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miércoles, 7 de noviembre de 2012

del blog de artemio lopez

para pensar el 8n



Al analizar el funcionamiento del sistema de medios actual sugerimos que la redundancia y el acotamiento geográfico explicaban el impacto escaso de los temas que se han generado desde los aparatos mediáticos opositores en el último tiempo, desde el caso Schoklender hasta la ley antiterrorista, la megaminería, el proyecto X y el más reciente affaire Ciccone, el “cepo al dólar” e impuesto al uso de tarjetas para viajes al exterior y la famosa "cadena Nacional"

Ciertamente algunos han generado algún ruido entre los adherentes y electores progresistas no peronistas del kirchnerismo, que representan el 8 por ciento del total del universo oficialista en general, pero ni en ese universo ni en el general de votantes al FPV en octubre de 2011 se observan cambios estadísticamente significativos en la arquitectura de preferencias nacionales.

El impacto metropolitano de los medios opositores, que son los que llevan la delantera en la instalación de estos temas –aunque sin mayores réplicas nacionales importantes en los medios, incluso los opositores, del resto del país–, no parece alterar en nada la arquitectura de audiencias de octubre y lo que logran es redundar sobre aquellos que ya estaban convencidos. Algo así como cazar en el zoológico.

Así las cosas las movilizaciones organizadas como se observa acá de las clases medias y medias altas porteñas residentes en el centro norte de la CABA con muy limitadas réplicas en el primer cordón del GBA , Mar del Plata, Rosario, Córdoba Capital y Mendoza Capital, son la materialización en otra dimensión del fenómeno de la redundancia.

Se trata de segmentos relativamente acomodados que ya adversaron al oficialismo en 2011 y vuelven a expresar su descontento esta vez más exacerbados por la escalada en la agenda de medios opositores, en franca disputa con el gobierno desde el año 2007, con aceleración a partir del año 2009 y la fuerte insatisfacción que manifiestan con la oposición político partidaria realmente existente que no logra representar eficazmente estos reclamos, insatisfacción cuyo indicador más notorio fue la consigna "Lanata Presidente" , como se analizara acá.

La presencia de la agenda mediática replicando sobre las demandas de los porteños de medio y alto nivel económico social era nítida en el caceroleo del jueves 13 de setiembre y lo será mañana , expresada en consignas que pintadas en prolijos carteles como los que propone Patricia Bullrich en su página , que parecen extraídas de los editoriales de analistas políticos opositores , algunas de ellas altivas y honorables como "Libertad, libertad,libertad" .

Pero no solo de libertad vive el hombre y muchas otras consignas de los cacerolos - el pasado 13 de setiembre que volverán mañana - , estuvieron orientadas a recrear el imaginario de convivencia armoniosa y fino humor que caracteriza a los sectores acomodados que se empeñan en sostener sus risibles privilegios: “Puta, chorra y montonera”, “Morite, yegua, morite” o, ya en un tono más latinoamericanista, “Andate a Cuba, la puta que te parió”...

En síntesis entonces, desde el punto de vista político-electoral nada nuevo bajo el sol. El sistema de preferencias de octubre no se altera .

Al igual que las audiencias de los medios opositores , las caceroleadas televisadas de los segmentos medios y altos porteños resultan hoy una práctica típica del fenómeno de audiencias redundantes, con epicentro en el centro norte de la CABA y bastante poco productiva al momento de inducir cambios en el estado de opinión pública nacional, que sigue teniendo al oficialismo como mayoría nacional sólida de preferencias y a la gestión del gobierno nacional en general, y la coyuntura socioeconómica favorable , empleo y consumo en particular, como el eje de esta mayoría electoral, atributos que no manifiestan cambios sustanciales a pesar de la coyuntura crítica a nivel internacional y regional que impacta en el país, como se vio acá.

Finalmente cabe señalar que la fortaleza relativa del oficialismo es también el resultado de la estructura fragmentada de la oposición, que no logra resolver su formato de archipiélago patentizado en las elecciones de octubre de 2011 y aún lo profundiza con las nuevas eventuales candidaturas de Maurico Macri y José Manuel de La Sota . Ambas ofertas opositoras ausentes en Octubre , impactan sobre el 45,89% que no votó FPV en 2011 y consolidan aún más la arquitectura de archipélago opositor.

En efecto, al igual que Mauricio Macri, que acumula 9% de intención de voto nacional y para eso plancha en 13% al FAP que obtuviera 17% en 2011, De la Sota que proyecta 5% nacional de intención de voto , seguirá redistribuyendo los votos opositores bajo la lógica de suma cero. Todo lo que obtenga (y no será mucho más de este 5% probablemente), lo obtendrá a costa de otros candidatos opositores.

Hay pues una paradoja en este escenario construido en octubre de unidad oficialista y fragmentación opositora y que sólo una fuerte caída en el empleo y el consumo alterará dada la composición del electorado del FPV donde , como ya analizamos, el 50% de sus votantes es sensible a estos atributos de gestión. Así las cosas, el oficialismo y la oposición han constituído electorados estancos que no se comunican.



Cada nueva alternativa opositora y aquí la paradoja, redunda sobre el mismo electorado y cobra volumen sobre idéntico 45,89% de ciudadanos que adversaron al oficialismo en 2011 , debilitando aún más la unidad de la oposición, estirando la distancia (ya récord por su magnitud en 2011) existente entre el oficialismo y la segunda alternativa electoral y esta circunstancia no hay cacerolazo porteño de poco volumen pero gran visibilidad mediática que logre modificarla.





elecciones en usa...

Ganó Obama .

más sobre las calificadoras de riesgo ...


En estas últimas semanas, diversos hechos hicieron que las agencias de calificación de riesgo (ACR) pasaran a estar en boca de todos. Por un lado estuvo la pesificación de los bonos chaqueños, que tras haber sido amplificada mediáticamente como default por las ACR, terminó generando un aumento en los costos de financiamiento para todas las provincias.

Sin embargo, tanto en Yendo a Menos como en Analytica se encargaron de explicar que esto no es un default. Por otro lado, Natalio en su último post puso en contexto los números para mostrar lo insignificantes que son.

El segundo hecho vino de la mano de todo el revuelo que están generando los fondos buitres, motivo por el cual las ACR decidieron rever la “B” que tiene en la actualidad la deuda argentina.

Ahora bien, ¿qué papel juegan estas calificadoras? ¿Cuál es la importancia que tienen para la economía de un país? ¿Cómo se insertan en la arquitectura financiera actual?

Como se infiere por su nombre, estas agencias se encargan de calificar la capacidad de pago de distintos tipos de instituciones (empresas, gobiernos, etc.). Estas calificaciones juegan un papel clave en el humor de los mercados, ya que los agentes financieros se basan en ellas para realizar sus inversiones. Resulta fundamental resaltar que, por lo general, las calificaciones preceden al movimiento de los mercados. Es decir, las inversiones se mueven hacia un país porque éste tiene una buena calificaciones; y no viceversa. De este modo, las buenas calificaciones son esenciales para acceder a los mercados financieros, vía ingreso de capitales extranjeros o a través de endeudamiento externo.

Hasta acá parecería tener lógica: Los inversores extranjeros no suelen tener buena información sobre todos los países, por lo que resulta necesario que existan estas agencias que se dedican a analizar las variables económicas (fundamentals) que explican la capacidad de pago de un país.

Sin embargo la realidad casi nunca se condice con la teoría, y esto se debe a que entran a jugar otras variables como son los intereses económicos, el poder político, etc. que terminan generando resultados distintos, y en muchos casos diametralmente opuestos.

Así, las ACR tuvieron un papel protagónico tanto en la crisis subprime de Estados Unidos como en la crisis de deuda de la eurozona. En la primera fueron las encargadas de dar excelentes calificaciones a los activos tóxicos que generaron la burbuja, mientras que en Europa fomentaron el ingreso de capitales privados en los países periféricos otorgándoles las calificaciones más altas. Al momento del estallido de la crisis en Estados Unidos, España e Irlanda tenían una AAA (la calificación más alta), Italia y Portugal una A+ y Grecia una A. Lo que es todavía peor, en la actualidad la mayoría de estos países siguen teniendo calificaciones iguales o mejores al investment grade (BBB-), la calificación mínima para aprobar y ser considerado un país donde se puede invertir sin problemas.


Pero bueno, uno puede llegar a pensar que como las ACR fueron el principal causante del ingreso de capitales, ahora no quieren condenar a estos países poniéndoles calificaciones que fomentarían aún más la fuga de esos mismos capitales que ellas promovieron.

Y también uno podría pensar que si los que se encuentran en crisis tienen esas calificaciones, a los países que les fue relativamente bien en estos años, como Argentina y el resto de Latinoamérica, deberían tener una mejor nota. Pero como dijimos, la realidad casi nunca se condice con la teoría:

Del cuadro se desprende que:
- Solamente hay 3 países latinoamericanos aprobados y 2 en el borde.
- El mejor de Latinoamérica (Chile) tiene la misma calificación que el peor de los europeos antes de la crisis (Grecia).
- Italia e Irlanda tienen en la actualidad mejores calificaciones que todos los países latinoamericanos, salvo Chile.
- Argentina se encuentra anteúltima en el ranking, solo superada por Ecuador.

Esto permite sacar varias conclusiones.

La primera de ellas, y la más importante es que resulta claro que estas agencias para realizar sus calificaciones NO SE FIJAN en las variables económicas relevantes que explican la capacidad de pago de un país (stock de deuda, tasa de crecimiento, compromiso de pago, tasa de inversión, etc.).

Por el contrario, se basan en variables puramente subjetivas y arbitrarias que son las que para ellas determinan la famosa “confianza” de los mercados. Como estas variables no son cuantificables, pueden poner las calificaciones que se les antojan y al mismo tiempo no tener que dar explicaciones a posteriori cuando se equivocan.

Asimismo, dado que una buena nota es requisito necesario para acceder a los mercados financieros, estas agencias terminan imponiendo cuáles políticas económicas son correctas y cuáles no. Y en un mundo tan globalizado como el que vivimos hoy en día, esto significa poner en jaque el grado de gobernabilidad que tiene cada Estado: ya no se gobierna para el bienestar de la gente, sino que se gobierna para los mercados financieros. Así, las políticas económicas ya no apuntan a mejorar la calidad de vida de los que menos tienen, a reducir el desempleo o a mejorar la inequidad; nada de eso, las políticas económicas tienen que apuntar a mantener el humor de los mercados para sostener el flujo de capitales.


11/06/2012

elecciones en usa : obama, del entusiasmo a la maquinaria



Reiterando sin piedad sus ritos del año 2008 ( el infaltable Bruce Springsteen incluído) y tratando de resolver en campaña la decepción que produjo su gestión, Obama enfrenta hoy su reelección sin creatividad ni entusiasmo, pero recostado en el aparato electoral. Forward! Leemos:

El nivel de participación electoral decidirá el nombre del próximo presidente de Estados Unidos, que surgirá este martes de una de las elecciones más competidas de la historia. Barack Obama llega a la meta en una fase de crecimiento en las encuestas y con ventaja en los estados en los que se juega el resultado final, pero ésta es tan escasa y tan condicionada por otras variables que unos pocos miles de votos pueden marcar la diferencia en los distritos fundamentales.

El objetivo de ambas campañas en este momento es, por tanto, llevar a su gente a las urnas. Cualquier circunstancia, la situación familiar, el estado de la meteorología o, por supuesto, las previsibles dificultades en algunos centros de votación, pueden contar en una jornada que se anticipa dramática.


Obama está por delante en seis de los siete estados decisivos, pero por menos de cinco puntos, dos o uno en algunos casos, en encuestas que miden los probables votantes. Con que unos pocos de esos probables votantes encuentre obstáculos que les impidan convertirse en votantes efectivos, puede ser suficiente para que el resultado previsible varíe en el último momento.

El presidente tiene a su favor, en ese sentido, una mejor maquinaria de movilización del voto. El candidato de la oposición, Mitt Romney, cuenta con la ventaja de una participación tradicionalmente más constante de parte de los republicanos. Con familias más estables, de más edad, mayor poder adquisitivo y más alto nivel educativo promedio, el votante conservador es más fiel a las urnas que el demócrata.

En 2008, esa desventaja se compensó con el enorme entusiasmo a favor de Obama y la extraordinaria participación del voto juvenil. Ahora el grado entusiasmo, que iba favoreciendo a Romney durante todo el mes pasado, está igualado, según la última encuesta de NBC-Wall Street Journal, y los jóvenes, probablemente, van a votar menos...

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