Unidos por el pensamiento
Mesas redondas, debates, espectáculos al aire libre, participación de funcionarios de las áreas culturales de diversos países de América latina, escritores, pensadores, músicos. Nadie quedó afuera en este evento en el cual una multitud demostró la fuerza de la participación popular en uno de sus bienes más preciados: la cultura.
La frase de León Gieco fue el perfecto resumen del espíritu y la alegría que se vivió durante los tres días que duró el Congreso bajo la consigna “Cultura, Política y Participación popular”.
Salas colmadas de espectadores ansiosos por escuchar y participar, diversas tonadas, multiplicidfad de lenguas y deseos de saber más en las muchísimas preguntas para los expositores fueron las constantes en las jornadas del evento, producto de los más de 10.000 concurrentes que formaron parte de las diversas actividades que tuvieron lugar en el Hotel Provincial, teatros Auditórium y Colón y locaciones como Villa Victoria y el Museo Hernández.
Organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Secretaría General Iberoamericana, la muestra fue, sin lugar a dudas, una apertura a la integración y al conocimiento de otras realidades hermanas, que se vio claramente reflejado en las diversas mesas de debates y reflexiones.
Los congresos anteriores, realizados en México, Brasil y Medellín, habían tenido como ejes principales debates sobre las industrias culturales, el cine, la música iberoamericana y la relación entre cultura y transformación social.
Esta vez, los recorridos temáticos del IV Congreso giraron, en Mar del Plata, en torno de las políticas públicas culturales, la mujer y política, la militancia en la región, las innovaciones tecnológicas y la biopolítica. También se analizaron la cultura y la comunicación en la era de la información, el ascenso del sur global y las posibles soluciones culturales a cuestiones Ü relacionadas con las migraciones y la violencia.
Además de los diálogos y mesas de debate, se desarrollaron reuniones de pares denominados “cofralandes”, un nombre inspirado en una de las tantas canciones de la cantautora chilena Violeta Parra y que significa “la tierra de todos, donde todo puede suceder”.
En este marco, de los veintidós países participantes dieron el presente reconocidos exponentes de la cultura iberoamericana. Entre los disertantes se destacaron la senadora uruguaya y esposa del presidente Pepe Mujica, Lucía Topolansky Saavedra; el secretario ejecutivo de Flacso, Emir Sader; la cantante Liliana Felipe, de México; la investigadora e historiadora de Haití Suzy Castor; el periodista y fundador de la web alternativa “Rebelión”, Pascual Serrano Jiménez, y el ministro de Cultura costarricense, Manuel Enrique Obregón López, entre otros. En representación de la Argentina, estuvieron el ministro de Cultura Jorge Coscia, el fotógrafo Marcos López, los escritores Juan Sasturain y Claudia Piñeiro y los cantautores Teresa Parodi y León Gieco.
Otro de los encuentros celebrados en paralelo al programa central del Congreso fueron el de Jóvenes Creadores y el III Encuentro de Periodismo Cultural, organizado junto con la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano que preside el Premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez.
Las doce mesas de debate se complementaron con una nutrida agenda cultural organizada tanto por la Secretaría de Cultura de la Nación como de la Municipalidad de General Pueyrredón.
Como el hombre no vive sólo de debates, los marplatenses y los participantes del Congreso pudieron disfrutar de un recital al aire libre que contó con la actuación de Liliana Herrero, Teresa Parodi, Liliana Felipe y la cantaora española Argentina. Además del recital de León Gieco (ver entrevista), participaron del encuentro La Bomba de Tiempo y Rubén Rada.
Según señaló el intendente marplatense Gustavo Pulti “este Congreso se convirtió en una gran oportunidad para hacer una fiesta para todos y demostrar una vez más que esta ciudad balnearia late todo el año”.
En esa línea, el municipio también ideó actividades, concursos de bandas locales, un área de kermesse, demostraciones de surf, pistas de skate y un circuito de murales.
Por primera vez, se diseñó un espacio dedicado a la infancia. Entre las propuestas para los más chicos, hubo un tablero a escala humana simulando el juego de la Oca y un homenaje a María Elena Walsh en el que orquestas juveniles interpretaron clásicos infantiles acompañados por las voces de Marián Farías Gómez, Sandra Mihanovich y Julia Zenko.
Los números hablan por sí solos. El IV Congreso Iberoamericano de Cultura fue un éxito pese a la lluvia y el viento que caracterizaron el encuentro en la Feliz. Más de 2.500 inscriptos, 7.000 personas en los recitales, 1.500 chicos, 37 escuelas participantes, 150 disertantes y más de 30 actividades paralelas.
En contraposición a los muchos circuitos cerrados de diversas ferias mundiales, el encuentro demostró que una cultura democrática y abierta a la participación popular es posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario