jueves, 4 de octubre de 2012

la prensa hegemonica de parabienes

El desafío de los gendarmes que protestan: llegar a fin de mes con sus sueldos

Varios de los uniformados que reclaman en el edificio Centinela aseguran que con los salarios que perciben es muy difícil mantener a sus familias
Por Mauricio Caminos | LA NACION



"No quise traer mi recibo de sueldo porque me da vergüenza mostrarlo", dice Jorge, chaqueño de 32 años. Asegura que su salario mensual básico es de 300 pesos y que el resto de la suma total que cobra -unos 4000 pesos- lo percibe "en negro". "Mi mujer dice que no quiere bancarme más para que vaya a jugar de gendarme", agrega, sin ocultar su ironía y preocupación en la frase. Sostiene que ambos viven porque su mujer también trabaja.
Vestido totalmente de verde y con su gorra reglamentaria, Jorge no quiere dar su apellido ni el detalle de su puesto en la Gendarmería. Quiere evitar posteriores sanciones por protestar en el edificio Centinela.
Como él, ninguno de los uniformados consultados hoy por LA NACION accedieron a dar su identificación, pero relataron sus precarias situaciones de trabajo, bases del reclamo contra el Gobierno.
El reclamo de los gendarmes en el edificio Centinela. Foto: LA NACION / Ezequiel Muñoz
Foto 1 de 9

Además de la tarea de custodia y seguridad, los gendarmes tienen que otro desafío: que su familia llegue a fin de mes con el dinero que cobran.
Ese reto tiene Carlos, de Entre Ríos, que cobra 3400 pesos de bolsillo, que envía en parte a su mujer para la manutención de sus dos hijos, de 7 y 1 año. "El 15 de cada mes ya estoy pidiendo prestado. Mi esposa se sustenta porque trabaja y su padre le ayuda", señala.
Ramón no tiene familia a cargo, pero asegura que todos los meses tiene que "estirar" su salario de 3000 pesos. Y detalla sus consumos: "Pago 2000 pesos de alquiler y el resto lo divido entre los gastos de la moto y la comida".
Llegado a Buenos Aires en 2007 desde su Misiones natal, Ramón dice que cuando le sobra algo de dinero envía algo a sus padres, aunque esas veces son excepcionales.
Video: El reclamo de los gendarmes en el edificio Centinela

Precarias condiciones de trabajo

"Hace dos meses me trajeron desde Santiago del Estero para actuar en el Operativo Conjuración en la villa 1-11-14. Era por 30 días, pero acá estoy. Y no sé hasta cuándo", dice uno de los efectivos.
En su provincia dejó a su mujer y a un hijo de 2 años. Asegura que con ella habla poco por teléfono, que se comunican más por mensajes de texto para gastar menos crédito. "A veces no me alcanza la plata para comprar ni una tarjeta. Cobro 2800 pesos en mano y la mitad la usa mi esposa para los gastos de la casa", explica.
El uniformado está alojado en una base que Gendarmería tiene en Morón. Denuncia que allí hay 400 agentes -340 hombres y 60 mujeres-, cuando en el complejo hay camas para 100 personas.
"Estamos todos juntos. Las mujeres no tienen privacidad y apenas hay 6 duchas", relata otro de los efectivos, soltero y padre de una nena. Mientras habla se escucha la banda oficial y a sus compañeros entonando el himno nacional sobre la escalinata principal de la sede de la fuerza.
Según el relato de los propios gendarmes, reciben un viático por desarraigo de 345 pesos, del que sólo "ven" la mitad y con dos meses de demora. "A veces tenemos que endeudarnos para comprar comida. Nos cobrar para estar acá", se queja otro de los uniformados del grupo. "Ni siquiera podemos disfrutar de un franco laboral. No tenemos ni para comprar una gaseosa cuando queremos".

No hay comentarios:

Publicar un comentario