Mi respuesta a Diego Degano
El patético candidato a concejal que en dos años perdió miles de votos, intenta en su soberbia desesperación colgarse de un saco (el mío) para polemizar y así, en su delirio, volver al centro de escena. Solamente en su febril imaginación concibe y denuncia una campaña en su contra encabezada por mi persona. Veamos los hechos.
Los hechos son simples y comprobables. Cuarenta y ocho horas después la movilización de taxistas y familiares de Goiriz y la secuencia de pintadas en la Seccional Segunda, en nuestro programa de la mañana jamás hablamos de la participación de Diego Degano. Sí cubrimos la movilización dado que fuimos el programa que contó la historia de Jorge, habló con los familiares dos veces y discutimos el tema con la jueza que tuvo a su cargo el caso. De Degano, nada, dado que para mí sencillamente no es digno de atención por su precaria propuesta.
El viernes a la mañana, al llegar a la radio, me cuentan del enojoso acto, cuasi patoteril, del candidato hacia Citroni. ¿Qué hicimos? Lo que teníamos que hacer como periodistas. Constatar las fuentes y acreditar la denuncia contra Degano dado que el conductor del programa de la tarde tenía una precaria prueba, un hecho irresponsable por cierto.
No dijimos nada, hasta las 10.20 de ese día, cuándo por fin accedimos al expediente. En el mismo estaba acreditada una denuncia y testimonios de agentes policiales sobre el accionar de Degano.
Invitamos al conductor de la tarde y lo notificamos de nuestras fuentes y pruebas, que el no tenía, y para mí fue tema terminado.
El sábado a la mañana me enteré que insólitamente Citroni igualmente otorgó derecho a réplica, lo que no se explica ni se entiende. Primero: ya estaba acreditada la denuncia. Segundo: Degano atacó a toda la radio y a mi en lo personal por medio de conferencia de prensa.
Entre la soberbia de un principiante de periodismo, mediocre, irresponsable, pagado de sí mismo, sin formación intelectual, ni política, ni periodística, que le permitió a Degano una tribuna de audiencia durante 45 minutos para mentir descaradamente, con la gravedad que el colega al que "salvamos" negó la posibilidad de participar del debate de un periodista de la mañana.
Hago este descargo por este medio porque no le voy ni pienso hacerlo ni 10 segundos de un programa serio y pluralista y muy escuchado para que Degano se victimice mintiendo sistemáticamente.
Cada uno en Santa Fe sabe quién es quien y qué hizo o dejó de hacer. En el ambiente político y periodístico también. Por eso huelgan más palabras y explicaciones.
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