego se apoyó en la balaustrada.
-- Antes --dijo-- se veía desde aquí la llegada de los barcos al Riachuelo.
-- Y ahora, ¿quién vive aquí?
-- ¿Aquí? Bueno, de la quinta no queda casi nada. Antes era una manzana. Después empezaron a vender. Ahí están esa fábrica y esos galpones, todo eso pertenecía a la quinta. De aquí, de este otro lado hay conventillos. Toda la parte de atrás de la casa también se vendió. Y esto que queda está todo hipotecado y en cualquier momento lo rematan.
-- ¿Y no te da pena?
Alejandra se encogió de hombros.
-- No sé, tal vez lo siento por el Abuelo. Vive en el pasado, y se va a morir sin entender lo que ha sucedido en este país. ¿Sabés lo que pasa con el viejo? Pasa que no sabe lo que es la porquería, ¿entendés? Y ahora no tiene ni tiempo ni talento para llegar a saberlo. No sé si es mejor o es peor. La otra vez nos iban poner bando de remate y tuve que ir a verlo a Molinari para que arreglara el asunto.
-- ¿Molinari?
Martín volvía a oír ese nombre por segunda vez.
-- Sí, una especie de animal mitológico. Como si un chancho dirigiese una sociedad anónima.
Martín la miró y Alejandra añadió, sonriendo:
-- Tenemos cierto género de vinculación. Te imaginás que si ponen la bandera de remate el viejo se muere.
-- ¿Tu padre?
-- Pero no, hombre: el abuelo.
-- ¿Y tu padre no se preocupa del problema?
Alejandra lo miró con una expresión que podría ser la mueca de un explorador a quien se le pregunta si en el Amazonas está muy desarrollada la industria automovilística.
-- Tu padre --insistió Martín, de puro tímido que era, porque precisamente sentía que había dicho un disparate (aunque no sabía por qué) y que era mejor no insistir.
-- Mi padre nunca está aquí --se limitó a aclarar Alejandra, con una voz que era distinta.
Martín, como los que aprenden a andar en bicicleta y tienen que seguir adelante para no caerse y que, gran misterio, terminan siempre por irse contra un árbol o cualquier otro obstáculo, preguntó:
-- ¿Vive en otra parte?
-- ¡Te acabo de decir que no vive acá!
Martín enrojeció.
Alejandra fue hacia el otro extremo de la terraza y permaneció allá un buen tiempo. Luego volvió y se acodó sobre la balaustrada, cerca de Martín.
-- Mi madre murió cuando yo tenía cinco años. Y cuando tuve once lo encontré a mi padre aquí con una mujer. Pero ahora pienso que vivía con ella mucho antes que mi madre muriese.
Con una risa que se parecía a una risa normal como un criminal jorobado puede parecerse a un hombre sano agregó:
-- En la misma cama donde yo duermo ahora.
Encendió un cigarrillo y a la luz del encendedor Martín pudo ver que en su cara quedaban restos de la risa anterior, el cadáver maloliente del jorobado.
Luego, en la oscuridad, veía como el cigarrillo de Alejandra se encendía con las profundas aspiraciones que ella hacía: fumaba, chupaba el cigarrillo con una avidez ansiosa y concentrada.
-- Entonces me escapé de mi casa --dijo.

II. Los rostros invisibles (parte V)
"Tal vez a nuestra muerte el alma emigre", se repetía Martín mientras caminaba. ¿De dónde venía el alma de Alejandra? Parecía sin edad, parecía venir desde el fondo del tiempo. "Su turbia condición de feto, su fama de prostituta o pitonisa, sus remotas soledades."
El viejo estaba sentado a la puerta del conventillo, sobre su sillita de paja. Mantenía su bastón de palo nudoso, y la galerita verdosa y raída contrastaba con su camiseta de frisa.
-- Salud, viejo --dijo Tito.
Entraron, en medio de chicos, gatos, perros y gallinas. De la pieza, Tito sacó otras dos sillitas.
-- Tomá --le dijo a Martín--, llevala, que en seguida voy con el mate.
El muchacho llevó las sillas, las puso al lado del viejo, se sentó con timidez y esperó.
-- Eh, sí... --murmuró el cochero--, así con la cosa...
¿Qué cosa?, se preguntó Martín.
-- Eh, sí... --repitió el viejo, meneando la cabeza, como si asintiera a un interlocutor invisible.
Y de pronto, dijo:
-- Yo era chiquito como ése que tiene la pelota y mi padre cantaba.

Quando la tromba sonaba alarma
co Garibaldi doviamo partí.
Se rió, asintió varias veces con la cabeza y repitió "eh, sí..."
La pelota vino hacia ellos y casi le pega al viejo. Don Francisco amenazó distraídamente con el bastón nudoso, mientras los chicos llegaban corriendo, recogían la pelota y se retiraban haciéndole morisquetas.
Y luego de un instante, dijo:
-- Andávamo arriba la mondaña con lo chico de Cafaredda e ne sentábamo mirando al mare. Comíamos castaña asada... ¡Quiddo mare azule!
Tito llegó con el mate y la pava.
-- Ya te está hablando del paese, seguro. ¡Eh, viejo, no lo canse al pibe con todo eso bolazo! --mientras le guiñaba un ojo a Martín, sonriendo con picardía.
El viejo negó, meneando la cabeza, mirando hacia aquella región remota y perdida.
Tito se sonreía con benévola ironía mientras cebaba mate. Luego, como si el padre no existiera (seguramente ni oía), le explicó a Martín:
-- Sabé, él se pasa el día pensando al pueblo que nació.
Se volvió hacia el padre, lo sacudió un poco del brazo como para despertarlo, y le preguntó:
-- ¡Eh, viejo! ¿Le gustaría ver aquello de nuevo? ¿Antes de morir?
El viejo respondió asintiendo con la cabeza varias veces, siempre mirando a lo lejos.
-- Si tendría de cuelli poqui soldi, ¿se iría en Italia?
El viejo volvió a asentir.
-- Si podería ir aunque má no sería que por un minuto, viejo, nada má que por un minuto, aunque despué tendría que morirse, ¿le gustaría, viejo?
El viejo movió la cabeza con desaliento, como diciendo "para qué imaginar tantas cosas maravillosas".
Y como quien ha hecho la prueba de alguna verdad, Tito miró a Martín, y le comentó:
-- ¿No te decía, pibe?
Y se quedó pensando mientras le alcanzaba el mate a Martín. Al cabo de un momento, agregó:
-- Pensar que hay gente podrida en plata. Sin ir má lejo, el viejo vino a l'América con un amigo que se llamaba Palmieri. Lo do con una mano atrá y otra adelante, como quien dice. ¿Sentiste hablar del doctor Palmieri?
-- ¿El cirujano?
-- Sí, el cirujano. Y también el que era diputado radical. Bueno, son hijo de aquel amigo que vino con el viejo. Como te decía, cuando llegaron a Bueno Saire corrían la liebre junto. Trabajaron de todo: peón de patio, empedraron calle, qué se yo. Al viejo, aquí lo tené. El otro amarrocó guita para tirar p'arriba. Y si t'e visto no me acuerdo. Una ve, cuando todavía vivía la finada mi madre y cuando al Tino lo metieron preso por anarquista, la vieja tanto embromó que el viejo fue a verlo al diputado. ¿Queré creer que l'hizo esperar tre hora a la amansadora y después le mandó decir que fuera al otro día? Cuando vino en casa yo le dije: viejo, si vuelve de ese canalla yo no soy má su hijo.
Estaba indignado. Se arregló la corbata raída y luego agregó:
-- Así e l'América, pibe. Haceme caso: hay que ser duro como yo. No mirar ni atrá ni a lo costado. Y si hay que cafishiar a la vieja, cafishiala. Si no, buena noche.
Amenazó a los chicos y después masculló, con resentimiento: están cortado por la misma tijera: radicale, orejudo, socialista. Tenía razón el Tino cuando decía la humanidá tiene que ser ácrata. Te soy sincero: yo no votaría nunca si no sería que tengo que votar por lo conservadore.
Martín lo miró con sorpresa.
-- ¿Te llama la atención? Y sin embargo e la pura verdá. Qué le vamo a hacer.
-- ¿Pero, por qué?
-- Eh, pibe, siempre hay un por qué a toda la cosa, como decía el finado Zanetta. Siempre hay un misterio.
Sorbió el mate.
Durante un buen rato se mantuvo callado, casi melancólico.
-- Mi viejo lo llevaba a don Olegario Souto, que era un caudillo conserva de Barracas al Norte. Y una de las hijas de don Olegario se llamaba María Elena. Era rubia y parecía un sueño.
Sonrió en silencio, con turbación.
-- Pero imaginate, pibe... eran gente rica... y yo, ademá... con este escracho...
-- ¿Y cuándo fue todo eso? --preguntó Martín, admirado.
-- Y, te estoy hablando del año quince, un año antes de la subida del Peludo.
-- Y ella, ¿qué pasó después?
-- ¿Ella? Y... qué va a pasar.. se casó... un día se casó... Me acuerdo como si sería hoy. El 23 de mayo de 1924.
Se quedó cavilando.
-- ¿Y por eso vota siempre a los conservadores?
-- Así e, pibe. Ya ve que todo tiene su esplicación. Hace má de treinta año que voto por eso malandrine. Qué se va a hacer.
Martín se quedó mirándolo con admiración.
-- Eh, sí... --murmuró el viejo--. A Natale lo decábano bacare.
Tito le guiñó un ojo a Martín.
-- ¿A quién, viejo?
-- Lo briganti.
-- ¿Viste? Siempre la misma cosa. ¿Pa qué lo dejaban bajar, viejo?
-- Per andare a la santa misa. Due hore.
Asintió con la cabeza, mirando a lo lejos.
-- Eh, sí... La notte de Natale. I fusilli tocábano la zambuña.
-- ¿Y qué cantaban lo fusilli, viejo?
-- Cantábano

La notte de Natale
e una festa principale
que nascio nostro Signore
a una povera mangiatura.
-- ¿Y había mucha nieve, viejo?
-- Eh, sí...
Y se quedó meditando en aquella tierra fabulosa. Y Tito le sonrió a Martín con una mirada en que estaban mezcladas la ironía, la pena, el escepticismo y el pudor.
-- ¿No te dije? Siempre la misma historia.

hay varios comicos ademas de torres del sel que quieren jugar a la politica

Soy el candidato a presidente del Peronismo Federal"
Por Mauricio Maronna / La Capital

Alberto Rodríguez Saá asegura que en las próximas elecciones en su provincia no habrá ningún candidato a gobernador que lleve su apellido, un dato novedoso de cara a los comicios que aún no tienen fecha...


Alberto Rodríguez Saá asegura que en las próximas elecciones en su provincia no habrá ningún candidato a gobernador que lleve su apellido, un dato novedoso de cara a los comicios que aún no tienen fecha. El mandatario puntano sostiene que Eduardo Duhalde no cumplió con la palabra empeñada al abandonar las internas del Peronismo Federal y se considera el único postulante de ese espacio a la Presidencia de la Nación. Al tiempo que se considera abrumado por la cartelería de los políticos santafesinos en campaña, Rodríguez Saá se dispuso a hablar con La Capital.
—¿Le ganó por abandono la interna a Duhalde?
—Nos dimos la mano decidiendo la interna por elecciones , con un reglamento, y que concluiría con un congreso el 4 de junio. Empezamos un play off a ocho rondas o un tren a ocho estaciones, yo me subí al tren por la vía correcta, empecé a cruzar las estaciones y de golpe me quedé sin contendientes. Duhalde, además, abandonó el espacio. El Peronismo Federal tiene un candidato, que soy yo. Ahora nos tocaba votar en Santa Fe y Córdoba, entonces haremos dos congresos para reunirnos con todos. Lamento que Duhalde haya abandonado y que no haya cumplido con la palabra empeñada. Pese al abandono de Duhalde, la interna es la mejor vía. En la ciudad de Buenos Aires en la última interna del justicialismo habían votado 2.500 personas y en la nuestra 34 mil. Ese fue el motivo del abandono de Duhalde, porque esperaba un triunfo en ese bastión.
—Pero Duhalde abandona la competencia con usted pero ahora quiere ser candidato a presidente por otro partido. ¿Usted va a ir a otra interna?
—No. Yo soy el candidato del Peronismo Federal, me van a proclamar el 4 de junio. Voy a ir a la primaria el 14 de agosto para sacar el porcentaje para pasar a la presidencial. No compito en otra interna. Duhalde no se va a presentar, esto que armó es para justificar su abandono, o haber perdido la elección. El mismo dijo que había hecho un papelón.
—¿Y cómo se va a articular el espacio del peronismo disidente?
—Acá hay mucho de pensamiento único, una cultura política poco democrática. Cuando arrancó el Peronismo Federal y había muchos candidatos se quejaban muchos por eso. Ahora hay uno solo, que soy yo.
—Se impone desde el gobierno la idea de que ningún candidato opositor podrá derrotar a Cristina.
—No tiene nada que ver con la realidad. Las encuestas, si son ciertas y serias, demostrarían una intención hoy y aquí, en este momento histórico. La carrera electoral es otra cosa. El pueblo va a opinar en el momento en que tenga los candidatos y las propuestas. No hay muchos candidatos ni propuestas.
—¿Cuándo, y en base a qué criterio, elegirá a su candidato a vicepresidente?
—Buscaré a alguien que sume votos, alguien que venga del mundo digital, que pertenezca a lo nuevo. Esto sería un salto maravilloso
—Se reunió en las últimas horas con Miguel Del Sel. ¿Puede haber un acercamiento al PRO?
—Con Del Sel somos amigos, estábamos en el mismo hotel y nos juntamos para conversar. Veo con simpatía que se presente a las elecciones en Santa Fe. Todos hablan de alianzas de unos con otros y esto no es bueno. Después otro dice: “Mi límite es con fulano”. Y eso es menospreciar, agraviar, molestar, poner condicionamientos. Todo está muy abierto todavía. Hay que hablar de propuestas, de programas. Yo quiero una economía competitiva frente a un capitalismo de amigos. Acá se crean oficinas de control que se hacen para meter los amigos y levantar cabinas de peaje. Todo esto es peligroso y genera corrupción. Hay que desarrollar el país y apostar al liderazgo de las empresas argentinas en el mundo.
—¿Qué cosas haría usted a nivel nacional que ahora esté haciendo en San Luis?
—Primero, buscar la paz entre los argentinos. Que nos demos la mano. Fíjese lo que pasó en Buenos Aires con el acto de Moyano: a pocas cuadras está la protesta de los pueblos originarios y nadie se acordó de ellos. Han tenido que venir de Formosa para que se los escuche. Les han matado a un hermano, les han quitado las tierras. Y nadie habla de ellos ni de ese tema. La señora presidenta no les otorga audiencia alguna. Esto no puede ser. El derecho a peticionar a las autoridades se ha transformado en el derecho a la crispación. Tenemos que abrirnos, abrir las agendas y darnos la mano. Tenemos que lograr viviendas dignas y trabajar. Eso es clave. En el conurbano bonaerense hay tres generaciones que no trabajan y falta el ordenador personal y social. Lo otro es seguridad, medio ambiente e inserción internacional. Veo en Santa Fe, en Rosario principalmente, que está todo tapado por los afiches de los candidatos, pero no observo propuesta alguna. Y eso que Rosario es la capital cultural del país.
—¿Es verdad que no habrá un Rodríguez Saá candidato a gobernador de San Luis en las elecciones que tendrán lugar este año?
—Es lo que creo y deseo. No vamos a estar ni mi hermano ni yo. Se lo cuento a usted, porque en San Luis se pueden desatar muchas internas. Anhelo que sea de otra generación diferente a la nuestra.

viernes, 29 de abril de 2011

por supuesto los santafesinos se animaran y no lo votaran

Elecciones Provinciales 2011
"ES HORA DE QUE LOS SANTAFESINOS NOS ANIMEMOS A MÁS"
El candidato a gobernador por el Frente Progresista, Mario Barletta, encabezó en San Carlos Centro una cena de apoyo a los candidatos locales y del departamento Las Colonias. Por la tarde, visitó también una conocida fábrica de la zona. “Somos los que asumimos la responsabilidad de seguir cambiando esta provincia, porque tenemos la ética, la prepotencia de trabajo, el conocimiento y la experiencia para hacer posible que Santa Fe vuelva a estar definitivamente en el lugar que se merece”, remarcó Barletta.
29-04-2011 | 00:50 hs.
Autor: Agenciafe · Fuente: Agenciafe/Prensa Barletta

Acompañado por Jorge Placenzotti, candidato a intendente de San Carlos Centro; el diputado Carlos Fascendini, postulante a senador por el departamento Las Colonias; la candidata a diputada provincial, Silvia Godoy, y candidatos a concejales, intendentes y presidentes de comuna de la zona, Mario Barletta, candidato a gobernador por el Frente Progresista encabezó una cena en apoyo a los integrantes de la lista Unidad Progresista.
Fue el jueves por la noche, en San Carlos Centro, en un encuentro que reunió a más de 300 personas. Previamente, el actual intendente de Santa Fe y ex rector de la Universidad Nacional del Litoral, visitó la fábrica que la empresa Lerithier posee en la ciudad.

Responsabilidad
Al hacer uso de la palabra, Barletta remarcó que “tenemos una enorme responsabilidad. Conformamos el Frente Progresista en el año 2007, y desde entonces dimos pasos importantes: hoy nadie duda de la transparencia del Gobierno, se han realizado obras de infraestructura social, y hay un Plan Estratégico elaborado con la participación de los ciudadanos. Todo eso lo vamos a continuar, pero vamos a ir por más, para que Santa Fe ocupe el lugar que se merece. Lo hicieron nuestros antepasados, con cultura del trabajo y educación, dos elementos centrales que debemos recuperar hoy. No por nada planteamos la educación como eje de nuestra propuesta”, apuntó.
Barletta realizó luego un repaso por las propuestas impulsadas desde la lista que encabeza junto a Carlos Comi como candidato a vicegobernador en materia de educación, producción, seguridad, obra pública, salud y reactivación ferroviaria, entre otros puntos.
“Somos los que asumimos la responsabilidad, porque tenemos la ética, la prepotencia de trabajo, el conocimiento y la experiencia para hacer posible que Santa Fe vuelva a estar definitivamente en el lugar que se merece”, garantizó el candidato a gobernador.

grande nestor

Santa Fe ya tiene su calle Néstor Kirchner y Rosario debate




Noticias - La Provincia



Escrito por DATA - Rosario 3



Viernes, 29 de Abril de 2011 11:38







El Concejo municipal votó por unanimidad un proyecto que nomina así una arteria de la costanera. “Es una figura muy importante en la historia reciente de la Argentina”, destacó el autor de la iniciativa, el edil Luciano Leiva del Frente para la Victoria. En tanto, la ciudad rosarina continúa la polémica en torno a la iniciativa de La Cámpora para cambiar el nombre de la calle Córdoba por el del ex presidente.



Rápidos para bautizar las calles en Santa Fe. Mientras que en Rosario todavía sigue encendida la polémica por el proyecto de la agrupación de la juventud kirchnerista La Cámpora que propone cambiar el nombre de la calle Córdoba por el de Néstor Kirchner, el Concejo de la capital provincial ya acordó bautizar así una arteria de la costanera este.

Según deatlló la periodista de Radio 2 Ivana Fux, ayer los ediles santafesinos votaron por unanimidad un proyecto del concejal del Frente para la Victoria Luciano Leiva que propuso nominar “Néstor Carlos Kirchner” a una calle ubicada en la costanera este de la ciudad capital que es de vital importancia en lo referente a la organización urbana.

En diálogo con el programa Diez Puntos (Radio 2), el justicialista se mostró exultante con la aprobación de su iniciativa: “Estoy contento con esta ordenanza”, manifestó. “Esta calle no tenía nombre y lo más lindo de todo es que salió por unanimidad”, destacó.

Leiva consideró que Kirchner “es una figura muy importante en la historia reciente de la Argentina”. En este sentido, sostuvo: “Es por eso que presenté el proyecto y tuvo gran acogida entre mis pares. Esto habla de la madurez y la connivencia política”, reflexionó.

En tanto, en Rosario sigue en “veremos” la idea de La Cámpora que propone ponerle a la calle y la peatonal Córdoba el nombre de “Néstor Kirchner”. Según señaló uno de los impulsores de la iniciativa, Marcos Cleri, al programa Diez Puntos (Radio 2) el proyecto busca rescatar la figura del ex mandatario que contribuyó “al crecimiento del país y la expansión de la ciudad” y señaló que “tomó al 20 de Junio como un feriado importante y nos dio estabilidad política”.

La polémica no tardó en despertarse. Desde el Ejecutivo municipal se pidió conservar las nomenclaturas tradicionales de Rosario. Por su parte, el gobernador Hermes Binner y la diputada Mónica Fein sorprendieron cuando reconocieron como “justo” este tipo de homenaje. Sin embargo, prefirieron que no sea la calle Córdoba la elegida sino que promovieron el “bautismo” de otras arterias.

a 8 años homenaje de este portal a los miles de ciudadanos santafesinos solidarios y a los periodistas de la ciudad por la labor desarrollada en aquellos dias de incertidumbre y de tristeza de la ciudad y de su gente

-04-2011 | INTERÉS GENERAL
LA PEOR CATÁSTROFE HÍDRICA EVITABLE

A 8 años de la inundación



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A 8 años de la inundaciónSe cumplen 8 años de la inundación.


El domingo 27 de abril de 2003, mientras transcurrían las elecciones presidenciales, se producían los primeros desbordes del Salado en el extremo noroeste de esta capital. La emergencia hídrica tendría su punto más crítico el 29 de abril, día en que debió evacuarse el Hospital de Niños, Orlando Alassia y llegó a cubrir gran parte del casco urbano.


La ciudad de Santa Fe fue afectada por el desborde del río Salado como consecuencia de las intensas lluvias -de 1.400 mm.- en el lapso de pocos días con caudales cercanos a los tres mil metros cúbicos por segundo.

Un tercio de la ciudad, de 500.000 habitantes, quedó literalmente bajo las aguas. Mientras que en la zona rural tres millones de hectáreas quedaron inundadas. Las pérdidas exceden los 200 millones de dólares y la cifra definitiva se estima que será al menos dos veces mayor.

El río Salado creció hasta una altura de 7,8 metros y en su desborde rompió las defensas de la ciudad, lo que originó una corriente embravecida que invadió la ciudad. Según informes del CONICET, el Instituto Nacional del Agua y la Universidad del Litoral, se había advertido que la cuenca del Salado estaba saturada y que podía haber lluvias extremas que llevaran semejantes consecuencias.

Los barrios más pobres, construidos en las zonas más bajas, fueron los más afectados. Las casas quedaron cubiertas hasta tres metros con aguas contaminadas. Algunos vecinos se refugiaron en centros de evacuados, otros en casas de familiares, los que pudieron se quedaron en sus techos protegiendo algunas pertenencias materiales.

La ciudad de Santa Fe, con un 30 % bajo el agua, quedó prácticamente aislada. Se cortaron las rutas de acceso, el puente de la autopista que une Santa Fe- Buenos Aires quedó dañado en su terraplén, las demás rutas quedaron bajo el agua, salvo el viejo puente Carretero, que une a la capital de la provincia con nuestra ciudad.

Fueron evacuadas más de 120.000 personas de las cuales se calcula que cerca de 57.000 fueron alojadas informalmente en casas de familiares y amigos. Los restantes damnificados se ubicaron en más de 200 centros de evacuación.

Algunas escuelas, estaciones de ferrocarriles abandonadas, clubes barriales o casas abandonadas se convirtieron en precarios centros de alojamiento. También se dispuso un predio de carpas en una zona baja, históricamente inundable, que fue anegada tras una copiosa lluvia a mitad del mes de mayo.

Se suspendieron las clases de la escuela primaria durante cinco semanas, lo que posibilitó un lugar de abrigo para tanta gente sin techo. Al no estar resuelto el alojamiento definitivo ni transitorio de los evacuados y al cumplirse el plazo para reiniciar las clases, se produjo una nueva evacuación a centros considerados inhabitables según informe realizado por Médicos del Mundo Argentina.

Sin dudas, la gran solidaridad de la población posibilitó que no hubiese mayor cantidad de víctimas. Esto se logró desde el rescate, la ayuda en los alojamientos, las donaciones y en el incesante flujo de voluntarios a la zona.

La tragedia del Salado dejó al descubierto la absoluta falta de organización de las autoridades provinciales y municipales. Una de las consecuencias más graves de esa desorganización probablemente haya sido no realizar evaluación alguna del impacto psicológico en la población inundada.

Ocho años después

Para recordar aquella fecha y sus consecuencias se organizaron en la capital provincial una serie de actos en la plaza 25 de Mayo, frente al edificio de Tribunales.
Allí se reunirán los manifestantes a las 19 donde se realizará la lectura del documento elaborado y se solicitará a la justicia que se siga avanzando en a causa.
Con respecto a la falta de avances en la justicia sobre las responsabilidades políticas por la inundación Guillermo Ifrán de la Asociación Civil Inundados Nunca Más (INUMA) explicó que "la complicidad de jueces y fiscales en la causa inundación fue premiada con ascensos".
En tanto, frente a la Casa de Gobierno, la organización Carpa Negra concluirá su vigilia. Como cada año, los integrantes del movimiento nacido después del avance del Salado se instalaron en ese espacio para recordar el octavo aniversario de la crecida.


 

del bog de artemio lopez

/28/2011

rivas con boudou

"Esta es solo la formalización de un apoyo que estuvo desde el inicio" sostuvo Jorge Rivas en el encuentro con Amado Boudou.

apoyo formal de jorge rivas a boudou


Hoy por la tarde se formalizó el apoyo de Jorge Rivas a la candidatura de Amado Boudou.
Se arma la experiencia kircherista en la Ciudad Autónoma.

cristina y hugo

Nos manda este mensaje el Pato Piumato -secretario de Derechos Humanos de la CGT y secretario General de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación- que queremos compartir.
Sabíamos que se iban a prender de la ausencia mañana de Cristina “los profetas del odio” los que quieren esmerilar la alianza estratégica que existe entre el Gobierno Nacional y la CGT. Pero no lo van a conseguir. La reunión del martes con Moyano fue un encuentro cálido donde la Presidenta le explicó a Hugo (lo que cualquier bien nacido entendería) cómo se sentía por la fecha (6 meses del fallecimiento de Néstor) y que necesitaba pasarlo en familia en Río Gallegos.
Le anticipó la convocatoria a la CGT para la próxima semana (que luego anunciaría ayer en Casa Rosada), y que en el Acto estarían los ministros (el vicepresidente no por razones obvias). No te puedo decir más pero creéme que fue un encuentro excelente y que la relación Crsitina-Hugo pasa, si se mide de 0 a 10, para no exagerar, por 9,95. Pero, por sobre todas las cosas, Cristina, aún no físicamente, estará presente en la multitudinaria concurrencia y en las palabras de Hugo de mil maneras. Ya lo verás!
Un abrazo y te espero en la 9 de Julio.
Julio Piumato

dogo,argentino y peronista...



El diputado Jorge Landau, encargado de llevar las presentaciones en Chubut, fue herido por un perro dogo en sus piernas, brazos y cara. Logró que unos vecinos lo rescataran."Volví a nacer. Tengo seis heridas y evoluciono bien", afirmó el legislador a Infobae.com

El ministro de Desarrollo Social de la PBA y precandidato a vicegobernador Cacho Alvarez dijo que junto con varios consejeros provinciales del PJ le van a pedir la renuncia al apoderado nacional del PJ, Jorge Landau: "en la próxima reunión del partido pediremos la renuncia de Jorge Landau por su accionar inconsulto con el resto de los miembros del partido". “Como apoderado legal del PJ, Landau no puede seguir actuando de manera solitaria sin respetar la estructura del partido porque acá existe un consejo que debate y consensúa el accionar a seguir”.
Frente a esta compleja realidad de disputa interna en el movimiento fundado por Perón, un compañero del ala ultraderecha justicialista, me comenta sin que se le mueva un pelete ( siempre fueron insensibles y siguen igual ) : " Bueno, ahora sabemos quién era el dueño del dogo..."
Ay, ay , ay las internas, ay!

    regulación de la medicina prepaga

    El curro de la medicina prepaga al que la nefasta hormiga progre jamás criticó en su gestión bochornosa al frente del Ministerio de Salud, es un tema central en discusión y de notable impacto comunitario sobre segmentos medios, muchos de ellos, asalariados.
    Está abierto el debate en el Parlamento sobre proyectos de regulación de esta actividad, hoy desquiciada por la corporación empresaria que angelicalmente se "auto regula", como la telefonía celular, por ejemplo.
    Al respecto, veamos a qué se oponen Belocopitt y su banda de estetoscopios solitarios. Entre otras cosas:
    1. Que los contratos entre las prepagas y los usuarios no incluyan períodos de carencia o espera para cualquiera de las prestaciones que figuren en el Programa Médico Obligatorio.
    2. Que las enfermedades preexistentes no puedan ser utilizadas como criterio para no admitir a un usuario.
    3. Que el Ministerio de Salud sea el que fije los valores diferenciales que deberán pagar quienes presenten esa clase de enfermedades.
    Así son los "empresarios de la salud": discriminadores en la selección de sus "clientes", restrictivos en la prestación de "sus servicios" y discrecionales al fijar "la magnitud de la tasa de ganacia promedio sectorial".
    La hormiga nefasta , claro, preocupada por Moyanolandia. Progre... Ps!
    Corporativismo empresarial y mediático

    El Cronista también se suma a la defensa de Techint y el Grupo Clarín

    Publicado el 29 de Abril de 2011
    El diario adquirido por De Narváez instala en tapa que el gobierno, a través de la ANSES, “quiere ir” por el multimedios de Noble y Magnetto, como si fuera a expropiar a la empresa y no a ejercer un derecho legal.
    El Cronista se suma a La Nación en la “defensa” del Grupo Clarín frente a la presunta “injerencia estatal” en las empresas privadas. El diario de De Narváez anuncia en tapa que el gobierno, a través de la ANSES, “quiere ir por Clarín”, como si la administración nacional cometiera una “expropiación” en lugar de hacer valer sus legítimos derechos como accionista en las empresas donde el organismo estatal tiene participación y fundamentalmente, como defensor de los aportes jubilatorios en el marco del sistema de reparto.
    El diario anuncia que: “La ANSeS irá esta tarde a la asamblea del Grupo Clarín, el principal enemigo político del Gobierno, a reclamar la distribución de utilidades por $ 1.208 millones. Así lo aseguró ayer el titular del organismo de la Seguridad Social, Diego Bossio, en diálogo con El Cronista. Se trata del segundo caso en el que la ANSeS solicitará la distribución de utilidades no asignadas. Lo había hecho en la asamblea de Siderar, la empresa controlada por el otro enemigo político del Ejecutivo: el grupo Techint.” Hasta aquí, la presunta medida anunciada por El Cronista es presentada casi como una exigencia caprichosa del gobierno. Además de aclarar, por supuesto, la enemistad entre el gobierno y el dueto Clarín-Techint. Recién en el segundo párrafo, El Cronista intenta explicar el origen de la posible medida: “La ANSeS posee el 9% de las acciones del Grupo Clarín en el Fondo de Garantía y Sustentabilidad (FGS). Esa tenencia accionaria no será suficiente para incorporar un director estatal en la compañía. Pero el Gobierno sí reclamará los cerca de $ 100 millones, que le corresponden a la ANSeS en concepto de resultados no asignados.”
    El diario también, sin mencionar fuentes con nombre y apellido y en medio de las declaraciones de funcionarios gubernamentales, trata de colocar cautelosamente la posición del Grupo Clarín, tomando como referencia la asamblea del multimedios del 10 de marzo pasado. Y remarca: “Fuentes cercanas a la empresa afirmaron que la asamblea también resolvió distribuir dividendos por $ 120 millones. Y recordaron que el Gobierno no tiene suficiente participación para pedir un director”.
    Página/12 enfatiza: “Directores del Estado con apoyo privado. A diferencia de lo que ocurre con Techint, el Gobierno logró que dos bancos privados les abrieran la puerta a directores estatales... hoy se sabrá la postura del Grupo Clarín”.
    La Nación señala que “El Gobierno nombró directores en los bancos Galicia y Patagonia”, y anuncia en nota aparte: “Seguirá el avance en otras empresas

    que mal que terminara esto no

    El PJ Federal integra el acuerdo y aporta estructura
    Pacto entre la UCR y el PRO para diezmar al socialismo en Santa Fe
    Miguel del Sel, Mauricio Macri y el candidato de la UCR Mario Barletta, frente a Hermes Binner y el senador nacional Rubén Giustiniani.
    Santa Fe - La orden ya está dada. El próximo 22 de mayo, los simpatizantes del PRO deberán acudir a las urnas para apoyar con su voto en la interna abierta a Mario Barletta, el candidato radical del Frente Progresista Cívico y Social, en un intento por diezmar las chances del socialismo de cara a las elecciones a gobernador del 24 de julio. El PJ Federal de la provincias también se sumará al acuerdo.

    La factibilidad de este «pacto secreto» entre la UCR y el partido de Mauricio Macri se produce por la necesidad de Barletta de sumar fuerzas para vencer a los aspirantes del socialismo (el senador nacional Rubén Giustiniani; el ministro de Gobierno y delfín de Hermes Binner, Antonio Bonfatti, y Luis Cáceres), en un proceso interno que a partir de sus primeras definiciones profundizó las grietas en el frente gobernante santafesino.

    Pero, además, en lo práctico la Unión PRO Federal llega a las internas con un candidato único, el cómico de Midachi, Miguel del Sel, quien pese a los esfuerzos y a su buena performance en las encuestas, no lograría de todos modos vencer a las figuras clave de este proceso que se cierra en torno al PJ y el Frente Progresista. Ayer, Macri se mostró en Rosario con el humorista en respaldo de los candidatos a intendente y juntos integraron un equipo en un partido de fútbol a beneficio.

    Esa pista despejada permitirá el despegue de diversas alianzas entre el PRO y el radicalismo, al menos en lo que hace a la arena provincial. Esta semana, el candidato de la UCR a presidente, Ricardo Alfonsín, le cerró definitivamente la puerta a cualquier acuerdo con Macri para una fórmula nacional. Esa negativa también involucró a Binner: rechazó la posibilidad de un acuerdo entre el polo radical-socialista del que es pieza clave con el diputado Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires.

    Santa Fe no es, sin embargo, la única provincia donde el frente del jefe de Gobierno porteño piensa en aliarse con los radicales. En Córdoba, por caso, tanto Macri como el candidato radical a gobernador, Oscar Aguad, ventilaron el miércoles un encuentro en un café de la peatonal de la capital provincial. Aquí, como en territorio santafesino, el PRO terminaría también sumando fuerzas a favor del candidato radical en detrimento de su ungido aspirante, el exdefensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino.

    La alianza secreta en Santa Fe también involucra el apoyo del macrismo y el Peronismo Federal -diezmado por el cisma entre Alberto Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde- al candidato a intendente de Rosario, Jorge Boasso, quien se enfrentará en la interna a Mónica Fein (El Cambio Continúa); Ángel Chiesa (Tradicional); y Gonzalo del Cerro (Un Cambio Real).

    Por de pronto, el 22 de mayo la provincia estrenará el sistema de boleta única, instrumento que genera el rechazo de la oposición por su enmarañado diseño. El resultado de estas elecciones servirá de anticipo de lo que podría ocurrir en julio; es decir, una gran encuesta previa.

    El principal rival del Frente Progresista Cívico y Social es el justicialismo, que intentará recuperar el poder perdido en 2007. Para ello conformó el Frente Santa Fe Para Todos que aglutina a cuatro precandidatos: el diputado nacional Agustín Rossi, el excanciller Rafael Bielsa, el actual intendente de Rafaela, Omar Perotti, y el exministro reutemista Juan Carlos Mercier.

    En tanto, por otras fuerzas se inscribieron el dirigente piquetero Raúl Castells, que llevará como compañera de fórmula a Angélica Gonchay por la lista Justicia y Unidad; el político brasileño radicado en Santa Fe, Raimar Aitade da Costa junto a Walter Visintin por la lista Partido Autonomista, y Carlos Blanco-María Silvia Remondino por el Partido Obrero.

    querer pegarlo a reutemann con del sel es como el agua y el aceite.basta de pavadas

    MACRI VALORO LA GESTION DEL EX GOBERNADOR REUTEMANNR

    "Hizo un aporte importante"

    El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, aseguró ayer que confía en "la capacidad y sentido común para liderar" del humorista y candidato a gobernador de Santa Fe por el PRO, Miguel Del Sel. "Quiere renovar la política", dijo ayer en su visita a Rosario, y lo comparó con Carlos Reutemann: "Tiene la misma honestidad y buenas intenciones. Al principio, la gente se sorprendió (de su candidatura), pero después dijo `por qué no, si no va a robar'". En una entrevista con el periodista Pablo Feldman en el programa "Los días contados", que se emite por Canal 5, Macri dijo no conocer demasiado al gobernador Hermes Binner, "es tan parco que compite como Reutemann", a quien halagó: "Cuando asumió en Santa Fe, la provincia estaba incendiada". Sobre su candidatura a presidente de la Nación, dijo que está en "stand by".
    -En Argentina hay una historia, y mucha gente que es parte de los problemas hoy se está ofreciendo como solución, caso Eduardo Duhalde.
    -Justamente, creo que hay una falta de compromiso de los argentinos por renovar. La gente que recibió la mejor educación prefiere dedicarse a lo suyo, tratar de hacer su patrimonio y no meterse con la política, pero están equivocados porque sin mejor política no hay mejor sociedad. El problema es que no se renueva, pero tampoco hay gente que quiera participar, por eso yo valoro tanto lo de Miguel Del Sel: es un tipo sin nada para ganar. No nos tenemos que confundir, Del Sel arriba del escenario es un artista; pero cuando él se baja de ahí hay que saber que es el que organizó todo eso, lo transformó en una empresa exitosa. También tiene sentido común y es un tipo que entiende la importancia del equipo y está armando uno muy bueno.
    -¿Es una remake artística de lo que fue el Lole?
    -Puede ser, tiene el mismo sentido común, la misma honestidad, el mismo compromiso social y las ganas de decir que viene a ayudar, entonces la gente empieza a pensar: en un primer momento, sorpresa y simpatía; y ahora de a poco empiezan a preguntarse por qué no, si es seguro que no va a robar, que tiene buenas intenciones y si tiene un buen equipo por qué no. Es un tipo que quiere renovar la política y hacer justamente todo lo contrario a lo que se critica.
    -La pregunta es: ¿hay capacidad o si va ir viendo sobre la marcha?
    -Entiendo de armado de equipos y lo invité porque creo en su sentido común y en su capacidad de tomar decisiones, de armar un buen equipo y liderarlo, por eso estamos en esto.
    -¿Conoce al gobernador de la provincia, Hermes Binner?
    -Lo conozco poco, hemos compartido algunas cosas, pero no lo termino de conocer. Es tan parco que compite con Reutemann a ver quién es más parco de los dos. Pero a Reutemann lo conozco de antes y le tengo un afecto personal; y me alegra que él se metiera en esto y haya hecho un aporte importante por Santa Fe, porque cuando él la agarró estaba incendiada.
    -¿Vas a ser candidato a Presidente?
    -Estoy viendo de qué manera contribuyo a que se organice mejor esto que la gente siente como una necesidad de cambiar; por eso puse en stand by la candidatura hace un mes y medio, y me puse a trabajar en ver si generamos estos consensos.

    nadie duda de esto

    MERCEDES MARCO DEL PONT BAJO A ROSARIO PARA APOYAR A AGUSTIN ROSSI

    "Conozco su trayectoria, su lealtad"

    La presidenta del Banco Central dijo a
    Rosario/12: "No sé cuál es candidato del
    gobierno en Santa Fe, yo sé cuál es el mío".
     
    Por Guillermo Zysman
    Agustín Rossi se anotó ayer un respaldo nacional de primera línea en su carrera a la Gobernación: la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont pasó por Rosario y lo apoyó sin eufemismos: "No sé cuál es candidato del Gobierno en Santa Fe, sé cuál es mi candidato, y desde hace tiempo es Agustín, que es un lujo para los santafesinos. Conozco de su trayectoria, su lealtad y estoy convencida que representa realmente el núcleo duro del proyecto que se inicio en 2003 con Néstor Kirchner y que Cristina está profundizando", dijo la economista ante la consulta de este diario. Para Del Pont "Santa Fe es una provincia fantástica, con todas las potenciales pero todavía tiene mucho para andar en términos de profundizar la industrialización y la distribución de la riqueza. La Nación nos da un horizonte, una orientación y son los gobiernos provinciales quienes deben ponerse en los hombros la profundización de las políticas en sus territorios". La titular del BCRA analizó el escenario económico y destacó la solidez del modelo.
    Antes de participar de una cena con empresarios de la región, Del Pont
    compartió una rueda de prensa junto a Rossi.
    -Mucho se especula en la provincia sobre quién es el candidato del gobierno nacional en Santa Fe, si es Rossi, Bielsa o ambos. ¿Cuál su percepción?, le preguntó Rosario/12 a la economista.
    -No sé cuál es candidato del gobierno en Santa Fe, sé cuál es mi candidato, y desde hace tiempo es Agustín, que es un lujo para los santafesinos", respondió con calidez ganándose los primeros aplausos de la noche. Luego recordó que conoció a Rossi en la Cámara de Diputados. "Conozco de su trayectoria, su lealtad y estoy convencida de que representa realmente el núcleo duro del proyecto que se inicio en 2003 con Néstor Kirchner y que Cristina está profundizando", apuntó.
    -Rossi ha pregonado en su campaña que pretende trasladar a la provincia el modelo productivo nacional. ¿Lo ve viable?
    -Desde Buenos Aires nos preguntamos siempre cómo llevar el modelo nacional al interior y esto es también válido para Santa Fe que es una provincia fantástica, con todas las potenciales pero que todavía tiene mucho para andar en términos de profundizar la industrialización y la distribución de la riqueza. La Nación nos da un horizonte, una orientación y son los gobiernos provinciales quienes deben ponerse en los hombros la profundización en sus territorios.
    -Uno de los ejes de la campaña santafesina fue el reclamo ciudadano en torno al déficit habitacional, en especial de los sectores medios. ¿El Banco Central está analizando alguna estrategia para poder impulsar líneas crediticias accesibles?
    -Le mentiría si le dijera que lo estamos analizando. Hoy por hoy nuestra principal preocupación es seguir apuntalando el financiamiento a la inversión, a los sectores productivos para sostener las variables favorables de nuestro modelo. Pero además, hay un problema de fondo, el BCRA no tiene un margen de acción muy acotado para regular las tasas de interés del sistema financiero. Esto se resuelve mediante una modificación de las normas que regulan la actividad, por eso sería importante que se avance en el Congreso.
    En ese sentido, Rossi apuntó que su propuesta apunta a destinar unos 12 millones de pesos para subsidiar la tasa de interés. "La idea es que el Estado juegue un rol clave, interviniendo y permitiendo que los sectores medios puedan calificar para los créditos. Hoy por hoy la cuota de un préstamo hipotecario no puede superar el 30 por ciento de los ingresos. Con esta inyección que proponemos se elevaría al 45 por ciento y daríamos respuesta a un amplio sector".
    Del Pont habló también del tipo de cambio y negó que el peso vaya a apreciarse como la mayoría de las monedas y sobre la suba de precios aclaró que la tensión existente en el país "no es por exceso de la demanda" sino por problemas en la oferta y su concentración