informe del laboratorio de politicas publicas
El porteño promedio necesita 107 sueldos para comprar su casa
Un relevamiento hecho en todas las comunas toma un ingreso medio de $ 4.127 para un departamento de tres ambientes y 60 m2. El vecino de Recoleta requiere 78 salarios, y el de Villa Soldati 164.
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Hay más construcciones de lujo
Tener un techo propio es cada vez más difícil para quienes viven, y quieren seguir viviendo, en la ciudad. Aunque desde hace diez años la cantidad de metros construidos creció sin parar mientras la población se mantuvo casi constante, el precio de los inmuebles ha sido cada vez más alto. Al punto de que un porteño promedio necesita hoy 107 sueldos para acceder a una vivienda familiar.
El dato surge de una investigación del Laboratorio de Políticas Públicas sobre la problemática habitacional con información del Censo Nacional, la Encuesta Anual de Hogares (EAH) del gobierno porteño y un relevamiento sobre el mercado inmobiliario. Los investigadores tomaron como referencia un departamento usado de 60 metros cuadrados, valuado en US$ 107.700, el precio promedio para el año 2011.
Ese número varía según el barrio de residencia. Para un habitante de la Comuna 2 (Recoleta), por ejemplo, bastará con un ahorro de 78,4 sueldos, siempre y cuando no gaste en nada más. En el otro extremo, quien viva en Villa Soldati, en el sur de la ciudad, deberá invertir 164,34 salarios. No es casual que esa zona, la Comuna 8, sea la que concentra la mayor cantidad de villas, y que la proporción de hogares en situación de hacinamiento llegue a 21,9%.
Lo llamativo es que de 2000 a 2010 se construyeron en total unos 14.662.327 metros cuadrados en viviendas, pero la población apenas creció un 4,1% (114.013 habitantes). Es decir, se edificaron unos 128 metros cuadrados por cada nuevo habitante, espacio que podría albergar un más que confortable hogar en un departamento de cuatro ambientes, dos baños y balcón terraza. Sin embargo, 159 mil personas habitan villas, inquilinatos, asentamientos o casas tomadas. “El precio de las propiedades se mueve al compás del los ingresos medios del 20% más rico de la población”, explica Natalia Cosacov, investigadora del grupo.
Boom. La mayor parte del crecimiento edilicio se concentró en unas pocas comunas. La 12 (con Villa Urquiza a la cabeza) y la 14 (Palermo) se llevaron el 30% del total, mientras que en la 8 casi no hubo obras. Pero, paradójicamente, en las zonas más construidas casi no hubo aumento demográfico.
Con una variación de población de sólo 0,3% entre 2001 y 2010, en Palermo se edificaron 3.033 metros cuadrados por cada nuevo residente. En Colegiales, Belgrano y Núñez (Comuna 13), otro de los epicentros del boom, los más de un millón y medio de metros cuadrados construidos significaron un crecimiento demográfico de sólo el 1,4%.
En barrios menos favorecidos por las ansias inversoras ocurrió lo contrario. Impulsada fundamentalmente por el crecimiento de la Villa 31, la Comuna 1 (donde están Constitución, San Telmo y Monserrat, entre otros) creció casi un 20% pero, excluyendo Puerto Madero, casi no tuvo obras en la última década. Una situación similar ocurrió en el sur porteño, donde se multiplicaron los asentamientos precarios.
“La población se mueve inversamente al valor del suelo, por eso el aumento se da por el crecimiento de villas y viviendas irregulares. En cambio, en los lugares donde más se edificó predominan los departamentos de uno y dos ambientes, para una sola persona, y la gente de menores ingresos tiene que irse”, explica Cosacov.
Según detalla el informe, varios factores influyen en el costo de las propiedades. Por un lado, las deficiencias en las políticas públicas para mejorar el acceso a la vivienda, y por el otro, la falta de créditos hipotecarios para sectores medios y bajos, que hacen que se construya sólo para los sectores de mayores ingresos que deciden transformar el dinero en ladrillos.
En ese contexto, el gobierno porteño lanzó un nuevo plan de créditos, “Primera Casa BA”, con tasa subsidiada. Pero los investigadores no son optimistas: “Es más un incentivo de mercado para los sectores medios que una política de viviendas”.
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