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martes, 5 de marzo de 2013

stubrin con tal de quedar bien con su jefe el comisario barletta sigue su mismo discurso, que lastima

Tribuna de opinión
Los retrocesos institucionales
Lilia Puig de Stubrin
La incorporación de dos diputados oficialistas que estaban desempeñando funciones en los gobiernos de Chubut y Tucumán para lograr el quorum que habilitara el tratamiento del amañado acuerdo entre Irán y Argentina devela que aún no ha terminado el proceso de destrucción institucional que el peronismo gobernante persigue. La regla del quorum busca respetar el principio de legitimidad democrática que se expresa en la regla de la mayoría. Cuando aquél se burla, la democracia desfallece.
Más allá de la cuestión legal y moral -que se debe aclarar- sobre si estas personas estaban cobrando simultáneamente sueldos como diputados nacionales y como funcionarios provinciales, es necesario llamar la atención sobre el camino que se está recorriendo para terminar con las libertades de los argentinos para asegurar el dominio político del estado a un grupo que mezcla ambición de poder con negocios.
Terminamos el año 2012 con la libertad de expresión amenazada por las acciones del Ministro Alak, que responde claramente a la Presidente, contra los jueces del Consejo de la Magistratura, la Cámara Federal Civil y Comercial, y la propia Corte Suprema de la Nación. El séquito presidencial encabezado por Bonafini completó las intimidaciones anunciando que iba a dar a conocer la biografía supuestamente oculta de los jueces llegando a agraviar a la jueza Argibay. Previamente, se pretendió desconocer el derecho de la primera minoría parlamentaria a conducir la Auditoría General de La Nación, único organismo de control sobreviviente al desarmado gubernamental de todo control interno del estado.
Esta nueva manipulación institucional es demostrativa de que es necesario que el pueblo de la república comprenda la necesidad de poner límites a través del voto. El gobierno impulsa y muchos medios reproducen la idea de que no hay oposición. Desde ese lugar, buscan destruir simbólicamente todo intento de renovación parlamentaria. Lamentablemente, los personalismos del vedetismo político ayudan al gobierno en su objetivo aún cuando tengan un discurso anticorrupción o “progresista”.
No habrá límites a la intencionalidad de la destrucción de la democracia republicana si los grupos y partidos políticos opositores no entienden que en 2013 no están en juego las bancas sino la posibilitad del retorno al camino de la democracia republicana. El otro, el que sigue el grupo que gobierna es, sin duda, conduce al autoritarismo. La ambición personal y los intereses cortos no deben velar la visión del verdadero problema.
El gobierno impulsa y muchos medios reproducen la idea de que no hay oposición. Desde ese lugar, buscan destruir simbólicamente todo intento de renovación parlamentaria.

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