domingo, 13 de noviembre de 2011

el nuevo escenario desde diciembre

Bloques más cristinistas para controlar el Congreso

Las bancadas oficialistas tendrán referentes más identificados con el modelo y menos moderados. También serán más heterogéneas y fértiles para internas entre funcionarios, peronistas, gremialistas y La Cámpora.

Por Gabriel Ziblat
13/11/11 - 03:46
Bloques más cristinistas para controlar el Congreso

Los bloques kirchneristas en el Congreso tendrán a partir de la renovación de diciembre dos particularidades en comparación con la actual conformación. Por un lado, una integración cristinista más pura, con referentes muy identificados con el proyecto del Gobierno.
Por el otro, los 115 diputados y 34 senadores, que junto a los aliados en ambas cámaras garantizarán la mayoría absoluta, exhibirán una gran heterogeneidad, con internas que deberán ser administradas por las espadas K.
En ese rubro, la figura por excelencia será Amado Boudou, quien controlará los avatares parlamentarios desde la presidencia del Senado. Hay quienes imaginan al vicepresidente electo asumiendo un rol “similar al de Daniel Scioli, reinando por encima de los demás”. Es decir, sin meterse en aspectos puntuales, sino en cuestiones más políticas.
Su par en Diputados sería Julián Domínguez, quien encabezó la lista por la Provincia. La tradición indica que esa persona es designada como presidente de la Cámara (tradición que se rompió al nombrar al jujeño Eduardo Fellner y no a Felipe Solá).
Algunas versiones, sin embargo, buscan instalar la idea de que Domínguez se quedaría en el Ministerio de Agricultura y que ese lugar lo ocuparía Roberto Feletti. El rumor más consistente, de todas formas, indica que el viceministro de Economía sería el presidente de la comisión de Presupuesto, lugar clave en Diputados.
En el Senado, también se destacaría como una espada kirchnerista el actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Para él estaría reservada la presidencia provisional, que actualmente ocupa el saliente José Pampuro. Caso contrario, Fernández podría presidir la estratégica comisión de Asuntos Constitucionales, hoy comandada por Nicolás Fernández, quien también se despide del Congreso.
En la conducción de los bloques no se prevén grandes cambios. En la Cámara de Diputados, Agustín Rossi seguiría conduciendo la bancada, junto a los miembros de la actual mesa chica del bloque: Teresa García, Carlos “Cuto” Moreno y José María “el Mono” Díaz Bancalari. Quien se despide de esa mesa es Patricia Fadel, que actualmente está como vicepresidenta segunda de la Cámara baja. Los K pasarán a tener la vice primera, un lugar al que seguramente irá una mujer.
Por su parte, Miguel Pichetto seguiría al frente de la bancada de senadores, cargo que ocupa desde fines de 2002. Ante la ausencia de Nicolás Fernández, seguramente asumirán mayor protagonismo el formoseño José Mayans y el neuquino Marcelo Fuentes.
De todas formas, quiénes serán las autoridades de las Cámaras y los presidentes de las principales comisiones es una información que todavía nadie se anima a confirmar, por lo menos hasta que se acerque la sesión preparatoria del 6 de diciembre. Lo que sí está definido es que con la nueva conformación tienen previsto sesionar dos veces por semana, para aprobar leyes pendientes: Presupuesto, prórrogas económicas, ley de tierras, estatuto del peón rural y declaración de interés público del papel para diarios.
A pesar de que difícilmente asuman roles de conducción, el kirchnerismo tendrá sus soldados, siempre dispuestos a dar la cara. En Diputados, se puede alistar a Diana Conti, Carlos Kunkel y Edgardo Depeteri. En Senado, además de Fuentes, estarían Marcelo Guinle y Daniel Pérsico.
Por otra parte, el peronismo clásico seguirá teniendo su peso en ambos bloques. El dato puede pasar inadvertido los primeros años, pero una vez que comience la disputa por la sucesión será clave.
Un factor que promete tener peso, en Diputados, es La Cámpora. La agrupación juvenil K tendrá ocho diputados propios, aunque aspirar a sumar más aliados. Su líder, Andrés Larroque está intentando armar una conjunción con Boudou, para lograr mayor preponderancia. Para él suena la Comisión de Libertad de Expresión. El influyente camporista Iván Heyn ya está llamando a empleados de la Cámara para convencerlos de que trabajen en los despachos de los jóvenes diputados. El objetivo es que los ayuden a no cometer tropiezos.
Distinto es el caso del sindicalismo. Sus exponentes serán Facundo Moyano, Héctor Recalde, Omar Plaini y Carlos Gdansky, incluso con diferencias ya que el último es de la UOM y no responde al moyanismo. El primero, en tanto, le disputará el dominio de la juventud a La Cámpora

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