Dudas
Casi la mitad de la gente teme perder el empleo
Luego de mucho tiempo, volvió la incertidumbre al mercado laboral, según una encuesta de Poliarquía
La desaceleración que arrastra la economía desde el segundo trimestre de 2012, los nubarrones cambiarios que asomaron con mayor intensidad en el principio de este año y su correlato sobre la actividad empresaria comenzaron a generar incertidumbre respecto del futuro del empleo en casi la mitad de la gente.
De acuerdo con una encuesta realizada por Poliarquía Consultores para LA NACION, un 45 por ciento de los consultados está preocupado por una posible pérdida del trabajo, propio o de algún miembro del grupo familiar.El dato es contundente al menos por dos motivos: en primer término, se trata de una proporción significativa en el marco del universo de la muestra. Pero además siembra -por primera vez en mucho tiempo- incertidumbre con respecto a la fortaleza del empleo en el país, uno de los más sólidos argumentos del kirchnerismo a la hora de defender su gestión.
Alcanza con recordar que cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia, en mayo de 2003, debió lidiar con 17,8% de desempleo que bajó periódicamente hasta el 6,9% con que terminó el año pasado, siempre según el polémico el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La encuesta se realizó telefónicamente a 1000 personas mayores de 18 años que residen en el país, en centros urbanos de más de 10.000 habitantes, entre el 5 y el 15 de este mes.
Ernesto Kritz, especialista en temas laborales y director de Poliarquía, apuntó que los resultados del relevamiento llaman especialmente la atención porque hasta hace poco "las empresas se quejaban de que no encontraban gente para cubrir puestos de trabajo", mientras que el desempleo se redujo de manera muy pronunciada durante la última década.
A la hora de explicar los motivos que despiertan preocupación en la población activa, cita algunos datos de contexto: "Hoy hay menos demanda de trabajo por parte de las empresas. El que está en una compañía nota que hay muchas menos horas extras, congelamiento de vacantes y menos beneficios. La gente percibe todo esto", sostuvo.
Para quienes tienen empleo, la preocupación por el futuro de su trabajo es incluso más importante que la inflación, otro de los temas que más inquietan a los argentinos, junto con la inseguridad. El 49% de los encuestados activos respondieron que su mayor preocupación pasa por la posible pérdida de su empleo, mientras que un 41% señaló en el primer lugar de importancia el hecho de que su salario crezca menos que la inflación. De todas maneras, un 51 por ciento de los entrevistados considera que los ingresos de la gente este año aumentarán menos que la suba de precios.
La precarización de las expectativas con respecto al empleo tiene más aristas. Un 40 por ciento de los entrevistados considera que en el último año, el problema del desempleo empeoró, mientras que sólo un 20 por ciento estima que mejoró. Y el 60 por ciento de los consultados sostiene que hoy hay en la Argentina pocas ofertas de empleo.
La encuesta arroja al menos un dato alentador: un 33 por ciento considera que la situación del empleo mejorará el año que viene, mientras que un 37 por ciento prevé que se mantendrá en niveles similares a los de 2013.
Menos favorecidos
Los sectores menos favorecidos son los que muestran mayores signos de inquietud por su futuro laboral. Un 51 por ciento de los que dicen estar "muy" o "bastante" preocupados sólo cuentan con estudios primarios. Ese número disminuye paulatinamente en los casos de personas que tienen estudios secundarios y universitarios.Además, entre los trabajadores informales la preocupación por una posible pérdida del trabajo alcanza a un 49 por ciento de la muestra, por encima del 39 por ciento que les corresponde a quienes integran el mercado formal de trabajo.
"La encuesta refleja que la población se ve afectada por dos fenómenos en simultáneo: por un lado cree que el aumento de sus ingresos no alcanzará para equiparar al ritmo de la inflación y, por el otro, perciben un mercado laboral más restringido y con menos oportunidades. Esto genera incertidumbre y preocupación", explicó, por su parte, Alejandro Catterberg, también director de Poliarquía.
La forma en que la población percibe la situación del mercado laboral tiene una fuerte correlación con la conducta electoral. "En los meses previos a la derrota del kirchnerismo en 2009, el 70 por ciento manifestaba que la situación del empleo estaba empeorando, mientras que cuando Cristina Kirchner ganó en 2011 sólo el 20 por ciento sostenía esta postura. Hoy el porcentaje es del 40 por ciento. Lo que suceda con el mercado de trabajo en los próximos meses será clave para el resultado de las elecciones de octubre", afirmó Catterberg.
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