La seguridad no
es una prioridad para el Intendente Corral. La ciudad de Santa Fe destinara tan
solo el 0,6% del presupuesto para combatir el delito durante el año 2013. No es
una cuestión de recursos, sino de decisión política. Otros Municipios, como el
de Tigre, le asignan el mas del 7% de los gastos y son un ejemplo en políticas
de prevención de la inseguridad. Los Santafesinos queremos vivir en una ciudad
segura, este intendente parece querer lo contrario.
PRESUPUESTO MUNICIPAL: LA GRAN OPORTUNIDAD
El tema es la
seguridad, la prioridad número uno de la gente. Por ello, nuestra propuesta es
repasar aciertos y desafíos que afronta la actual gestión municipal en esta
materia, especialmente en términos de presupuesto, cuando ya es público el proyecto
de ejecución de recursos y gastos para 2013.
Partamos del
acierto: la creación en 2008 de la Subsecretaría de Seguridad y Prevención Ciudadana. Una medida "de
manual" para los tiempos que corren y que demostraría que la seguridad de los
vecinos forma parte de la agenda del Intendente.
Ahora bien, en
correlato con la estructura política debemos evaluar qué partidas se le asigna,
para no caer en una decisión puramente demagógica amparada en la creación de
cargos y nada más.
Son dos los
programas en seguridad que se ejecutan en el ámbito municipal:
El de Seguridad Institucional, que prevee una partida
de $16,5 millones, asignado principalmente a la paga de los 180 agentes que
integran la Guardia de Seguridad Institucional creada en 2008
para el resguardo de los bienes y los recursos humanos en las dependencias
municipales y espacios públicos.
El de Prevención y Seguridad Ciudadana, cuya finalidad
es la participación del municipio en la reducción de los índices delictivos y de
inseguridad de la población. La partida prevista es de apenas $7,7 millones, lo
que significa un 0,6% del presupuesto 2013.
Como lo hemos
manifestado en otros análisis, el dato no se comprende para quienes no somos
expertos en seguridad si no es sometido a comparación, y en este caso nos
permitiremos ambos escenarios: externo e interno.
Hacemos la
aclaración que cuando uno tiende a comparar pretende hacerlo "para arriba", al
solo efecto de imaginar cuan alto puede llegar.
Veamos primero el
externo. Para ello tomamos dos partidos del conurbano bonaerense -ambos cercanos
a los 300 mil habitantes-, que al igual que nosotros a enero de 2008, al ver que
la inseguridad empezaba a explotarle en las manos a los Intendentes, decidieron
crear estructuras y encarar un trabajo a mediano y largo plazo. Hoy se destacan
a nivel nacional como ciudades con políticas activas en seguridad.
El municipio de Tigre tiene asignados para 2012 $108
millones (7,7% del presupuesto), mientras que el de San Miguel $40 millones (4,5%). Todo ello en el
marco de la prevención del delito, que es donde también el "manual" indica que
deben entender los municipios. Recordemos, la actual gestión progresista solo
asignará $7,7 millones de aprobarse el proyecto de presupuesto para el próximo
año.
Entendemos que
habiéndose convertido en la prioridad número uno de la agenda social el
Intendente no puede permanecer ausente y, tal como lo reconocen los Intendentes
bonaerenses de Tigre y San Miguel, debería realizar las inversiones en seguridad
en reemplazo o detrimento de otras áreas.
Sirva el párrafo
anterior para introducir el contexto interno y cotejar la inversión propuesta en
la prevención del delito con otras áreas y en este caso tomaremos, y no por
casualidad, el área de Comunicación, que prevee una partida de $20,2 millones
para 2013, afirmando que esta gestión destina casi 3 veces más recursos para
comunicar que para cuidar a sus vecinos.
No nos sorprende.
Desde la Secretaría de Comunicación el ejecutivo municipal construye su relato
maestro: se anunció un plan de seguridad anual para la ciudad que no
existe; se anunció la instalación de cámaras en las principales avenidas de
la ciudad y no se hizo nada; se nos quiere hacer creer que
Santa Fe es una de las ciudades líderes en materia de seguridad, cosa que no es cierto. He
aquí una de las profundas diferencias con la actual gestión: nosotros creemos
que la mejor forma de comunicar no es anunciando, sino haciendo.
A la luz de los
datos aportados, podemos concluir que la seguridad no es una
prioridad para el Intendente. Corral debe asimilar que la gente lo ha
elegido para darle respuesta, para intervenir en la prevención del delito y
colaborar con la provincia -tal como lo pidió el Gobernador algunas semanas
atrás (8)-, no para lavarse las manos.
La magnitud del
desafío de Corral depende exclusivamente de su decisión política. Los
santafesinos merecemos tener un intendente que se ocupe de priorizar nuestra
seguridad y no un mandatario ausente de los problemas.
Diego
Degano
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