jueves, 6 de febrero de 2014

ARLOS SANTIAGO KIRCHNER  

El primo de Néstor Kirchner expande sus negocios en el sur

El subsecretario de Obras Públicas hizo crecer su empresa y aumentó su patrimonio casi dos millones de pesos en un año. Galería de imágenes.

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Es pariente de la Presidenta, funcionario del Gobierno y tiene una fortuna que no para de crecer. Carlos Santiago Kirchner, primo del ex presidente, se enriqueció casi 2 millones de pesos solamente en un año. En su última declaración jurada, el subsecretario de Coordinación de Obra Pública informó que su patrimonio aumentó de $ 6.142.031 a la suma de $ 8.078.619.
El motivo del súbito crecimiento fueron sus negocios en la Patagonia. El familiar de Cristina maneja un comercio de pinturas, que es proveedor de compañías constructoras de Santa Cruz. En un año, expandió su empresa: la convirtió en sociedad anónima, amplió las actividades y el valor de la firma se disparó, desde apenas $ 96 mil a más de 2 millones de pesos.
Los datos aparecen en su último informe patrimonial, correspondiente al período 2012 y presentado –con una llamativa demora– a la Oficina Anticorrupción. De esta manera, el primo presidencial se mantiene como uno de los más ricos de la Casa Rosada, dentro de un grupo encabezado por la propia CFK.
Arquitecto, 59 años, “el Negro” empezó sus negocios hace dos décadas. Abrió una pequeña pinturería, que bautizó con la letra característica de la familia: Pinkar. Está en Río Gallegos, en la esquina de Mascarello y la avenida Presidente Néstor Kirchner.
Desde entonces, según fuentes santacruceñas, tuvo como clientes a empresas que él conocía en el Estado. Porque al mismo tiempo, Carlos era funcionario de Obras Públicas. Primero en el Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda (IDUV) de la provincia y actualmente en el ministerio de Julio De Vido.
Ahora, ese emprendimiento pegó un rápido salto. Hasta fines de 2011, figuraba como un fondo de comercio, que se dedicaba solamente a la venta de pinturas y cuyo valor no llegaba a los 100 mil pesos: apenas $ 96.750.
En un año, el primo presidencial lo convirtió en una sociedad anónima, llamada K-Sanc SA. Podrá hacer otros negocios, porque amplió sus actividades a “constructora, industrial, forestal, agropecuaria, financiera”. Y su valor trepó a cifras millonarias: $ 2.466.932.
¿Por qué realizó esa maniobra? “Está claro que es un primer paso para expandirse”, señala Alfredo Popritkin, ex perito oficial de la Corte Suprema y titular de la ONG Contadores Forenses. “La SA permite agregar socios, presentarse a licitaciones y hasta poner propiedades a nombre de la empresa, una tentación para cualquier funcionario con patrimonio millonario”.

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