Ética periodística: una mirada para Brasil
Por Guilherme Moraes
Hablar en ética en el periodismo actualmente parece un tema restricto a una discusión académica o a los “observadores de la prensa”, en un momento en que surgen todo el tiempo casos polémicos como el de la chica Candela. La cobertura de los medios de comunicación, considerada por muchos como superexplorativa, retoma un gran debate acerca de los límites en esa carrera. Sobre el tema, y para extender el debate para Brasil, el blog habló com Sérgio Fleury Moraes, periodista brasileño con más de 30 años de carrera (lea su perfil abajo). En el video arriba (en portugués), el periodista y escritor brasileño Heródoto Barbeiro también habla sobre ética en periodismo, citando el emblemático Caso de la Escuela Base en la ciudad de São Paulo en 1994.
Nuestra Vision: ¿Primeramente, usted cree que es necesario un Código de Ética para el ejercicio del Periodismo o el profesional debe actuar solamente según su entendimiento? ¿El fin de la obligatoriedad del diploma universitario para el ejercicio de la carrera en Brasil influi en este punto, en la medida en que habrá en el mercado de trabajo más profesionales sin formación académica (cuyo plan de estudios incluye conceptos de Ética)?
Sérgio Fleury Moraes: El Código de Ética es necesario, aunque ni siempre sea cumplido. Es importantísimo, para dar parámetros a la carrera. A propósito, otras categorías también tienen sus Códigos, como los abogados, médicos, etc. No creo que la formación académica sea pasaporte para establecerse una Ética. Hay muchos profesionales diplomados que practican un periodismo irresponsable. El problema es que, con el fin de la obligatoriedad del diploma y el crecimiento de la internet, cualquier uno actualmente aventurase en el periodismo. Mira, por ejemplo, cuantos blogs se proliferan en la red mundial de computadoras, sin que los responsables tengan compromisos éticos.
Nuestra Vision: ¿Cual es su opinión sobre el Código de Ética de los Periodistas Brasileños, propuesto por la Federación Nacional de los Periodistas (Fenaj) en 2007 y en vigencia desde entonces? En algún caso específico, usted cree que el texto censura la actividad del periodismo?
Sérgio Fleury Moraes: Creo que el Código deba ser modificado en algunos puntos. No estoy de acuerdo, por ejemplo, que ello autorice un periodista a trabajar en un vehículo de comunicación y, al mismo tiempo, tener un empleo público. El Código solamente exceptúa en el caso de este periodista hacer la cobertura sobre la organización pública para cual trabaja. En mi opinión, el periodista puede, sí, tener dos empleos, pero en vehículos privados (columnista de la revista “Veja” y periodista del diario “O Estado de S. Paulo”, por ejemplo).
Nuestra Vision: Recientemente en Argentina, surgió el caso Candela, una chica de 11 años que desapareció y después de 10 días fue encontrada dentro de una bolsa de plástico. El caso recibió gran cobertura de los medios de comunicación. El gran debate de los “observadores de la prensa” apunta incluso superexploración, en busca de audiencia o venta de periódicos. ¿Cuál es su opinión sobre ese tipo de práctica en el periodismo? Hasta qué punto los vehículos de comunicación pueden explorar un caso?
Sérgio Fleury Moraes: La exploración de casos policiales en los medios de comunicación es un problema serio – e crecente. Es puro periodismo sensacionalista. Debería haber un control sobre eso, pues la cobertura tiene límites y exponer víctimas en la tele o periódicos, así como transformar criminosos en supuestas “estrellas”, puede, incluso, incentivar ese tipo de crimen. La concurrencia alimenta ese tipo de cobertura y en muchos casos no hay apuración a fondo de la noticia. El episodio de la “Escuela Base” es emblemático sobre el tema, pues en aquella época los dueños de la institución fueron expuestos públicamente como molestadores de niños. O que importaba era noticiar en “primera mano”. Me recuerdo que el periodista Heródoto Barbeiro, de la TV Cultura, se recusó a noticiar el caso antes de promover una apuración minuciosa. Con eso, libró el vehículo de ser procesado.
Nuestra Vision: En Brasil, otro caso interesante es el de la joven Eloá Cristina, secuestrada en 2008 pelo ex-novio. Durante el período en que mantenía la victima bajo cárcele, Lindemberg Alves llegó a conceder entrevistas en vivo para la televisión. ¿En su entendimiento, también hube abuso por parte de la prensa?
Sérgio Fleury Moraes: Es como yo dijo en la respuesta anterior. Criminoso no es estrella y no debe ser tratado como tal. Eso, en la verdad, puede incentivar crímenes similares, pues hay muchos locos en ese mundo. Y el problema no está restricto a Brasil, pués hay históricos masacres en los Estados Unidos y países de Europa, donde el criminoso deja videos, cartas y firma manifiestos para transformarse en un “astro” de la tele o periódicos. Diría que es un dilema similar al del suicidio. Hay una norma en la prensa de que tal acontecimiento no debe transformarse en noticia, a menos que el envuelto sea una figura pública. E esto, dicen, es importante para no incentivar otros suicidios. Entonces, es lo mismo caso.
Perfil.
Sérgio Fleury Moraes es, antes de todo, un periodista por vocación. Su historia en la carrera empieza cuando tenía solo 12 años de edad, ocasión en que creó el pequeño periódico “O Furinho” en la ciudad de Santa Cruz do Rio Pardo, en el interior de São Paulo, Brasil. En 1977, durante la dictadura militar, Moraes – entonces con 17 años – fundó el “Debate”, que sería un marco en la historia del periodismo independiente fuera de los grandes centros en Brasil. El periódico tuve columnistas importantes en el país, como el periodista y escritor Fernando Morais y Fernando Henrique Cardoso, que después sería presidente de Brasil por 8 años. Si, en sus primeros años de existencia, el “Debate” se opugna al régimen dictatorial de los militares en el gobierno federal, después tuve que enfrentar la oposición de algunos gobernantes locales, o que le valió más de 100 procesos en la Justicia – prácticamente todos ganados por el periódico y su propietario. Fue en la década de 90, sin embargo, que el periódico conoció su peor opositor, un juez local que fue el centro de varias denuncias noticiadas por “Debate”. Después de otro proceso judicial, el periódico fue condenado a pagar una multa equivalente, actualmente, a cerca de R$600 mil, o 1,5 millón de pesos argentinos. Pero Moraes recorrió de la decisión y ganó el proceso en instáncias superiores de la Justicia brasileña años después.
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Ética: ser siempre, esse es el dilema
“O no ser” estas más presiente en el periodismo de hoy, el de esencia que pretende sólo el económico
Ética en la profesión de periodista siempre fue muy discutida, porque la información puede transformar opiniones y, hasta mismo, definir destinos. Ahora, en Argentina, suscita una discusión sobre el Caso Candela, cuya media manipuló el caso por las materias. En Brasil, en 2008, hube dos casos que a media fue muy criticada: en Caso Eloá y Caso Isabela. Aún, hube, en este año, un caso de noticia que fue dada pero no había ocurrido la muerte que afirmaba. Para profundizar más sobre la ética y sobre las leyes brasileñas que regí la profesión de periodista, entrevistamos Carlo Napolitano:
Caso Candela enciende una cuestión venida del inmediatismo del periodismo, transcúrrete de la pre producción de noticias y, en este caso, el desfecho del Caso (con la muerte de Candela), así como en Caso de José Alencar, que Folha de São Paulo comunicó en primera mano la muerte del ex vice-presidente del Brasil José Alencar cuando él estaba internado. ¿Qué puede hacer un periodista que trabaja en una media que ocurre casos frecuentes como este?
En Brasil, el periodista sino concordar con la decisión o imposición de determinada materia periodística por parte de la empresa, puede pedir demisión, solicitando hasta un pedido de indemnización por asedio moral.
¿Hasta qué punto, la ética determina limite al Derecho a la Información y la información de malo gusto en periodismo? ¿Auto-regulación de los medios puede ser una alternativa?
Sobre la auto regulación, en mi opinión, no creo que sea una salida. Es necesario la existencia de un árbitro, un tercero desinteresado, para solucionar conflictos. Ese árbitro es Gobierno en la figura de la Justicia. Y para que las decisiones de la justicia sean las más claras posibles es indispensable la regulación estatal.
¿Cómo coberturas periodísticas como en Candela, de Eloá y de Isabela pueden influenciar en las investigaciones y en la opinión pública?
Las coberturas periodísticas como en Caso Eloá y Caso Isabela no influencian, ellas simplemente determinan la investigación y la solución del caso. Caso Isabela Nardoni es ejemplar en ese sentido. Y estoy seguro que sucederá el mismo desfecho en Caso Eloá.
Carlos Napolitano
Doctor en Sociología por Faculdad de Letras de la Unesp de Araraquara de Brasil, mestre en Derecho Constitucional y es graduado en Derecho y Economía. Ingreso en área académica en 2003, en Universidad Estadual Paulista “Julio de Mesquita Filho” (UNESP) en la Facultad de Filosofía y Ciencia de la ciudad Araraquara ministrando clases para Relación Internacional. En 2006, inició su trabajo junto al Departamento de Ciencias Humanas de la UNESP Bauru, ministrando clases para los cursos de Engeñaría, Comunicación, Ciencia de la Computación y Arquitectura. Actualmente, su campo de pesquisa es Derecho Fundamental Comunicación, englobando temas como: ciudadanía, políticas públicas y políticas de comunicación.
postado Bruna Giorgi
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Caso Candela plantea la discusión sobre el código de ética
Por Aline CamargoEl desaparecimiento de Candela el 22 de agosto y su muerte el 31 de agosto, sorprendió a la gente que pudo seguir el caso día tras día en varios medios de comunicación en la Argentina. Casos como el de la niña, no sólo provocan discusiones sobre la seguridad del país en que vivimos, sino también sobre los medios de comunicación a que tenemos acceso todos los días.
La cobertura hecha por los medios de comunicación argentinos ha sido cuestionada, lo que provocó la discusión sobre un código de ética que establezca normas y caminos a seguir por los periodistas en el ejercicio cotidiano de la profesión.
Hablamos con Horácio Robustelli, periodista y profesor en la Universidad Nacional de Entre Rios sobre el tema:
Nuestra Visión: En Argentina, ¿existe un código de ética que regule la profesión de periodistas y comunicadores sociales?
Horácio Robustelli: No, lo que existen son códigos de algunas instituciones que nuclean a periodistas como el caso de FOPEA (Foro Del Periodismo Argentino) pero no un código de ética aplicado a todos los que ejercen la profesión, es un debate pendiente en la sociedad, habría que darlo y fuertemente.
N.V: ¿Estás a favor o en contra de un código de ética? ¿Por qué?
H.R: Estoy a favor de la discusión de un código de ética en el ejercicio de la profesión, esta tiene que ser amplia y convocando a todos los interesados como ocurrió con la ley de servicios audiovisuales. No se puede estar en contra de decisiones que de tomarse son parte del pensamiento de todos los comunicadores para el mejoramiento de la relación ciudadanos – médios- periodistas. En la Argentina este es un debate pendiente que hay que generarlo más allá de los intereses empresariales y en beneficio de la calidad periodística.
N.V: Algunos casos nos acercan a esta discusión, como el de Candela. ¿Crees que un código de ética podría mejorar la cobertura de este y otros casos? ¿De qué manera?
H.R: Es evidente que de haber existido un código compartido por todos la realidad del caso Candela desde el tratamiento de los medios hubiese sido otro muy diferente y hubiese ayudado más a todos incluida la justicia, pero sigue primando lo amarillo como recurso único de muchos y poco importa la gente y los protagonistas. El acontecimiento se lo toma como propio y se lo presenta como un desborde insólito de imagen, textos y comentarios fuera de todo principio de ética y de respeto al ser humano como tal. Así como un código de ética serviría para mejorar la relación del lector, el televidente o el escucha de radio, también creo que mejores condiciones de trabajo de los comunicadores de los medios cumpliendo por parte de las patronales los convenios de prensa y las leyes laborales sería un paso importante en el mejoramiento de la calidad y de las condiciones del trabajo periodístico en la Argentina.
N.V: ¿Crees que el profesional está preparado para hablar de questiones como políticas públicas, violencia o asuntos que involucran a niños y niñas?
H.R: Creo que los profesionales argentinos en la mayoría de los casos están formados como para poder afrontar profesionalmente la tarea en todos los ámbitos que hacen a las políticas públicas, a la violencia de género, a la inseguridad etc. etc., lo que pasa es que el condicionamiento ideológico de una prensa patronal los hace muchas veces cumplir órdenes diferentes y los mete en una pelea empresarial con el gobierno que no tiene nada que ver con la condición de informar utilizando las mejores herramientas de la profesión y se convierten en verdaderos cipayos de sus propios ideales.
N.V: En su opinión, ¿cuáles son los mayores errores que la prensa argentina comete al abordar temáticas cotidianas?
H.R: Creo que el peor error de la prensa en la Argentina, o mejor dicho de cierta prensa hegemónica, es pensar que son los dueños de la verdad absoluta de lo que publican y de cómo lo publican pensando que esto es en definitiva lo que el público quiere y no se dan cuenta que así como los diarios han ido perdiendo lectores, así los medios audiovisuales van perdiendo también consumidores y va ganando espacio los blog, los portales y ciertas emisoras que tratan de brindarle a la gente otra mirada diferentes del mismo acontecimiento y no una mirada sesgada y llena de mentiras e inexactitudes.
Perfil del entrevistado
Credito foto: Sin Mordaza
Horácio Robustelli tiene 65 años, es licenciado en Comunicación Social por la Universidad de Córdoba. Docente ordinario de las materias Redacción II, Publicidad y Propaganda Política y Gestión de la Empresa Periodística de la Universidad Nacional de Entre Ríos. Consejero superior docente, profesor visitante en la Universidad del Nordeste UNNE Corrientes en las materias Medios I y II. Periodista profesional en los diarios Córdoba y Tiempo de Córdoba desde 1973 a 1988. Director de la consultora de Opinión Publica ROBUSTELLI y Asociados, empresa con 30 años de trabajo de encuestas políticas en la Argentina y ex docente de las universidades de Córdoba y Santa Fe.
En otros medios de comunicación también se discutió la cobertura de la prensa:
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