viernes, 20 de abril de 2012

RAJOY MIRA PARA ADENTRO

El escenario

Un país en el centro de una "tormenta perfecta"

Por Anna Cuenca | Agencia AFP
MADRID.- Una España golpeada por la crisis se encuentra ante varios frentes que debilitan las certezas construidas desde el retorno de la democracia y los años de vacas gordas: la buena imagen de la monarquía, la relación entre Madrid y las regiones y la prosperidad de sus empresas en América latina.
"Las crisis económicas lo que tienen es que sociopolíticamente arrasan con todo", afirma Fermín Bouza, profesor de sociología de la Universidad Complutense de Madrid. "Es un campo abonado para muchas cosas que no son todas tranquilizadoras", dice.
Y agrega: "Estamos en una tormenta perfecta".
Las imágenes de un rey envejecido y triste pidiendo públicamente perdón por un polémico viaje de caza a Africa y de la presidenta argentina Cristina Kirchner anunciando la expropiación de YPF, la filial argentina de Repsol, marcaron una semana en que no faltaron nuevos recortes en competencias regionales.
La grave situación financiera del país, de nuevo en recesión, con un desempleo del 23% y una draconiana política de austeridad, catalizó la polémica sobre la costosa afición del monarca por cazar elefantes, considera el politólogo Ferran Requejo, de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
"En un momento en que el Estado está en peligro de ser intervenido, una frivolidad de este tipo por parte de la máxima autoridad, por una persona que es el símbolo del Estado, da una imagen horrorosa que ha enojado a mucha gente", señala.
Esta polémica llega precedida de un escándalo por presunta corrupción que implica al yerno del monarca, Iñaki Urdangarin, recuerda Antón Losada, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Santiago de Compostela.
"Lo que ha puesto en el punto de mira a la Casa Real ha sido el asunto de Urdangarin", que "ha hecho un daño muy profundo", sostiene Losada, que considera que la crisis económica crea una situación de fragilidad que exacerba todo tipo de tensiones.
Una situación que explica en parte, en su opinión, la expropiación del 51% de la petrolera argentina YPF. "La situación que en este momento tiene España, con una posición internacional delicada, no ha ayudado a que no pasara, y probablemente también la política española tenía la cabeza en otra cosa", afirma.
Requejo va más lejos: "Estamos en una situación débil y la Argentina ha actuado aprovechando esta fragilidad".
La toma de control sobre la petrolera reavivó los temores de ataques a otras compañías españolas fuertemente instaladas en América latina, cuya boyante situación económica les ha permitido hasta ahora sortear al menos en parte los efectos de la crisis en Europa.
"Cabe dentro de lo posible que no sólo la Argentina abra una agenda más o menos ambiciosa de revisión de las condiciones de las privatizaciones de los años 90, más en un escenario donde las empresas que hace 20 años fueron compradoras ya no son lo que eran", considera Losada.
Lo cierto es que, al dañar los intereses españoles en América latina, la decisión argentina no ayuda a calmar los temores sobre la economía española, que lucha a golpe de recortes para reducir un déficit que el año pasado se disparó al 8,51%, pese a que debería haber sido del 6%.
El gobierno del conservador Mariano Rajoy, que asumió en diciembre pasado, elaboró, para calmar a los mercados, los presupuestos más austeros de la democracia española, con recortes incluso en salud y educación, las dos grandes competencias gestionadas por las comunidades autónomas.
"La crisis es una buena coartada para hacer políticas desde el gobierno central español que de otra manera no se podrían hacer, una de ellas es proceder a una recentralización del Estado en nombre de la eficiencia económica", afirma Requejo.
La centralización "está en el programa de la derecha española y ahora tiene la oportunidad perfecta", coincide Losada.
Sin embargo, en regiones como "el País Vasco y Cataluña esta política tiene como consecuencia una radicalización de las posiciones" nacionalistas, advierte el politólogo barcelonés, y añade que las dificultades económicas pueden contribuir también a agudizar los deseos independentistas.
"El independentismo en el País Vasco aumentará y en Cataluña aumentará", augura, especialmente en un momento histórico en que, tras el fin de la violencia de la organización armada separatista vasca ETA, los proyectos secesionistas ganaron presencia en el ámbito político..

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