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domingo, 6 de mayo de 2012


Efecto spot
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La polémica generada por el aviso de las Malvinas activó un conflicto trabado desde octubre; la aduana liberaría en la semana los materiales de los deportistas olímpicos 
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FotosClaudio Morresi, Secretario de deportes
El polémico spot rodado en las islas Malvinas con el jugador de hockey Fernando Zylberberg como protagonista, y presentado por el gobierno nacional como una campaña de cara a los Juegos Olímpicos 2012, no sólo tuvo repercusiones negativas en el exterior, sino también en el seno de los deportistas argentinos. Y el doble impacto propició, paralelamente, la aparente solución para un tema que tenía preocupados a muchos atletas: la retención de material de entrenamiento en la Aduana, indispensable para la preparación.
"El spot nos duele mucho a los deportistas. Ya que se diga video polémico nos duele. Es como que te digan fracaso. Nadie discute el tema Malvinas, pero no es el ámbito para pelearlo antes de los Juegos Olímpicos. Es inoportuno. Zylberberg está afectado por lo sucedido. Y no quiero ni pensar qué puede pasar y cómo se pueden sentir los atletas si nos llegan a chiflar en la ceremonia de apertura", dijo Juan Curuchet, presidente de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Argentino (COA), por radio Mitre. Para agregar: "El spot dice que nos entrenamos en las islas, pero en realidad mucho no se pueden entrenar los atletas porque hay material retenido en la Aduana desde el 9 de octubre".
La denuncia de Curuchet, algo que también había sido mencionado hace dos semanas por Walter Pérez, con quien logró el oro olímpico en Pekín 2008, impactó mediáticamente y provocó pedidos de soluciones urgentes. Los elementos retenidos alcanzan un valor de 8 millones de dólares. Anoche, el propio Curuchet aseguró a La Nacion que "la situación está solucionada". Y adelantó: "La semana que viene ya tendremos los materiales".
A 82 días del arranque de los Juegos, los deportistas prendieron una chispa que chamuscó al Gobierno y a la Secretaría de Comercio Interior, que dirige Guillermo Moreno. Los planes de trabajo de las distintas disciplinas contemplaban el ingreso de los nuevos implementos para octubre de 2011. Siete meses después, y cuando muchos se hallan en plena lucha por conseguir las marcas mínimas para clasificarse, todavía deben entrenarse con los elementos viejos, algunos de ellos ni siquiera en condiciones.
La situación parece salida de otras épocas, en las que el deporte olímpico tenía un presupuesto exiguo y los buenos resultados eran producto del esfuerzo personal de los atletas y no de la política deportiva argentina. La creación del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) -gracias a la ley 26.753, promulgada en 2009- implica un paliativo para la escasez de billetes (ya que el Enard se financia con el 1 por ciento de cada comunicación por telefonía celular) y una mejor planificación. Hasta que Moreno se retrasó en poner la firma y la planificación de muchos olímpicos y paralímpicos se fue al tacho.
"Le pido a la Presidenta, de corazón, como deportista, que revea esto porque los chicos necesitan los materiales para prepararse. No hay forma de adquirirlos en Argentina", explicó Curuchet. Sobre los elementos que esperan una firma para poder ingresar en el país, el ex ciclista precisó: "Hay bicicletas, remos, GPS, cintas para que compitan discapacitados. Para poder entrenarse o mejorar y competir de igual a igual se han comprado materiales de última generación. La mayor cantidad de chicos se está entrenando con instrumentos viejos", relató.
El ex deportista marplatense detalló que una de las respuestas recibidas fue que, para dejar pasar la mercadería adquirida en el exterior, los deportistas tendrían que exportar para compensar la balanza comercial. "Cuando hablé con el secretario de Deporte [Claudio Morresi] me dijo que para importar necesitamos exportar, pero nosotros no tenemos posibilidad de exportar; exportamos deportistas, calidad, nombres, imagen", puntualizó.
Curuchet detalló que hizo todas las gestiones para destrabar el tema y que le mandó un correo electrónico al secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli, pero "no tuvo eco". El mail terminó en la Secretaría de Deporte de Morresi, que depende del Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Alicia Kirchner. En declaraciones a radio 10, el ex futbolista culpó del caso al importador por las trabas burocráticas: "Trataremos de solucionarlo rápido luego del mal manejo que tuvo el importador". Y añadió: "El Enard está presentando una nueva carta con todo lo que tenemos que exhibir ante Moreno. Con una excepción, vamos a poder sacar los materiales".
El presidente del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein, que sugestivamente no se quejó en forma pública del tema como sí lo hizo Curuchet, también trató de bajar los decibeles: "Hablé con Moreno y me dijo que se solucionará en los próximos días. Este es un problema puntual. No tenemos parado el deporte olímpico", dijo. Y agregó: "El régimen de importaciones es igual para todo el mundo. Me gustaría que hubiera un tratamiento más automático, pero hay que someterse a las mismas reglas que el resto".
La polémica suscitada por los implementos de los deportistas argentinos se propagó en la prensa de todo el continente americano, y tanto las agencias de noticias como las principales páginas de Internet reflejaron el reclamo de Curuchet para destrabar la situación. El spot televisivo del Gobierno, que mezcla Malvinas con los Juegos Olímpicos, terminará siendo un efecto indirecto para destrabar un conflicto que llevaba siete meses.
Alrededor de 40 mil personas asistieron a la inauguración del Estadio Olímpico de Londres. Fue la primera gran apertura de cara a los Juegos, y se produjo exactamente 2012 horas antes de la ceremonia de apertura. "Los últimos siete años han pasado volando. Hoy es cuando comienza la historia de verdad. Agradezco a todos los que han venido a celebrar este momento histórico", dijo el ex atleta Sebastian Coe, presidente del Comité Organizador de Londres 2012.

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