jueves, 16 de febrero de 2012

este tiene que estar en la carcel comun , que esperan estos asesinos no mejoran

“Mario Facino sigue generando temor y ostenta su impunidad”

En esta afirmación coincidieron testigos y querellantes y militantes de derechos humanos consultados sobre la noticia de que el ex presidente comunal habría violado su arresto domiciliario.
Agenciafe/Diario UNO |
“Mario Facino sigue generando temor y ostenta su impunidad”
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La vida de todos ellos fue surcada por la figura de Mario Facino, se indignaron cada vez que fue electo como presidente comunal de Rincón; esperaron casi 30 años para poder verlo sentado en el banquillo de acusados; celebraron las altísimas penas que recibió en dos juicios por delitos de lesa humanidad por crímenes cometidos durante la dictadura, y ahora, cuando creían que la balanza se había inclinado definitivamente hacia el lado de las víctimas, enfrentan un posible revés: la posibilidad de que Mario Facino haya violado la prisión domiciliaria.


Diario UNO dialogó con cinco referentes sobre el tema, se trata de testigos y querellantes de las causas Brusa y Alicia López y con militantes de derechos humanos de la provincia, quienes se mostraron “profundamente” preocupados por la noticia conocida el lunes pasado a última hora, que situaba al represor y ex comisario de la comisaría cuarta de Santa Fe, Mario Facino, tomando un café en un supermercado de Colastiné Norte.


“Facino está actuando con absoluta comodidad, se siente impune”, expresó Patricia Isasa, testigo de la causa Brusa y cuestionó que “ese margen de movilidad lo logra porque hay fallas en el protocolo de control de ejecución de pena.


“En este caso –continuó– hay una clarísima falla del control penitenciario, que debería ser sorpresivo, intermitente y discontinuo. Hay protocolos de control preestablecidos que no se están cumpliendo. Facino está actuando con absoluta comodidad, a punto tal de que va a tomar café a un lugar sumamente concurrido. Estas cosas suceden cuando se sienten impunes, cuando el Estado provincial está fallando en el rol que debería cumplir. Entonces, el Tribunal no puede permitir que en la calle circulen personas condenadas por delitos aberrantes y el Ejecutivo tiene que cumplir su rol de control”.


Quien también cuestionó el aspecto político del tema fue Graciela Rosello, testigo en la causa Brusa y también en la de Alicia López: “La sensación que tengo es que el temor ha producido una habilitación política que resquebraja el sentido de los juicios que venimos llevando adelante”.


Asimismo, los consultados volvieron a plantear el debate sobre la viabilidad de otorgar beneficios a condenados por delitos de lesa humanidad: “La cuestión ha sido muy debatida entre los compañeros. Algunos consideran que deberían regirse bajo las mismas normas que los presos comunes, sin embargo, otros –entre quienes me incluyo– creemos que cuando se trata de delitos de lesa humanidad no deberían poder acceder a salidas transitorias ni a prisión domiciliaria. El fundamento para esta postura son los vínculos de estos criminales con el poder y los recursos con los que cuentan y que los hacen tan peligrosos”, agregó Rosello.


Y a su postura se sumó Alejandro Córdoba, de la Liga Argentina de los Derechos del Hombre. “Hemos manifestado muchas veces nuestro total rechazo a la posibilidad de que los condenados puedan salir. La condena a Facino en el juicio por Alicia López, era de cumplimiento efectivo y en una cárcel común. Vemos estos beneficios, de salidas transitorias y de prisión domiciliaria, como una alternativa a frenar el avance de las causas. Como no pueden parar los juicios, lo que queda es condenarlos y después dejarlos salir. El resultado es este que estamos viendo, que violan las condiciones impuestas. No hay otra forma de explicar esas contradicciones entre una condena y una posterior flexibilización de la pena”, opinó.


Córdoba fue uno de los testigos del juicio por la desaparición de Alicia López, que relató en qué condiciones vio a la profesora de letras, en uno de los calabozos de la comisaría 4ª cuando Facino era el jefe de la misma. “Un día taparon la mirilla de la puerta con un cartón. Pero yo pude ver que traían a una persona en brazos, tapada con una manta. La llevaba un policía, sin armas, pero que tenía un cuchillo en la cintura. La dejó a esa persona en el calabozo, pero no salió enseguida, lo que nos llamó la atención. Cuando el policía se fue, la persona que estaba en la celda se pudo incorporar, se asomó y nos dijo quién era, que se llamaba Alicia López y que había sido violada por el policía que la trajo”, recordó.


Esas memorias no sólo no se olvidan con el paso del tiempo, sino que además, cada tanto hay expresiones que demuestran que el poder de los represores no está agotado por completo. “Cada 24 de marzo tenemos pintadas y amenazas a compañeros militantes. El temor que infunden estas personas aún está a flor de piel. Si bien las conquistas en materia de juicios por delitos contra la dictadura son muchos y hemos logrado varias conquistas, estas situaciones son un claro retroceso y dejan de manifiesto la impunidad con la que operan”, expresó Graciela Paccot.

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