Radicalizados escenarios políticos
El rumor de una tercera candidatura de Lifschitz para el Ejecutivo local sólo se desarrolla en el marco de un convulsionado escenario interno del socialismo, aunque pocos creen en su concreción. La seguridad como remanido tema de campaña.
Por Leo Ricciardino La hipótesis radicalizada de forzar la posibilidad de un tercer mandato para Miguel Lifschitz al frente del Ejecutivo rosarino ante el choque de trenes a nivel provincial (para nombrar de algún modo la interna Antonio Bonfatti Rubén Giustiniani); persigue dos objetivos: Por un lado, preservar lo hecho en la ciudad por el socialismo en estos últimos siete años y por el otro busca señalar que los dos sectores dramáticamente en pugna están poniendo en riesgo lo conseguido hasta ahora, al dividir fuerzas y darle entidad y posibilidades al radicalismo a través de un cada vez más consolidado Mario Barletta. Claro que este escenario de máxima tiene un problema central y es el propio Lifschitz que se niega a "jubilarse" como intendente y que además no está dispuesto a dar un paso que significaría un desafío abierto hacia el propio Hermes Binner. Con todo, hay una serie de cuadros que lo piensan y muy en serio, ante el tenor de los acontecimientos.
De prosperar esta candidatura que sólo podría darse al calor de una gran convulsión interna, el tablero político local daría un vuelco dramático. Pero como eso difícilmente suceda, todos siguen haciendo sus apuestas. Dentro del socialismo está cada vez más claro que Miguel Zamarini conserva sus aspiraciones del lado de Giustiniani, así como también crecen las chances de Raúl Lamberto de la mano de Bonfatti y Binner, aunque podría sumarse algún otro pretendiente. Por el lado del sector de Lifschitz, el cuadro es más complejo por lo explicado hasta aquí y porque deben esperar definiciones provinciales.Las disputas locales vuelven a adquirir importancia ante la posibilidad de una muerte súbita de la Ley de Boleta Unica que sólo tiene una semana de existencia. El Ejecutivo provincial que había demostrado voluntad política para implementar la nueva norma -sólo fustigada por el Frente para la Victoria , ha reconocido que hay dificultades técnicas y jurídicas para su puesta en marcha en las elecciones del año próximo. Sucede que sería inconstitucional aplicarlas sólo a las elecciones provinciales generales y que también sería de dudosa constitucionalidad extender la reglamentación de la norma para las internas abiertas y obligatorias. El dato no es menor porque con el sistema ya conocido, los intendentes pueden sumar y recibir influencia de los candidatos superiores, dependiendo del panorama en cada territorio. En cambio, el nuevo sistema corta parcialmente la sábana y deja a cada cargo más bien librado a su suerte. Precisamente, esta era una de las ventajas que se le observó en detrimento del "voto cadena" que muchos insisten en negar. La cuestión quedó ahora en manos del titular de la fiscalía de Estado, Jorge Barraguirre que deberá presentarle un informe detallado al gobernador antes del 10 de diciembre, cuando se supone que Binner hará el anuncio formal de la fecha de los comicios provinciales, tanto las internas abiertas de mayo como las generales de julio.
Como en la elección de 2009, el tema de la seguridad volverá a tener eje en las campañas. No porque sea un tema fácil para los dirigentes (por el contrario es un debate en el que en el compromiso con la sociedad siempre hay más para perder que para ganar); sino porque a algunos le dio buen resultado. El caso más emblemático en Rosario es el del concejal Diego Giuliano al que ahora el candidato a gobernador del peronismo Omar Perotti intenta copiar con los mismos asesores de campaña. Claro, el tema puede ser un boomerang porque son discursos complejos que hay que sostener. Además, hay que dejar de lado cualquier prurito ideológico para hablar livianamente de un flagelo social de complejísimo abordaje. Pero por ahí irá la mayoría a la hora de intentar captar la atención. Por supuesto, poco y nada se sacará el limpio de las polémicas.
Hablando de las candidaturas locales del peronismo, en los próximos días se sumará la de Juan Giani por el Frente para la Victoria. Si bien Héctor Cavallero es el candidato fuerte del sector que conduce Agustín Rossi a nivel provincial; muchos jóvenes militantes aseguran que hay una nueva realidad del kirchnerismo que no podrá contener el experimentado líder socialista y que ha llegado el momento de construir un espacio que pueda defenderse luego en futuras elecciones. Rossi verá como hace equilibrio en esta situación a la que también hay que sumarle la posible postulación de María Eugenia Bielsa.
En el radicalismo, y muy a pesar de gran parte de la dirigencia local de la UCR, la candidatura de Jorge Boasso sigue siendo una de las que mayor atención capta -al menos hasta que aparezcan los candidatos socialistas y esto lo demuestra en las encuestas al punto de que el encumbrado intendente de Santa Fe no puede dejar de hablar del concejal cada vez que pisa la ciudad, como pasó este fin de semana donde Barletta volvió recorrer las peatonales en el marco de su operativo "seduciendo a Rosario".
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