Páginas

lunes, 13 de febrero de 2012

cambios en la estratificación social metropolitana : período 1985-2011


Como se observa en la imagen de apertura ( click para agrandar), después de 26 años, la región metropolitana ha reducido 6 puntos sus niveles de pobreza no indigente pasando de 18% en 1985 a 12% en 2011. La indigencia, no obstante, ha aumentado comparativamente 2 puntos (2% de 1985 vs 4% de 2011). Como ya se ha dicho, los registros de indigencia muestran en la actualidad descensos leves en un claro síntoma de inelasticidad y estableciendo los límites concretos de las políticas de asistencia social.

Complementariamente, los sectores medios en riesgo, aquellos que no logran duplicar con ingresos los valores de referencia de su línea de pobreza, han disminuido su participación un 8% pasando de 35% en 1985 a 27% en 2011. En síntesis, los sectores más vulnerables (indigentes, pobres y medios en riesgo) han descendido 12 puntos pasando de 55% en 1985 a 43% en 2011.

Estos 12 puntos han sido tomados por la participación de sectores medios plenos, medios altos y altos que han pasado de 45% en 1985 a 57% en 2011. Por primera vez desde la recuperación democrática, la participación de los sectores NO vulnerables supera el 50% de la pirámide socioeconómica.

A los efectos de la elaboración del presente trabajo de investigación y en atención a las recomendaciones bibliográficas, el estrato alto “super rico” se mantiene como una constante numérica a fin de dar una visión del fenómeno de transformación de la morfología social en su conjunto. Esta decisión metodológica encuentra sus premisas conceptuales en la inelasticidad a los procesos económicos de este grupo que se muestra insensible a la evolución de la actividad económica, a la evolución de los precios, al régimen del gobierno, a la situación fiscal, al endeudamiento internacional del país, etc.

“Los “super ricos”, menos del 1% de cualquier población, que concentran la leonina participación de la riqueza de los países, no son contados en la mayoría de los informes acerca de distribución del ingreso. Incluso aquellos que pretenden estudiar regularmente este tema, pasan por alto a los verdaderamente más ricos entre todos.

Todos los informes sobre distribución del ingreso se basan en las encuestas de hogares realizadas por los Institutos de Estadísticas y Censos que dejan regularmente afuera de la foto a la “gran plata grande”. Las dificultades, entonces, para dimensionar el tamaño y magnitud de lo que en una sociedad se considera como el techo de la pirámide más rica son manifiestas y la Encuesta Permanente de Hogares no está exenta a estas limitaciones. Así las cosas, los “super ricos” están sistemáticamente afuera del mapa de ingresos que relevan las estadísticas oficiales .

“El economista Paul Krugman señala que, no solamente el 20% tiene más riqueza comparado con el 80% restante. Dentro de ese 20% más rico, el primer 5% es más rico en comparación con el 15% restante. Asimismo, dentro de ese 5% más rico, el primer 1% es más rico en comparación con el 4% restante. Continuando con esta espiral, dentro de ese 1% más rico, el primer 0,25% es más rico que el 0,75% restante. En efecto, dicho 0,25% más rico percibe más ingresos que el 99,75% restante de la población en su conjunto.”

“Este fenómeno es extensible a casi todos los países del mundo”, entre los que la Argentina no está exenta. “Para interpretar el verdadero grado de desigualdad de la riqueza y la distribución del ingreso se debe abandonar el tratamiento del 1º quintil de ingresos (estrato medio alto) como si fueran la cohorte "más rica" del país. Pero para hacer eso, se necesita mirar más allá de las estadísticas. Se necesita poner el foco en ese minúsculo grupo, el ápice estratosférico que posee la mayoría del mundo.”

Como se ha observado, las limitaciones de las Encuestas de Hogares que miden ingresos son infinitas al momento de dimensionar la magnitud y caracterización de lo que podríamos llamar el estrato alto o super rico.

La EPH es un instrumento que mide ingresos en sus variadas modalidades. Los ingresos medidos corresponde al ingreso monetario mensual percibido por las personas encuestadas tanto en concepto de retribución por la o las ocupaciones que desempeñan como los provenientes de otras fuentes como jubilaciones o pensiones; alquileres; rentas o intereses; utilidades; beneficios o dividendos; seguros de desempleo; indemnizaciones por despido; becas de estudio; cuotas alimentarias; aportes de personas que no viven el hogar y otros (subsidios estatales, retiro voluntario, venta de pertenencias personales, premios de juegos de azar, herencias, limosnas, etc.). Sin embargo, la EPH no mide el stock de riquezas con precisión por cuanto aunque mida ingresos productos de rentas, utilidades, beneficios o dividendos, dicha información carece de confiabilidad por la escasa o nula representatividad como consecuencia de tamaños muestrales inferiores a las recomendaciones brindadas por el propio INDEC.

En este sentido y tan sólo a modo de ejemplificar, téngase en cuenta que si la EPH encuestara a una persona verdaderamente rica, este entrevistado aparecería, muy probablemente, sin ingresos laborales y aún en el caso de que su declaración de ingresos por rentas y utilidades fuera cierta, dicha información debería descartarse por el amplio margen de error producto de la escasa cantidad de elementos respondentes de este tipo. En sentido contrario, puede pensarse que aún cuando la información fuese confiable en términos estadísticos, resulta sugestivo creer que el informante revele con transparencia sus activos nacionales y / o internacionales.

El stock de riqueza del estrato alto “super rico” es multivariado y puede componerse de ingresos, propiedades, títulos, colocaciones, inversiones y otros, ya sean estos nacionales como extranjeros así como estar distribuídos en distintos sectores de la producción. Esta composición del capital resulta una suerte de “paraguas” o red de protección del sector “super rico” y constituye una de las razones centrales por las que estos sectores se muestran inalterables e insensibles, a los procesos traumáticos de las economías y sociedades de sus países; es decir, el estrato “super rico” puede "adquirir" una suerte de tecnología de insurance contra los shocks macro adversos.

Si bien las fluctuaciones del ciclo económico perjudican de manera diferencial a las personas con distintos niveles de ingreso, sobre todo en países como la Argentina en donde la variabilidad de dicho ciclo es mayor y en especial si a esto se le suman devaluaciones de la moneda, aumentos de precios, etc, es cierto también que el estrato alto “super rico” parecería encontrarse más protegido en términos de pérdidas de ingresos ante las sucesivas crisis. Esto puede entenderse desde la teoría de la diversificación de portfolio combinada, eventualmente, con elementos del clásico enfoque del capital humano.

La mayor disponibilidad de activos por parte del sector “super rico” conjuntamente con el manejo de mayor cantidad y calidad de información sobre la realidad económica, permite una mayor diversificación del porfolio, esto es, la canasta de activos de los “super ricos” permite asegurarse contra los "estados malos de la naturaleza". Así las cosas, una combinación de activos (propiedades, colocaciones, depósitos, inversiones físicas y finacieras tanto nacionales como internacionales) es lo que permitiría disminuir los riesgos antes los eventuales avatares de una economía. Por ejemplo, si bien en la crisis económica de finales de 2001, las personas con mayores ingresos y riquezas pudieron haber perdido parte de su riqueza "local", en términos de dólares; por otro lado, sus activos en el exterior se valorizan en términos de moneda doméstica, lo que en términos de poder de compra local, los deja más o menos en la misma posición previa a la crisis. Debe destacarse que la afección a estas crisis depende de las proporciones y el modo de composición de cada tipo de activo en el porfolio. En esta perspectiva teórica, puede justificarse mantener constante la proporción de "super ricos" de un país .

La dificultad, entonces, de describir el interior del 1% del estrato alto “super rico” ha sido presentada y en atención a las anteriores consideraciones, debe concluirse que las encuestas de ingresos son representativas de lo sucedido hacia el interior del 99% de la población.

inflación, pobreza y distribución del ingreso

Leemos a Zaiat en Página 12:

Los errores de diagnóstico y de pronósticos posteriores de economistas enrolados en la corriente ortodoxa se han reiterado en los últimos años. Existen motivaciones políticas y razones monetarias para ese comportamiento que afectaría la autoestima de cualquier otro profesional. Algunos expresan también el convencimiento ideológico liberal sobre la capacidad del mercado de autorregularse para alcanzar el equilibrio, aunque la evolución de la economía mundial en estos tiempos los está poniendo en aprietos. Pero los militantes del pensamiento conservador no están solos en esa incansable batalla de acomodar deseos a la realidad, sino que han conseguido compañía de representantes de vertientes de la izquierda y del centroizquierda.

Para unos y otros, un análisis ajustado de la situación debería ser relevante porque de esa forma podrían explicitar una posición contundente para una acumulación política que les brindaría mayor legitimidad social. Caso contrario, ésta queda dañada. Si no hay día en que los economistas del establishment no expresen la presencia de una economía del ajuste, cuando se está desarrollando la temporada de turismo y consumo record, su credibilidad, no su influencia, queda afectada. Lo mismo pasa con economistas y políticos del denominado progresismo cuando abordan la cuestión social, no así cuando cuestionan el manejo de los recursos naturales, como los hidrocarburos o los minerales. No se cansan de repetir que “la inflación es una fábrica de pobres”, que “aumentó la pobreza” y que “empeoró la distribución del ingreso”. Los fríos datos contrarían esa alarma.

La idea de que el alza de precios deteriora el poder adquisitivo de la población es cierta mientras no haya una recomposición de ingresos igual o mayor que ese aumento. Esto es lo que ha habido en los últimos años. La mejora en términos reales del salario en 2011 ha sido muy importante. En promedio, el alza nominal fue de 29,4 por ciento, mientras que las jubilaciones mejoraron 34,15 por ciento, y comienzan con un piso del 17,62 para este año. Considerando cualquier indicador de inflación, el aumento real de los ingresos ha sido sustancial. ¿Cómo se explica que con inflación no haya retrocedido el ingreso de los sectores más vulnerables, como postula el pensamiento convencional? Porque la actual inflación no es por factores monetarios o fiscales, sino que, fundamentalmente, es por la intensa puja distributiva en un contexto de fuerte crecimiento, con precios elevados de los commodities.
Entonces, la fortaleza recuperada de los sindicatos y la caída del desempleo por el dinamismo del mercado interno generaron las condiciones para una suba del salario real. Esto es que la suba nominal del salario fue mayor que el alza de los precios. A la vez, la política oficial en materia previsional, con el fin de las AFJP y la movilidad semestral de los haberes junto a la Asignación Universal por Hijo, lograron una recuperación de los ingresos de jubilados y de grupos sociales marginados del circuito productivo y de consumo.

La otra sentencia se refiere a que ha habido un aumento de la pobreza aunque no se armoniza con la evolución de los datos, el comportamiento de las principales variables del consumo popular y con el resultado político-electoral. La crisis del Indec por el Indice de Precios al Consumidor genera perturbaciones en ese análisis. En un reciente estudio sobre evolución de la pobreza e indigencia de la Consultora Equis, liderado por el sociólogo Artemio López, se indica que la pobreza bajó de 21,9 a 17,6 por ciento, a junio del año pasado en relación con el mismo mes de 2010. La indigencia retrocedió de 5,4 a 4,3 por ciento en el mismo período (ver gráfico). Artemio López no oculta su identificación con el kirchnerismo y, por ese motivo, el progresismo opositor rescataba sus análisis cuando en 2007-2009 advertía sobre un alza de la pobreza o cuando difundía sus estimaciones de la evolución de los precios de una canasta de bienes y servicios, por encima de la relevada por el instituto estadístico oficial.

El mismo Artemio López, en un informe preparado junto a Martín Romeo, ahora señala, en base a estimaciones propias y a datos de la Encuesta Permanente de Hogares del segundo trimestre de 2011, que la indigencia y la pobreza han descendido en el último año. Sus datos son bastante más altos que los que presenta el Indec, pero igual marca una tendencia a la baja.

López y Romeo afirman que el descenso de la pobreza por ingresos es tan significativo que constituye el registro más bajo alcanzado por un gobierno desde la recuperación de la democracia. Para evaluar la magnitud de dicha caída, compararon la estratificación actual de la zona metropolitana (Ciudad de Buenos Aires y partidos del conurbano de la provincia de Buenos Aires) con la registrada en 1985, definiendo categorías de medio y medio alto, medio pleno, medio en riesgo, pobre no indigente, indigente. Esa comparación se justifica por tres razones:

1) Es el aglomerado urbano más importante donde reside el 31,9 por ciento de la población total.

2) En donde se materializa aproximadamente el 57,5 por ciento del ingreso total del país.

3) Y es el de mayor memoria estadística oficial por cuanto se disponen datos desde 1974...

Completo acá


PD: El que requiera el estudio completo sobre pobreza e indigencia de consultora Equis, lo pide dejando mail en comentarios, en breve lo enviamos

No hay comentarios:

Publicar un comentario