Mendoza: El PJ aspira a achicar la diferencia con Cobos para “empatar” en bancas
Tanto funcionarios como encuestadores oficialistas, ya anuncian que perderán la elección frente al radicalismo del ex vicepresidente. Pero aspiran que la diferencia no llegue al 10%. Así, estiman que las cinco bancas que renueva Mendoza en la Cámara de Diputados de la Nación se repartan en forma equitativa. El sueño del 2-2-1.
La Política Online (Mendoza) | 09.08.2013 19:59:00
El hombre fuerte del peronismo mendocino, Carlos Ciurca, ya les ha comunicado a colaboradores y periodistas con buen diálogo, que el domingo Julio Cobos triunfará en las primarias.
Despejada entonces la incógnita principal, la duda es con que porcentaje se impondrá el ex vicepresidente sobre el candidato peronista Alejandro Abraham. Ahí está la clave del domingo.
Según el titular de la consultora local Diagnóstico y Análisis, el kirchnerista Santiago Alé, “la suerte está echada y la diferencia es prácticamente indescontable”. El encuestador, parte del equipo de campaña del peronismo, habló el jueves públicamente de una diferencia de 6 a 7 puntos, algo así como 35% para Cobos y 29% para Abraham.
Por su parte, el consultor filoradical Elbio Rodríguez, compartió el análisis de Alé, aunque para él y según sus sondeos, la diferencia a favor de Cobos es de unos 15 puntos.
La consultora Aresco, por su parte, en un estudio realizado sobre 2004 casos la ultima semana de julio, pone a Abraham 7 puntos debajo de Cobos, destacando el estancamiento del radical en los últimos días de campaña y el crecimiento del peronista en torno a los 3 puntos en el mismo periodo. Así, la proyección quedaría: 34% Cobos, 27,59% Abraham.
IOPPS, en un trabajo de la última semana sobre 2.235 casos, en tanto, coloca a Cobos apenas un punto sobre Abraham (34% a 33%).
Por último, Isonomía, en un sondeo realizado a finales de julio sobre 802 casos, pone a Cobos 16 puntos arriba de Abraham, (38% a 22%), en lo que significa la muestra que más diferencia hay entre los dos postulantes entre las encuestas conocidas sobre la elección en Mendoza.
Qué dicen unos y otros
Para el radicalismo orgánico de Julio Cobos y Alfredo Cornejo, la satisfacción por los datos previos es contenida, al menos por ahora. Según el particular análisis que realizan, prefieren “no ganar por tanto”, teniendo en cuenta que un triunfo muy amplio podría dispersar algunos puntos de votos en la elección que vale, que es la de octubre.
“Preferimos un triunfo por unos 5 puntos para mantener la tensión y a la tropa motivada, y a los ciudadanos alertas”, confiesan desde el entorno de Cobos.
Por su parte, desde el peronismo mendocino, paradójicamente, piden lo mismo: “Esperamos que la diferencia no sea abultada, que nos ganen por unos 5 puntos, eso sería absolutamente descontable en octubre, porque además los demás partidos opositores ya tendrían sus candidatos definidos. A su vez, el radicalismo disidente, depende la elección que haga, se pondrá o no las pilas para arrebatarle más votos a Cobos. Es lo que queremos”, detallan cerca de Ciurca.
La cuenta que hace Ciurca es de un pragmatismo alevoso. Dice el segundo de la provincia que esta elección hay que compararla “con las del 2009”. La intención tiene su explicación: en aquellos comicios de medio término, “la gente de Cobos” arrasó con un peronismo desdibujado y conducido por el malquerido Celso Jaque.
La diferencia fue de unos 20 puntos entre los candidatos del frente que armó el entonces vicepresidente (no fue candidato) por sobre el justicialismo. Ahí, las bancas para la Cámara de Diputados de la Nación se repartió 3-1-1: tres para el frente radical, una para el peronismo y una para el Partido Demócrata.
“Aspiramos a un 2-2-1, así, ganaremos una banca respecto al 2009, y ellos perderán una, será un triunfo en lo que importa: el poder del peronismo en el Congreso frente a la oposición”, es el análisis peronista. Razón no les falta: la elección del 2009 fue fuera de serie para la oposición, desastrosa para el oficialismo y dejó varias lecciones: si te va muy bien, es muy difícil repetir. Esa es la máxima de Ciurca en esta pelea.
El tercero
Justamente del tercero en discordia depende la estrategia del oficialismo respecto a cómo “vender” luego los datos de los comicios: si como una debacle o un “triunfo”.
Cabeza a cabeza están dos precandidatos de extracción muy diferente pero de discurso similar. Por un lado, los radicales disidentes, liderados por el ex gobernador Roberto Iglesias y el intendentes de la Capital provincial Víctor Fayad.
Ambos se abrieron de la UCR para copar el ignoto Partido Federal y plantearle pelea a Cobos, aunque fuera del esquema que establece las PASO. En los sondeos conocidos, Iglesias y Fayad oscilan los 10 puntos de intención de voto. Si bien la cantidad no alcanza para doblegar a Cobos a manos del oficialismo, sí puede ser funcional a la repartición 2-2-1 con la que tanto insisten en el peronismo.
Así, de colocarse como tercero el Partido Federal, un crítico permanente del kirchnerismo como lo es Iglesias podría volver al Congreso tras varios años, cuando tuvo su momento de fama nacional presidiendo el Comité nacional de la UCR en uno de los peores momentos del partido.
La otra agrupación que pugna por el tercer lugar es el Partido Demócratas. Los históricos conservadores mendocinos, en alianza con el PRO de Mauricio Macri, son los únicos que, tras despotricar mucho contra las primarias, le sacarán el jugo. Hay tres precandidatos gansos: por un lado, el periodista y analista internacional Luis Rosales; por el otro Carlos Aguinaga, de largo linaje en el partido y el tercero en discordia es Eduardo Difonso, quien se apoya en el único intendente demócrata de Mendoza (Jorge Difonso, jefe comunal del bello San Carlos).
En todas las encuestas, se señala como ganador a Rosales sobre los demás demócratas, aunque, y haciendo una sumatoria de votos que podría no producirse en octubre, el PD estaría empatando con Iglesias y Fayad en torno al 10% de los votos.
Así, la pelea entre demócratas y radicales disidentes se enacaminará en mostrarse lo más opositor posible al kirchnerismo pero también con los que estarán en el primero y segundo lugar tras las PASO. Y posiblemente también decidan sacarse los ojos entre ellos, aunque los llamados a los excesos del kirchnerismo respecto a la falta de diálogo los dejarán en evidencia si levantan demasiado la voz unos contra los otros.
Despejada entonces la incógnita principal, la duda es con que porcentaje se impondrá el ex vicepresidente sobre el candidato peronista Alejandro Abraham. Ahí está la clave del domingo.
Según el titular de la consultora local Diagnóstico y Análisis, el kirchnerista Santiago Alé, “la suerte está echada y la diferencia es prácticamente indescontable”. El encuestador, parte del equipo de campaña del peronismo, habló el jueves públicamente de una diferencia de 6 a 7 puntos, algo así como 35% para Cobos y 29% para Abraham.
Por su parte, el consultor filoradical Elbio Rodríguez, compartió el análisis de Alé, aunque para él y según sus sondeos, la diferencia a favor de Cobos es de unos 15 puntos.
La consultora Aresco, por su parte, en un estudio realizado sobre 2004 casos la ultima semana de julio, pone a Abraham 7 puntos debajo de Cobos, destacando el estancamiento del radical en los últimos días de campaña y el crecimiento del peronista en torno a los 3 puntos en el mismo periodo. Así, la proyección quedaría: 34% Cobos, 27,59% Abraham.
IOPPS, en un trabajo de la última semana sobre 2.235 casos, en tanto, coloca a Cobos apenas un punto sobre Abraham (34% a 33%).
Por último, Isonomía, en un sondeo realizado a finales de julio sobre 802 casos, pone a Cobos 16 puntos arriba de Abraham, (38% a 22%), en lo que significa la muestra que más diferencia hay entre los dos postulantes entre las encuestas conocidas sobre la elección en Mendoza.
Qué dicen unos y otros
Para el radicalismo orgánico de Julio Cobos y Alfredo Cornejo, la satisfacción por los datos previos es contenida, al menos por ahora. Según el particular análisis que realizan, prefieren “no ganar por tanto”, teniendo en cuenta que un triunfo muy amplio podría dispersar algunos puntos de votos en la elección que vale, que es la de octubre.
“Preferimos un triunfo por unos 5 puntos para mantener la tensión y a la tropa motivada, y a los ciudadanos alertas”, confiesan desde el entorno de Cobos.
Por su parte, desde el peronismo mendocino, paradójicamente, piden lo mismo: “Esperamos que la diferencia no sea abultada, que nos ganen por unos 5 puntos, eso sería absolutamente descontable en octubre, porque además los demás partidos opositores ya tendrían sus candidatos definidos. A su vez, el radicalismo disidente, depende la elección que haga, se pondrá o no las pilas para arrebatarle más votos a Cobos. Es lo que queremos”, detallan cerca de Ciurca.
La cuenta que hace Ciurca es de un pragmatismo alevoso. Dice el segundo de la provincia que esta elección hay que compararla “con las del 2009”. La intención tiene su explicación: en aquellos comicios de medio término, “la gente de Cobos” arrasó con un peronismo desdibujado y conducido por el malquerido Celso Jaque.
La diferencia fue de unos 20 puntos entre los candidatos del frente que armó el entonces vicepresidente (no fue candidato) por sobre el justicialismo. Ahí, las bancas para la Cámara de Diputados de la Nación se repartió 3-1-1: tres para el frente radical, una para el peronismo y una para el Partido Demócrata.
“Aspiramos a un 2-2-1, así, ganaremos una banca respecto al 2009, y ellos perderán una, será un triunfo en lo que importa: el poder del peronismo en el Congreso frente a la oposición”, es el análisis peronista. Razón no les falta: la elección del 2009 fue fuera de serie para la oposición, desastrosa para el oficialismo y dejó varias lecciones: si te va muy bien, es muy difícil repetir. Esa es la máxima de Ciurca en esta pelea.
El tercero
Justamente del tercero en discordia depende la estrategia del oficialismo respecto a cómo “vender” luego los datos de los comicios: si como una debacle o un “triunfo”.
Cabeza a cabeza están dos precandidatos de extracción muy diferente pero de discurso similar. Por un lado, los radicales disidentes, liderados por el ex gobernador Roberto Iglesias y el intendentes de la Capital provincial Víctor Fayad.
Ambos se abrieron de la UCR para copar el ignoto Partido Federal y plantearle pelea a Cobos, aunque fuera del esquema que establece las PASO. En los sondeos conocidos, Iglesias y Fayad oscilan los 10 puntos de intención de voto. Si bien la cantidad no alcanza para doblegar a Cobos a manos del oficialismo, sí puede ser funcional a la repartición 2-2-1 con la que tanto insisten en el peronismo.
Así, de colocarse como tercero el Partido Federal, un crítico permanente del kirchnerismo como lo es Iglesias podría volver al Congreso tras varios años, cuando tuvo su momento de fama nacional presidiendo el Comité nacional de la UCR en uno de los peores momentos del partido.
La otra agrupación que pugna por el tercer lugar es el Partido Demócratas. Los históricos conservadores mendocinos, en alianza con el PRO de Mauricio Macri, son los únicos que, tras despotricar mucho contra las primarias, le sacarán el jugo. Hay tres precandidatos gansos: por un lado, el periodista y analista internacional Luis Rosales; por el otro Carlos Aguinaga, de largo linaje en el partido y el tercero en discordia es Eduardo Difonso, quien se apoya en el único intendente demócrata de Mendoza (Jorge Difonso, jefe comunal del bello San Carlos).
En todas las encuestas, se señala como ganador a Rosales sobre los demás demócratas, aunque, y haciendo una sumatoria de votos que podría no producirse en octubre, el PD estaría empatando con Iglesias y Fayad en torno al 10% de los votos.
Así, la pelea entre demócratas y radicales disidentes se enacaminará en mostrarse lo más opositor posible al kirchnerismo pero también con los que estarán en el primero y segundo lugar tras las PASO. Y posiblemente también decidan sacarse los ojos entre ellos, aunque los llamados a los excesos del kirchnerismo respecto a la falta de diálogo los dejarán en evidencia si levantan demasiado la voz unos contra los otros.
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