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miércoles, 14 de noviembre de 2012

ENTRE ESTE Y CORRAL ME QUEDO CON WARGNER

"La seguridad no es una prioridad para Corral"

"La ciudad de Santa Fe destinara tan solo el 0,6% del presupuesto para combatir el delito durante el año 2013. No es una cuestión de recursos, sino de decisión política", dijo el ex nadador.

Degano repasó aciertos y desafíos de la actual gestión municipal
Degano repasó aciertos y desafíos de la actual gestión municipal
Otros Municipios, como el de Tigre, le asignan el mas del 7% de los gastos y son un ejemplo en políticas de prevención de la inseguridad. Los Santafesinos queremos vivir en una ciudad segura, este intendente parece querer lo contrario.
El tema es la seguridad, la prioridad número uno de la gente. Por ello, nuestra propuesta es repasar aciertos y desafíos que afronta la actual gestión municipal en esta materia, especialmente en términos de presupuesto, cuando ya es público el proyecto de ejecución de recursos y gastos para 2013.
Partamos del acierto: la creación en 2008 de la Subsecretaría de Seguridad y Prevención Ciudadana. Una medida "de manual" para los tiempos que corren y que demostraría que la seguridad de los vecinos forma parte de la agenda del Intendente.
Ahora bien, en correlato con la estructura política debemos evaluar qué partidas se le asigna, para no caer en una decisión puramente demagógica amparada en la creación de cargos y nada más.
Son dos los programas en seguridad que se ejecutan en el ámbito municipal:
El de Seguridad Institucional, que prevee una partida de $16,5 millones, asignado principalmente a la paga de los 180 agentes que integran la Guardia de Seguridad Institucional creada en 2008 para el resguardo de los bienes y los recursos humanos en las dependencias municipales y espacios públicos.
El de Prevención y Seguridad Ciudadana, cuya finalidad es la participación del municipio en la reducción de los índices delictivos y de inseguridad de la población. La partida prevista es de apenas $7,7 millones, lo que significa un 0,6% del presupuesto 2013.
Como lo hemos manifestado en otros análisis, el dato no se comprende para quienes no somos expertos en seguridad si no es sometido a comparación, y en este caso nos permitiremos ambos escenarios: externo e interno.
Hacemos la aclaración que cuando uno tiende a comparar pretende hacerlo "para arriba", al solo efecto de imaginar cuan alto puede llegar.
Veamos primero el externo. Para ello tomamos dos partidos del conurbano bonaerense -ambos cercanos a los 300 mil habitantes-, que al igual que nosotros a enero de 2008, al ver que la inseguridad empezaba a explotarle en las manos a los Intendentes, decidieron crear estructuras y encarar un trabajo a mediano y largo plazo. Hoy se destacan a nivel nacional como ciudades con políticas activas en seguridad.
El municipio de Tigre tiene asignados para 2012 $108 millones (7,7% del presupuesto), mientras que el de San Miguel $40 millones (4,5%). Todo ello en el marco de la prevención del delito, que es donde también el "manual" indica que deben entender los municipios. Recordemos, la actual gestión progresista solo asignará $7,7 millones de aprobarse el proyecto de presupuesto para el próximo año.
Entendemos que habiéndose convertido en la prioridad número uno de la agenda social el Intendente no puede permanecer ausente y, tal como lo reconocen los Intendentes bonaerenses de Tigre y San Miguel, debería realizar las inversiones en seguridad en reemplazo o detrimento de otras áreas.
Sirva el párrafo anterior para introducir el contexto interno y cotejar la inversión propuesta en la prevención del delito con otras áreas y en este caso tomaremos, y no por casualidad, el área de Comunicación, que prevee una partida de $20,2 millones para 2013, afirmando que esta gestión destina casi 3 veces más recursos para comunicar que para cuidar a sus vecinos.
No nos sorprende. Desde la Secretaría de Comunicación el ejecutivo municipal construye su relato maestro: se anunció un plan de seguridad anual para la ciudad que no existe; se anunció la instalación de cámaras en las principales avenidas de la ciudad y no se hizo nada; se nos quiere hacer creer que Santa Fe es una de las ciudades líderes en materia de seguridad, cosa que no es cierto. He aquí una de las profundas diferencias con la actual gestión: nosotros creemos que la mejor forma de comunicar no es anunciando, sino haciendo.
A la luz de los datos aportados, podemos concluir que la seguridad no es una prioridad para el Intendente. Corral debe asimilar que la gente lo ha elegido para darle respuesta, para intervenir en la prevención del delito y colaborar con la provincia -tal como lo pidió el Gobernador algunas semanas atrás (8)-, no para lavarse las manos.
La magnitud del desafío de Corral depende exclusivamente de su decisión política. Los santafesinos merecemos tener un intendente que se ocupe de priorizar nuestra seguridad y no un mandatario ausente de los problemas.

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