CORRUPCIÓN ROSARIO + CORRUPCIÓN EN SANTA FE = IMPUNIDAD EN LA PROVINCIA

09 de Febrero de 2014.

Este es un número especial de Tercer Mundo dedicado, casi en su totalidad, a la investigación de los hechos de corrupción perpetrados en el Puerto de Santa Fe y no se trata sólo de una formulación periodística o política. Gran parte del escándalo surge a partir del requerimiento de un Fiscal, Jorge Andrés, que tiene como imputados de diversos delitos al Presidente del Ente Portuario, Marcelo Vorobiof, y a su directorio en pleno.

En un principio pensamos que la publicación de la investigación provocaría el alejamiento inmediato de Vorobiof al frente del Puerto, en razón de las contundentes evidencias de la indebida apropiación de bienes del Estado provincial por parte del funcionario provincial, Vorobiof, del funcionario municipal, Chemes, y de particulares delegados de entidades gremiales empresariales de dudosa representatividad.

¿Por qué el Gobernador se bancaría semejante costo por la voracidad corrupta de su cónyuge político, cuando éste siquiera sale a defender al ex presidente de la DAIA, cuando son Corral y Barletta quienes veranean junto a Vorobiof en Cariló hospedándose en la mansión propiedad del paisano en la costa? La respuesta es metafóricamente similar a la continuidad de los matrimonios en crisis, los secretosdevelados en la intimidad puede llevarlos a una lucha de mutua extinción.

El mantenimiento del funcionario provincial y la presión del Ejecutivo provincialsobre la Justicia para que no prosperen las diligencias solicitadas por el Fiscal al Juez Pegassano, sumados al ruidoso silencio de los medios masivos de comunicación, nos pusieron frente a un escenario absolutamente distinto, no sólo respecto de este caso periodístico judicial, sino de la compresión de la relación de la política en general, y el gobierno en particular, con la corrupción y el propio producido de ésta.

Ya no era Bonfatti el desinformado, Corral el inepto o Barletta y Binnerlos despreocupados. Comenzábamos a ver que, de una u otra manera, el disvalor del “político coimero” que se hace del “diego” de los empresarios es un estereotipo del corrupto pasado de moda.

En este caso y porque vivimos en Santa Fe, que es donde nos toca hacer el periodismo de investigación sin “remixar” lo escrito por otro, caemos en la cuenta de que el poder político participa y se asocia a la apropiación de lo público. Achacable sí, directamente, al gobierno del Frente Progresista, Cívico y Social que desde hace 6 años está al frente del Estado, pero también al tipo de oposición que se supo constituir y que puede odiar a su oponente con el que compite pero se le hace imposible ponerse de punta con el establishment, no sólo económico sino también social y bastante cultural, en el caso de la “patricia” capital de Santa Fe.

Rápidamente se develó el misterio del repugnante silencio de los medios escritos locales que, por cascada, empapan de complicidad y temor al periodismo circundante. Tanto el Diario UNO como El Litoral, a través de la gestión de uno de sus directores, Carlos Caputo (Nahuel), gestionaron y consiguieron el beneficio de sendos terrenos para montar allí sus “emprendimientos mediáticos”. Se puede decir que el hecho de hacerse público el escándalo y de estar en jaque el poder político, con Vorobiof a la cabeza, facilitó la entrega de semejante beneficio a los relatores de la “primera versión de la historia”.

Existía una gran duda con respecto a rumores ciertos, que circulaban en los pasillos  del Ente, la Municipalidad y hasta en la Casa Gris. Se decía que la investigación de Tercer Mundo era parte de una operación del Socialismo rosarino. Se dicen pavadas por lo general, pero ésta no era una desautorización pública. En el matrimonio en constante divorcio del socialismo y el radicalismo universitario hay un acto de amor en donde se dividen poder días después de ganar una elección provincial y se acepta que Santa Fe Capital es radical y Rosario socialista. Es como la parte de la cama que corresponde a cada uno de la pareja. Dentro de ese acuerdo “prenupcial”, el Ente Portuario de Santa Fe corresponde a uno y el de Rosario a otro. Hasta ahí todo bien, pero ya cuando el mismo Bonfatti es quien sale a “bancar” a Vorobiof y lo mantiene en su puesto entorpeciendo la investigación judicial y pagando un gran costo político, haciendo uso y abuso de sus resortes de presión sobre la Justicia, la cosa cambia. “El Ente Portuario es como el Colegio de Abogados”, lanzó un nervioso Bonfatti ante el periodismo. Luego recibiría a Vorobiof en su despacho y el Administrador del Puerto sentenciaría: “tengo todo el apoyo del Gobernador, miren si no cómo me ratificó recibiéndome en su oficina”. Más tarde, Bonfatti recibía a los “interesados” en construir y explotar el puerto y aceptaba extender en 180 días la apertura de sobres para la adjudicación de la obra del Puerto Nuevo. Una grosería administrativa sin precedentes en 30 años de democracia provinciales.

¿Por qué el Gobernador se bancaría semejante costo por la voracidad corrupta de su cónyuge político, cuando éste siquiera sale a defender al ex presidente de la DAIA, cuando son Corral y Barletta quienes veranean junto a Vorobiof en Cariló hospedándose en la mansión propiedad del paisano en la costa?

La respuesta es metafóricamente similar a la continuidad de los matrimonios en crisis, los secretos develados en la intimidad puede llevarlos a una lucha de mutua extinción.

Días antes que llegue a nuestras manos el requerimiento fiscal contra Vorobiof y Cía., El Litoral en una nota brillante del periodista Germán de los Santos publica una nota titulada “Negocios y lavado.Puerto de Rosario: un escándalo del pasado con impacto en el presente”, extensa y meticulosa nota del corresponsal de Rosario. Días después, el mismo diario, censuraba la difusión a un periodista local sobre lo que sucede en el Ente Portuario de Santa Fe.

Se conocía que la Justicia española investigaba a Jordi Pujol Ferrusola, hijo del Presidente de Cataluña desde 1980 a 2003, por lavado de dinero en el Puerto de Rosario a través de TPR, la terminal presidida por Gustavo Shanahan. Shanahan es un director del ENAPRO que delataba a su ex socio catalán en el diario El Mundo por el blanqueo de al menos 9 millones de euros en Rosario de dinero proveniente de paraísos fiscales de Suiza, Andorra y Panamá,  que se monetizaban en la pujante ciudad del sur provincial, hoy capital nacional del narcoterrorismo latinoamericano.

A Shanahan días después se le decretaría la quiebra a pedido de Daniel Nassini, un agente de bolsa rosarina socio de Vorobiof (h) en la firma Rosario Fiduciaria S.A. Recordemos que Fernandito Vorobiof fue beneficiado por Binner con la adjudicación de la Zona Franca de Villa Constitución, ratificada luego por Cristina Fernández, a pesar de que había sido otorgada de forma irregular a una UTE que siquiera estaba conformada (ver investigación de Worcap en este número).

Piense, señor lector, que los paladines de la transparencia y el civismo están siendo investigados desde Europa en donde la Justicia quiere saber cómo es que es tan fácil lavar dinero, incentivado incluso por las autoridades regionales que recibieron los beneficios de la Madre Patria en el embellecimiento que “puso en valor” la ribera rosarina.

Lavado realizado, justamente, a partir de un difuso organismo administrador que no es Estatal, pero que tampoco deja de serlo. En el marco de disposición de un bien estratégico, como lo es un puerto, es que de todo el planeta Puyol eligió la ciudad socialista para lavar dinero, obteniendo regalías de su inversión en negro sin que nadie preguntase de dónde viene el dinero ni adónde va.

De no ser que Vorobiof también pesca en el río revuelto del Ente rosarino, se diría que es un nene de pecho comparado con lo que sucede en el sur provincial, pero teniendo en cuenta que detrás de sus oficios de hombre de negocios y sin escrúpulos metió un pie fuerte en Rosario, se puede concluir que se mantiene a flote y se lleva consigo, si es necesario, a todo aquel político que opte por abandonarle en medio de la mar.

Coherentemente con lo que venimos relatando, ni la Justicia provincial, ni el Ejecutivo, ni las Cámaras en pleno se escandalizaron por las declaraciones del rosarino, Shanahan, en el diario más leído y con mayor influencia del habla hispana en el planeta, en el que se asegura que Rosario fue la meca del lavado catalán. No hay preguntas por aquello. No hay preguntas por esto. La corrupción es la regla de los puertos santafesinos y el silencio de la sociedad le da salud a la impunidad de los Ladrones Blancos.

En este mismo momento y mientras usted lee está nota, con el sigilo de la complicidad mediática y política, se está concretando un monumental robo y se esconden millones y millones de pesos en el blanqueo institucionalizado de unaprovincia tan rica como miserable.

Entonces ahora sí cierra el costo político que paga Bonfatti sosteniendo a Vorobiof. “Tú te callas allá, yo me callo acá… Si nos organizamos, robamos todos” se escuchó decir a “nos los representantes de la impunidad santafesina”.

Fuente: Pablo Benito/Revista Tercer Mundo