domingo, 3 de marzo de 2013

Domingo, 03 de marzo de 201301:00

CFK, iniciativa y liderazgo

Reflexiones, por Rodolfo Montes / La Capital. Todo sucede simultáneo, apretado en el tiempo. En similares territorios, como parte de una misma coyuntura política. Y desde ya, dentro de una sola época.


  

Reflexiones, por Rodolfo Montes / La Capital (rmontes@lacapital.com.ar)
Todo sucede simultáneo, apretado en el tiempo. En similares territorios, como parte de una misma coyuntura política. Y desde ya, dentro de una sola época. Sin embargo, parecieran dos mundos distintos. Por un lado, el liderazgo presidencial se ratificó con la histórica Asamblea de apertura del 131º período Legislativo en la que Cristina Kirchner volvió a colocarse a distancia sideral del resto de la dirigencia política.
CFK ejerce dominio pleno de la iniciativa política. Que ahora interpela de forma integral al poder judicial.
Al tiempo que sucede una primacía indescontable del oficialismo, a nivel nacional, en la provincia de Santa Fe, por el contrario, la renuncia a una banca de la ahora ex diputada provincial María Eugenia Bielsa, y su batería de diatribas contra el referente principal del FpV en la bota, Agustín Rossi, constituyó un nuevo aporte al operativo daños y perjuicios contra el kirchnerismo provincial. Que ve debilitarse su credibilidad y sus posibilidades de integrarse bajo un liderazgo que lo acomode con chances de disputar la gobernación.
Con el episodio Bielsa, en Santa Fe vuelve a demostrarse que la época pos reutemista al interior del justicialismo sigue careciendo de configuraciones claras. Rossi tuvo una oportunidad —con la presidencia del bloque en Diputados—, y la aprovechó de un modo formidable. La Rosada metió con el Chivo una estocada al viejo régimen peronista conservador de Santa Fe. Pero se entretiene jugando algunas fichas simultáneas y no logra que el nuevo peronismo kirchnerista madure.
Volviendo a la Nación, de los augurios apocalípticos, ayer nomás, en noviembre y diciembre de 2012, con que la oposición mediática y luego política (en ese orden temporal, y también de jerarquía) a este presente, donde CFK instala el gran debate sobre el rol de la justicia, han pasado unos pocos meses.
Por eso, y más allá de las expresiones de rechazo inicial al discurso de CFK el viernes en el Congreso, la pregunta es si toda la oposición se encaminará o no hacia un nuevo derrape —de cara a la sociedad en general— con la visión ya anunciada: "Ahora el kirchnerismo quiere colonizar la justicia".
La presidenta tomó personalmente un caso emblemático de falta de justicia: Marita Verón. Le dio visibilidad. La Casa Rosada viene advirtiendo y sufriendo a la corporación de los Tribunales. Y sus inveteradas prácticas a favor de las corporaciones y las clases privilegiadas.
También la sociedad lo sufre y lo percibe. Así lo muestran muchos estudios. Cuando Cristina sentó a Marita Verón en su despacho sintió la vibra de una cuerda interna, la de la indignación. Y lo relacionó con otras indignaciones que la justicia viene provocando en la Casa Rosada. Ley de Medios (medidas cautelares), causas que duermen, detenidos que se excarcelan dejando dudas, empantanamiento del Consejo de la Magistratura, jueces y abogados proclives a recibir dádivas de los corporaciones económicas y eximición en el pago del impuesto a las ganancias, entre otras irregularidades.
En las próximas semanas llegarán al Congreso los proyectos de ley sobre el anunciado voto popular en la elección de miembros del Consejo de la Magistratura, entre otras reformas. Y surgirán los detalles sobre qué se está discutiendo. Pero la batalla cultural ya está lanzada. Y tiene encarnadura en la sociedad.
Las batallas culturales son marca registrada del kirchnerismo. Así se abrió paso. Incluso quedó tambaleando cuando perdió una ley, la 125, que venía atada a una batalla cultural, que sin embargo ganó. ¿O es la misma Argentina antes y después de 2008, respecto de la presunta "honestidad y apego al pago de impuestos" de los productores sojeros de las zonas más ricas de la Argentina?
Pero la 125 no fue la única batalla cultural del kirchnerimo: matrimonio igualitario, recuperación del rol del Estado ( Afjp, YPF), asignación universal, ley de medios, y entre otras, ahora una reforma integral de sistema judicial.
El golpe de Bielsa. En medio del vértigo de una semana política muy cargada para Santa Fe, María Eugenia Bielsa siente que se sacó un peso de encima. Ya no tendrá que soportar un lugar secundario en una Cámara de Diputados donde hace un año pretendió presidir, luego de ganar las elecciones. Pero que no supo concretar por falta de habilidad política negociadora. El desarrollo político de figuras con especial talento y capacidad electoral, como es el caso de Bielsa, construido casi exclusivamente desde la impronta personal, tiene momentos de avances y otros de estancamiento.
Está por verse cuál es el tiempo que le tocará en el futuro a la ex vicegobernadora. Su fuerte golpe político con la renuncia del jueves tuvo efectos negativos en la Casa Rosada. Bielsa usó el argumento cierto de que Cristina Fernández conocía su decisión. Lo que nunca acordó Bielsa con CFK fue la argumentación de la renuncia que la propia arquitecta rosarina iba a blandir en los medios.
"Cuidemos a los compañeros de la provincia, son importantes para nosotros", le dijo Cristina a María Eugenia. La recomendación logró los resultados por todos conocidos. A pesar de provenir de una familia futbolera, a Bielsa ¿le faltó? un atributo central para la política, el timing. Justo en la mañana en que Agustín Rossi se jugaba el pellejo juntando un quórum dificilísimo (para la sesión del memorandum con Irán, pedido de la presidenta) Bielsa acusaba al Chivo de "dividir al justicialismo, imponer intereses personales sobre el conjunto".
Mientras corría la sesión en el Congreso nacional, el último jueves, y para evitar un mayor sufrimiento, Rossi se colocó tapones en los oídos y se cosió la boca. Para todo lo que tuviera que ver con el caso María Eugenia. Encontró un gran alivio ya entrada la noche cuando una llamada de Juan Manuel Abal Medina le confirmó la obvio: los ataques hacia su persona jamás fueron habilitados por la presidenta. "No le contestes", fue la indicación.
A la mañana siguiendo, y en el marco de una felicitación por el resultado obtenido en el recinto (se aprobó la ley), fue la propia CFK que la que le aconsejó a Rossi evitar responderle a Bielsa.
La semana que termina tuvo muchas novedades políticas. Como la reunión del Ministro Julio De Vido con más de un centenar de jefes comunales peronistas de Santa Fe. Fue para promover un plan de obras pequeñas en cada localidad. Las obras son bienvenidas, los argumentos de la direccionalidad ( sólo para justicialistas) discutibles. "Ellos — el gobierno socialista— discriminan a los jefes comunales peronistas", argumenta De Vido, para actuar en espejo.
Finalmente, en medio del vértigo de un día agitado —el jueves— Jorge Obeid volvió a reunirse con Cristina en la Casa Rosada. Obeid, como ya se dijo, está volviendo al kirchnerismo. El ex gobernador, por lo pronto, obtuvo lo que fue a buscar: ya no tiene bolilla negra. Y se postula para la lista de diputados de agosto/octubre. Mientras mantiene una relación intensa con Rossi, quedó a la espera de novedades.

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