miércoles, 20 de noviembre de 2013

CON SAÑA Y CON SARNA SOBRE EL HOMBRE MAS QUERIDO DE ENTRE RIOS

SERGIO URRIBARRI

Hombre fuera de juego

A pesar de que Jorge Lanata le perdonó la vida, Sergio Urribarri no llegó a jefe de Gabinete de Ministros de la Nación. La pregunta que se hacen en Entre Ríos es si él podrá cumplir todo el mandato sin concretar un duro ajuste en las finanzas provinciales.
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Sergio Urribarri creyó que podía pero... no pudo.
por DANIEL LUJAN
 
PARANÁ (Especial para Urgente24). Finalmente, fueron los propios anticuerpos del peronismo los que le pusieron punto final a la aventura de Sergio Urribarri, “el gran soñador entrerriano”. También lo fueron la revelación de ciertas cuestiones que lo complicaron, y mucho. 
 
Y todo eso ocurrio a pesar de que el informe del programa televisivo Periodismo Para Todos habría sido acotado a último momento... gracias a una gestión personal del poderoso ministro de Comunicación Pública de Entre Ríos, Pedro Báez.
 
Él habría sido informado por la propia productora del programa y habría negociado para hacerlo más “livianito”. De todos modos, el video recorrió las redes sociales, con el relato del propio Urribarri de su rol de funcionario municipal durante los años del Proceso. Luego, los informes sobre la situación de las finanzas provinciales y la fabulosa deuda pública acumulada.
 
Además, la corrupción que lo salpica, situaciones en las que, según algunos comentarios, no sería ajeno su socio y amigo, el actual fiscal de Estado, Julio Rodríguez Signes: otras razones que explican el paso al costado del gobernador entrerriano. Su candidatura a jefe del Gabinete de Ministros de la Nación fue, al final, apenas una gambeta trunca.
 
Eran muchos los que esperaban, por diferentes razones, que “el pase” ocurriese. También eran muchos los que deseaban que no sucediera, porque intuían que, en ese caso, ellos llevarían la peor parte. 
 
Estos últimos son los advenedizos del kirchnerismo, los que sin ser parte del peronismo, sorpresivamente pasaron a tener una cuota de poder cuando ya creían que eso nunca les llegaría. 
 
Si Urribarri se alejaba del gobierno ellos iban a quedar en la mayor orfandad y a merced de muchos que nunca toleraron que estuvieran donde “el Pato” los ubicó. 
Respecto a quienes sí deseaban que Urribarri llegara al Poder Ejecutivo Nacional, había 2 corrientes: 
 
> los que querían que lo hiciera para aprovechar el momento y ocupar espacios hacia el futuro y 
 
> los que querían que el pase se produjera porque veían allí una oportunidad de crecimiento personal, o de nuevos negocios. 
 
Entre estos últimos existía una gran diversidad de personajes. Había desde encumbrados dirigentes políticos, gremialistas... y hasta un almacenero muy conocido que, cuando ya todo parecía inminente, salió a explicar que Urribarri era suficientemente capaz para ser Jefe de Gabinete. 
 
Todos ellos, salvo los advenedizos del colectivo K de Entre Ríos, se quedaron con las manos vacías, con las copas listas para brindar. 
 
Ahora que la realidad ya es incontrastable, la cuestión es saber que pasó. Y que la decisión final sobre el destino del gobernador entrerriano no provino sólo de lo ya mencionado sino, en especial, de sectores peronistas: unos, gobernadores; otros, intendentes del conurbano bonaerense. Ellos fueron los que no confiaron en Urribarri.
 
Para el 'kirchnerismo duro', Urribarri era la figura ideal ya que siempre demostró ser un 'fiel soldado de la causa' y, además, muy dócil a la hora de acatar las decisiones. Sin embargo, para ellos, la figura del gobernador entrerriano no garantizaba que fuera un gran escollo para impedir, tal como el kirchnerismo desea, el avance de Daniel Scioli, quien ya regresa con sus ambiciones presidenciales.
 
En definitiva, fue la esencia misma del peronismo lo que le impidió al delfín político de Jorge Busti (algo que le duele a muchos pero no puede olvidarse) llegar al lugar que él, y muchos más, soñaban con llegar. 
 
La Presidente, más allá del cariño que le pueda dispensar al gobernador Urribarri, prefirió optar por alguien que le garantizara más experiencia y capacidad de gestión. 
 
Quizá lo que más buscó Cristina Kirchner fue alguien que le garantizara gobernabilidad para los 2 años de su mandato. Y para ello necesitaba alguien con algún 'peso propio' dentro del peronismo, más cercano a una eventual Liga de Gobernadores peronistas. Urribarri no cumplía ninguna de esas necesidades de la Presidenta y por eso quedó al costado del camino.
 
Ahora, él deberá reacomodar un poco las cosas en su provincia, que por tanto soñar, se le han desacomodado bastante en muchos frentes.
 
Urribarri ha quedado fuera de juego y volverá a gobernar Entre Ríos, para lo cual fue elegido, pero deberá hacerlo bajo condiciones muy malas. Justo cuando él se preparaba para sacarse el sayo de encima.

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