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Zannini, incómodo
La trastienda de la política (y de los políticos)
Quedó rodeado de periodistas
Nada peor le podía pasar al secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, que quedarse encerrado durante unos minutos con media docena de periodistas. Poco afecto a conversar con los medios, el funcionario salió el martes pasado de su despacho de la planta baja de la Casa Rosada rumbo al primer piso para encontrarse con Cristina Kirchner, que en ese momento recién había llegado a Balcarce 50 después de pasar dos semanas de descanso en Santa Cruz. Pero la puerta vidriada del Salón de los Bustos, por donde debía pasar Zannini, estaba cerrada y allí esperaban los cronistas para ver el ingreso de la jefa del Estado. Al secretario no le quedó otra que esperar junto a los acreditados hasta que el personal de Seguridad de la Casa de Gobierno le habilitara el paso, no sin antes quejarse del rol de los medios. "Yo no tengo problemas con los periodistas, tengo problemas con el periodismo que se hace en la Argentina", lanzó cuando se le hizo notar la mala suerte que había tenido por quedar, para su pesar, rodeado de cronistas. El funcionario que más tiempo pasa con la Presidenta se atajó así de las consultas y evitó dar detalles de la actividad oficial de Cristina. Eso sí: cuando se le preguntó de qué país sí era afecto al periodismo, justo la seguridad le abrió el paso y se fue, sin responder.
Nada peor le podía pasar al secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, que quedarse encerrado durante unos minutos con media docena de periodistas. Poco afecto a conversar con los medios, el funcionario salió el martes pasado de su despacho de la planta baja de la Casa Rosada rumbo al primer piso para encontrarse con Cristina Kirchner, que en ese momento recién había llegado a Balcarce 50 después de pasar dos semanas de descanso en Santa Cruz. Pero la puerta vidriada del Salón de los Bustos, por donde debía pasar Zannini, estaba cerrada y allí esperaban los cronistas para ver el ingreso de la jefa del Estado. Al secretario no le quedó otra que esperar junto a los acreditados hasta que el personal de Seguridad de la Casa de Gobierno le habilitara el paso, no sin antes quejarse del rol de los medios. "Yo no tengo problemas con los periodistas, tengo problemas con el periodismo que se hace en la Argentina", lanzó cuando se le hizo notar la mala suerte que había tenido por quedar, para su pesar, rodeado de cronistas. El funcionario que más tiempo pasa con la Presidenta se atajó así de las consultas y evitó dar detalles de la actividad oficial de Cristina. Eso sí: cuando se le preguntó de qué país sí era afecto al periodismo, justo la seguridad le abrió el paso y se fue, sin responder.
DECISIÓN
Luego del mal momento vivido por su jefe político,Mauricio Macri, en el aeropuerto de Villa La Angostura, cuando fue abordado por un fotógrafo,Gabriela Michetti se curó en salud y decidió no ir a veranear durante enero a ningún centro vacacional. "La gente a veces es muy injusta: todos tienen derecho a irse de vacaciones, menos los políticos", se quejó durante la semana que pasó la senadora electa por Pro. "Tuve un año terrible, con una campaña electoral larguísima, y necesito descansar. Pero por ahí cualquiera te saca una foto o te critica y te arruina la estadía", afirmó la senadora, que el miércoles pasado compartió una actividad conjunta con el bloque de diputados que encabeza Federico Pinedo por la crisis energética.
Allí se notaron, de todos modos, algunas notables ausencias: más de la mitad de los legisladores de Pro no asistió a la reunión por estar de vacaciones, una realidad compartida por buena parte del gabinete porteño, que partió hacia distintos lugares de veraneo nacionales e internacionales y prácticamente dejó solo a Macri en la segunda semana de enero en Buenos Aires.
Ya lista para su trabajo legislativo -en febrero retomaría su actividad el Senado con sesiones extraordinarias-, Michetti se reserva igual una próxima escapada a una estancia cuya dirección mantiene en estricta y celosa reserva.
DESCANSO
Necesitaba un descanso. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pasó el fin de semana en su provincia natal, Chaco. El gobernador en uso de licencia regresó a sus pagos para pasar unos días en familia, después de que, por las urgencias nacionales, y a poco de haber sido nombrado en el gabinete nacional por Cristina Kirchner, estuvo obligado a pasar el fin de año en Buenos Aires. Parece que la premura del viernes pasado, cuando abandonó la conferencia de prensa en apenas seis minutos, tenía una explicación: un retiro familiar que emprendería ese día el ministro coordinador. El "Coqui" cerró así una semana complicada después de las idas y venidas en la comunicación oficial por el proyecto para reformar el impuesto a los bienes personales y la importación (luego descartada) de tomates. Ante el difícil escenario, decidió partir ese mismo día a las 18 de la Casa Rosada para irse al Chaco y, según sus allegados, fue por eso que apuró toda su agenda. El jefe de Gabinete terminó la semana con un descanso y una visita a sus familiares chaqueños, que lo esperaron en la localidad de Presidencia Sáenz Peña, de donde es oriundo. Para no descuidar tampoco la política local, se reunió previamente con el actual gobernador, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, con quien está enfrentado. Anoche regresó a Buenos Aires..
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