hace rato que clarin esta involucrado en esto

| Responsabilizó a la justicia por la filtración al diario Clarín del allanamiento de una propiedad a su nombre

Boudou denunció un ataque de la mafia a las instituciones

El vicepresidente apuntó a la “baja calidad del sistema judicial” y definió la investigación en la causa Ciccone como
un “cachivache mediático jurídico”. Apuntó al juez Rafecas y al fiscal Rívolo. Reiteró que no conoce a Vandenbroele.

Por:
Gabriel A. Morini

El vicepresidente Amado Boudou decidió ayer que la mejor defensa era plantear un contraataque. En una extensa exposición en el Senado, arremetió contra lo que consideró un “ataque brutal e ilegal a las instituciones”, y apuntó al juez federal Daniel Rafecas y al fiscal Carlos Rívolo que instruyen el expediente que investiga si se favoreció a la ex Ciccone para el levantamiento de su quiebra. Calificó a la investigación por supuesto tráfico de influencias como un “cachivache mediático-jurídico” impulsado “desde las mafias y sus esbirros, cuyo principal referente es (el CEO del Grupo Clarín, Héctor) Magnetto”, y volvió a señalar a la empresa Boldt y a su titular Antonio Tabanelli, a quien definió como un “mafioso”. Además, sembró dudas sobre el comportamiento de esa firma en contratos con la provincia de Buenos Aires y de Santa Fe y deslizó la existencia de “ramificaciones políticas”, tras la denuncia en su contra.
 “Estoy aquí como vicepresidente electo de la República”, comenzó Boudou su alocución –inicialmente convocada como una conferencia de prensa– en el Salón Illia del Senado, en la que anticipó que se iba a referir a una “operación de prensa”. Allí, Boudou acusó a Rafecas de manejar su juzgado como una “agencia de noticias”, debido a la filtración de información de la causa a medios pertenecientes a Clarín y afirmó que forma parte de un “entramado mafioso”.
 “No se está discutiendo el fondo de la cuestión, esta es una novela mediática de la mafia de Magnetto y de la agencia de noticias de Rafecas”, aseveró, al tiempo que calificó al CEO de Clarín como “El Padrino”. Reiteró en varias oportunidades que fue elegido por voluntad popular y se quejó por la “baja calidad institucional del sistema judicial”, a partir de las derivaciones publicadas de la causa. “Yo tenía otra idea de Rafecas”, se lamentó Boudou, al tiempo que acusó al magistrado de enviar mensajes de texto a periodistas para que publiquen documentos de la causa. 
El vicepresidente apuntó sus cañones a uno de los jueces más respetados del fuero penal y acusó al juzgado a su cargo de armar “un escandalete que fracasó”. Lo hizo al dar a entender que el allanamiento realizado el miércoles en un departamento de su propiedad, se ordenó “por el berrinche, la bronca que operó sobre el fiscal y otros funcionarios cuando pensaban que cerraban un círculo cuando llevaban a declarar a Guillermo Gabella”, representante de la empresa Boldt. “Fueron a un careo y en el careo Gabella se desdijo, titubeó”, señaló el presidente del Senado, en referencia al testimonio del asesor sciolista Lautaro Mauro que contradijo la denuncia por un supuesto “apriete” que inicialmente había declarado el directivo de Boldt.
Boudou no respondió preguntas al terminar su exposición y evitó referirse al recibo de expensas de agosto de 2011 que trascendió, fue hallado en su vivienda a nombre de Alejandro Vandenbroele, principal investigado en la causa y presidente de la Compañía de Valores Sudamericana, hoy controlante de Ciccone. Solo afirmó que era un departamento de su propiedad que se encontraba alquilado y volvió sobre el “lamentable” funcionamiento de los tribunales de Comodoro Py. También dijo que llegaron a ofrecer “3 millones de dólares” por una foto suya con Vandenbroele, que según afirmó no existe. “Había un plan para vincularme con personas que no conozco”, concluyó.
El vicepresidente reiteró que no realizó ninguna gestión para favorecer a Ciccone en el levantamiento de la quiebra que pesaba sobre la firma, y agregó: “Lo único que hice fue contestar una carta de la AFIP para cuidar la firma, que nosotros haremos eso en el gobierno, cuidar el empleo.” “En mi nota fui muy claro. Decía sin mengua del interés fiscal”, enfatizó Boudou, para explicar que lo que se privilegió fue la deuda que la empresa mantenía con la AFIP. “Mi problema no es Ciccone, es Boldt”, disparó. 

BOLDT, GABBI, RIGHI. En un solo movimiento, Boudou también embistió contra el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, a quien acusó de ser nexo para un ofrecimiento de coimas de Boldt, y apuntó a los abogados del buffete vinculado al procurador general de la Nación, Esteban Righi. “El presidente de la Bolsa me pidió una entrevista el 3 de marzo de 2011. Me expresó que estaba preocupado porque Tabanelli (titular de Boldt) me iba a destruir, pero que yo lo podía arreglar, sólo tenía que poner un número”, subrayó Boudou, en referencia al empresario a quien acusó por montar una “operación” en su contra. Aseguró que una semana más tarde rechazó nuevamente ese ofrecimiento.
Más tarde, reveló que representantes del estudio jurídico García Labat Musso Righi, se ofrecieron para garantizarle una buena relación con los tribunales federales. “Cuando era director de la ANSES, me vinieron a hablar del estudio. Nunca me imaginé que tenía que tener buen lazo con la justicia. He tenido más de 20 causas en la justicia, 18 ya están cerradas porque eran mediáticas. Nunca tuve relación con Comodoro Py”, aseguró (ver aparte) . En su defensa, Boudou se quejó de que no se investiguen supuestas irregularidades en contratos de Boldt en Santa Fe para la confección de las boletas únicas electorales y en la provincia de Buenos Aires, donde, según dijo, “tiene contratación directa sin licitación desde 1993”. Allí mencionó las “ramificaciones políticas” por detrás y se preguntó por qué se puede fumar en los bingos provinciales. Con su advertencia, Boudou le apuntó a las últimas gestiones bonaerenses por la explotación de al menos 17 bingos hasta 2021. “Van a encontrar la madeja si tiran del hilo”, deslizó al hacer un llamado al periodismo, sin dar mayores detalles.
“Voy a seguir trabajando como vicepresidente, van a seguir teniéndolo y nadie lo va a correr”, ratificó sobre el final de su discurso.