lunes, 5 de marzo de 2012

hay buduuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

competencia en mar de ajo

El vicepresidente viajó en uno de los Tango para ver una carrera de TC

El domingo venía de la Fiesta del Sol, en San Juan, y aterrizó en Santa Teresita con el avión presidencial. Viajes oficiales y gustos personales.

Por Mariano Confalonieri
04/03/12 - 01:06
El vicepresidente viajó en uno de los Tango para ver una carrera de TCTango 02. Boudou baja del avión presidencial con su asesor Juanchi Zabaleta. Ese mismo día, tras la carrera, regresó a Buenos Aires.

Amado Boudou está atravesando tiempos turbulentos. La investigación judicial que intenta dilucidar si tuvo algún vínculo con la compra de la ex Ciccone Calcográfica lo tiene a mal traer. Sin embargo, el vicepresidente se muestra activo. Ayer estuvo en la Fiesta de la Vendimia, en Mendoza, y hace una semana fue a ver la primera carrera de TC emitida por la Televisión Pública, en el marco del programa Automovilismo para Todos.
Lo que les llamó la atención a muchos habitantes del Partido de la Costa (municipio donde el vice fue funcionario) fue que Boudou llegó en el Tango 02, uno de los aviones de la Presidencia, acompañado por su equipo de asesores. El argumento que esgrimen en el entorno del vice para justificar el uso de la aeronave es que se trató de un acto institucional, la primera transmisión pública de la competencia.
¿Califica como acto institucional la emisión de una carrera de TC? Es opinable. El vice llegó el mismo domingo (venía desde San Juan, donde había estado el día anterior en la Fiesta del Sol) y luego regresó a la Capital Federal. Observó el triunfo del piloto marplatense –la ciudad natal del vice– Lionel Ugalde y subió al podio con él.
Estuvo acompañado por Juan Zabaleta, secretario administrativo del Senado, y Sergio Poggi, su ex vocero, que ahora es jefe de prensa de Hernán Lorenzino, el ministro de Economía.
La aeronave llegó al aeropuerto de Santa Teresita a las 11. Boudou descendió con un look informal, una campera de cuero negra y una remera al tono, con jeans. Se sacó fotos y partió al autódromo Rubén Di Palma. Boudou es un confeso amante de la velocidad, de los autos y de las motos.

Costos. Mover el Tango 02 cuesta aproximadamente 30 mil pesos para un viaje ida y vuelta. Eso incluye el combustible, el pago a los pilotos y el catering. Cuando el vicepresidente era Julio Cobos, utilizaba el Tango 02, el 03 y el 10, en ocasiones, para ir y volver a Mendoza. Después de la Resolución 125, el uso de los aviones le quedó prácticamente vedado, con la excepción de cuando el radical quedaba al frente de la presidencia por ausencia de Cristina Kirchner.
La utilización de la flota de aviones presidencial no está regulada por ninguna norma, así que no hay ningún impedimento legal para que Boudou la utilice incluso con motivos personales. Es una regla no escrita que debe usarse para viajes institucionales y no para actos que dudosamente puedan ser calificados como parte de la agenda de Gobierno. Los gastos de las aeronaves de la Casa Rosada son pagados con fondos de la Presidencia. La flota es usada con frecuencia por Boudou. En la campaña, por ejemplo, se movía todo el tiempo al interior con aviones oficiales.
El Ejecutivo decidió quitarle el negocio del TC a Clarín, como lo había hecho con el fútbol, para que pueda ser visto por más cantidad de argentinos, para que no sea restringido. El vice calificó el hecho como “una medida de inclusión”. Para la empresa afectada, el Grupo Clarín, y para dirigentes de la oposición, se trata de una embestida contra el multimedios y no de una medida por la inclusión. Lo concreto es que el fútbol (de la A y la B) y el automovilismo ya se pueden ver por Canal 7. Y Boudou disfrutó de la primera carrera llegando al lugar en la comodidad del avión presidencial.

Disgusto y búsqueda de culpables por los “boudous”
Furioso. Así estaba Amado Boudou después de la Asamblea Legislativa. No por el discurso de la Presidenta, claro está. Sino porque desde un palco de la Cámara de Diputados, donde se desarrolló la ceremonia, cayeron billetes falsos de 100 pesos, con su cara y la leyenda: “Boudou miente”. La primera idea que circuló en la presidencia del Senado fue que el autor intelectual de los hechos había sido Gerardo Morales, pero se descartó, sencillamente porque las gradas del Congreso en este tipo de actos son ocupadas por tropa propia, es decir, militantes K o funcionarios del Gobierno. Entonces, Boudou empezó a mirar a sus enemigos internos. Al primero que, dicen, le apuntó fue a Florencio Randazzo, ministro del interior, aunque sin fundamentos. Cada vez que ocurre algo, Boudou tiene la costumbre de pensar que detrás de todo está Randazzo, sólo por el hecho de que se disputan parte del armado político en territorio bonaerense. Pero como no existe ni una sola prueba sobre los autores de la “broma” que molestó al vicepresidente, también circuló otro nombre, el de Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior. Ese día, Moreno se lució repartiendo alfajores y globos con la leyenda: “Clarín miente”. Lo concreto es que a las gradas no sólo accede tropa propia sino que además tiene que estar acreditada debidamente ante las autoridades de la Cámara. Los billetes, claro, hacían referencia al vínculo que algunos le atribuyen a Boudou con la compra de la imprenta Ciccone Calcográfica, la única privada capaz de emitir papel moneda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario