“Con Atucha II saldamos una deuda histórica”, dijo Cristina
Publicado el 29 de Septiembre de 2011Por
Acompañada por el ministro de Planificación, Julio De Vido, la mandataria anticipó que en el mismo predio se levantarán Atucha III y el reactor experimental Carem. “La maquinaria argentina cuenta con el mejor combustible, el pueblo y su fuerza”, afirmó.
La presidenta Cristina Fernández inauguró ayer en forma oficial la central nuclear de Atucha II, cuya planificación se remonta a fines de los años setenta y que, tras una paralización de más de 12 años, se encuentra en obra desde 2006. Se espera que produzca energía a partir del segundo semestre del año que viene. Además, la presidenta anunció que en el mismo predio se levantarán la central nuclear Atucha III y el reactor experimental Carem, de diseño nacional.
La presidenta arribó al complejo nuclear de Atucha, ubicado en la localidad de Lima, partido de Zárate, a las 17. Tras una recorrida de las instalaciones, guiada por José Luis Antúnez, vicepresidente de Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA, la empresa que opera las centrales nucleares del país), ingresó a la zona donde estaba levantado el escenario al aire libre –aprovechando la tarde soleada y cálida– y en la que esperaban invitados, trabajadores y profesionales.
En el inicio del acto, Cristina pulsó dos botones con los que empezaron dos procesos que forman parte de la puesta en marcha de la central. “Cuando presioné los dos pulsores, que dieron comienzo al rotor de la turbina y al ingreso del agua de enfriamiento, vencimos no sólo las postergaciones en algo en lo que fuimos pioneros, sino que, además, estamos saldando una deuda”, expresó la presidenta. Estos fueron los dos ejes de su discurso, el de la recuperación de la capacidad industrial del país y el del pago de una deuda nacional por parte de “la generación del Bicentenario”, como la calificó la presidenta.
Aunque aún falta un año para que Atucha II entregue electricidad, está muy cerca de ese objetivo en términos históricos.
Planificada durante la década de 1970 –casi al mismo tiempo que entraba en operaciones Atucha I, en 1974–, la piedra fundamental se colocó en 1982, y aunque la obra se mantuvo en marcha durante el resto de esa década, el ritmo fue decayendo hasta el mínimo.
En los ’90, Carlos Menem primero impulsó la construcción de la central, al punto de integrar 3500 obreros y técnicos en ella, pero en 1994 decidió paralizarla y poner en venta el parque nuclear nacional.
Desde 2006, cuando el ex presidente Néstor Kirchner lanzó el plan nuclear argentino, el Estado lleva invertidos en Atucha II $ 10.200 millones (unos U$S 2400 millones), financiados en buena medida por la ANSES, a los que se suman a los U$S 2000 millones que ya se habían gastado en los 24 años anteriores (ver p. 3).
En el acto, Cristina Fernández asoció la puesta en marcha de Atucha II con el fin de las obras de Yacyretá y la reactivación de los astilleros navales, todas industrias que estaban paralizadas y abandonadas. “Les agradezco a ustedes –dijo mirando a las decenas de trabajadores de la UOCRA que habían copado las tribunas–, que han sido custodios de la soberanía nacional, los obreros de Atucha al igual que los obreros de los astilleros. Esto era un galpón lleno de búhos y ratas. Cuando él (por el ex presidente Kirchner) decidió poner en marcha la recuperacion del plan nuclear argentino en 2006, estaba poniendo en marcha la voluntad del país de volver al crecimiento y al desarrollo.”
Cristina señaló: “Somos la generación del Bicentenario, la que está cubriendo todas las deudas históricas que se han creado por décadas de abandono o injerencia externa para que Argentina no tenga desarrollo nuclear.”
Una vez en operaciones, Atucha II entregará 700 megavatios al sistema interconectado nacional, prácticamente el doble que su vecina Atucha I.
Tras el acto, el ministro de Planificación, Julio De Vido, detalló que el objetivo es llevar ese porcentaje al 25% hacia el año 2030, para lo cual ya hay tres grandes planes en marcha. El primero, la extensión de la vida útil de la central de Embalse, en Córdoba. El segundo, la construcción de una cuarta central nuclear, que la presidenta aclaró que será también en Atucha, y que constará de dos generadores (hasta ahora cada central nuclear tiene un único generador), proyecto en el cual se han anotado seis oferentes internacionales cuya precalificación se espera para fin de este año o principios del próximo. El tercero es la construcción del reactor Carem, un diseño ciento por ciento nacional, de planta nuclear de baja potencia y cuya primera unidad será emplazada en Formosa, con fecha aún no determinada.
De Vido observó que “el objetivo de esta política de Estado es romper con la dependencia del gas y, al mismo tiempo, poner a la Argentina en la vanguardia de América Latina en materia nuclear, como fue en 1974”.
Tanto la presidenta como el ministro de Planificación rescataron la recuperación de cientos de técnicos y profesionales que habían quedado sin oportunidad laboral tras la paralización de todo el andamiaje nuclear, salvo la operación de Atucha I y Embalse, a lo que se le suma la formación de centenares de nuevos técnicos. Actualmente hay unos 5200 obreros y técnicos en las tareas de poner en marcha Atucha II, y cuando esté funcionando serán en total unos 1500 entre las dos Atucha.
En el escenario, Cristina estuvo acompañada por los gobernadores Daniel Scioli y Gildo Insfrán; los ministros De Vido y Arturo Puricelli; los funcionarios Oscar Parrilli y Carlos Zanini; y los ejecutivos de NASA Eduardo Messi y Antúnez.
Ante los trabajadores y funcionarios que hicieron posible la finalización del proyecto, Cristina recordó que la planta fue un “símbolo de postergación” del menemismo, cuando se detuvo la construcción y sus instalaciones de llenaron de “búhos y ratas”.
La presidenta señaló también que “me siento parte de esa generación que está pagando deudas históricas. Estamos poniendo en marcha una maquinaria, que es la República Argentina, una maquinaria en materia industrial, científica, de desarrollo”.
Por último, recalcó: “Los argentinos tenemos que ponernos de pie para seguir asegurando que nadie pueda detener la maquinaria, que siga su marcha por más crecimiento, más democracia, más justicia, más libertad y patria para todos.” <
Acompañada por el ministro de Planificación, Julio De Vido, la mandataria anticipó que en el mismo predio se levantarán Atucha III y el reactor experimental Carem. “La maquinaria argentina cuenta con el mejor combustible, el pueblo y su fuerza”, afirmó.
La presidenta Cristina Fernández inauguró ayer en forma oficial la central nuclear de Atucha II, cuya planificación se remonta a fines de los años setenta y que, tras una paralización de más de 12 años, se encuentra en obra desde 2006. Se espera que produzca energía a partir del segundo semestre del año que viene. Además, la presidenta anunció que en el mismo predio se levantarán la central nuclear Atucha III y el reactor experimental Carem, de diseño nacional.
La presidenta arribó al complejo nuclear de Atucha, ubicado en la localidad de Lima, partido de Zárate, a las 17. Tras una recorrida de las instalaciones, guiada por José Luis Antúnez, vicepresidente de Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA, la empresa que opera las centrales nucleares del país), ingresó a la zona donde estaba levantado el escenario al aire libre –aprovechando la tarde soleada y cálida– y en la que esperaban invitados, trabajadores y profesionales.
En el inicio del acto, Cristina pulsó dos botones con los que empezaron dos procesos que forman parte de la puesta en marcha de la central. “Cuando presioné los dos pulsores, que dieron comienzo al rotor de la turbina y al ingreso del agua de enfriamiento, vencimos no sólo las postergaciones en algo en lo que fuimos pioneros, sino que, además, estamos saldando una deuda”, expresó la presidenta. Estos fueron los dos ejes de su discurso, el de la recuperación de la capacidad industrial del país y el del pago de una deuda nacional por parte de “la generación del Bicentenario”, como la calificó la presidenta.
Aunque aún falta un año para que Atucha II entregue electricidad, está muy cerca de ese objetivo en términos históricos.
Planificada durante la década de 1970 –casi al mismo tiempo que entraba en operaciones Atucha I, en 1974–, la piedra fundamental se colocó en 1982, y aunque la obra se mantuvo en marcha durante el resto de esa década, el ritmo fue decayendo hasta el mínimo.
En los ’90, Carlos Menem primero impulsó la construcción de la central, al punto de integrar 3500 obreros y técnicos en ella, pero en 1994 decidió paralizarla y poner en venta el parque nuclear nacional.
Desde 2006, cuando el ex presidente Néstor Kirchner lanzó el plan nuclear argentino, el Estado lleva invertidos en Atucha II $ 10.200 millones (unos U$S 2400 millones), financiados en buena medida por la ANSES, a los que se suman a los U$S 2000 millones que ya se habían gastado en los 24 años anteriores (ver p. 3).
En el acto, Cristina Fernández asoció la puesta en marcha de Atucha II con el fin de las obras de Yacyretá y la reactivación de los astilleros navales, todas industrias que estaban paralizadas y abandonadas. “Les agradezco a ustedes –dijo mirando a las decenas de trabajadores de la UOCRA que habían copado las tribunas–, que han sido custodios de la soberanía nacional, los obreros de Atucha al igual que los obreros de los astilleros. Esto era un galpón lleno de búhos y ratas. Cuando él (por el ex presidente Kirchner) decidió poner en marcha la recuperacion del plan nuclear argentino en 2006, estaba poniendo en marcha la voluntad del país de volver al crecimiento y al desarrollo.”
Cristina señaló: “Somos la generación del Bicentenario, la que está cubriendo todas las deudas históricas que se han creado por décadas de abandono o injerencia externa para que Argentina no tenga desarrollo nuclear.”
Una vez en operaciones, Atucha II entregará 700 megavatios al sistema interconectado nacional, prácticamente el doble que su vecina Atucha I.
Tras el acto, el ministro de Planificación, Julio De Vido, detalló que el objetivo es llevar ese porcentaje al 25% hacia el año 2030, para lo cual ya hay tres grandes planes en marcha. El primero, la extensión de la vida útil de la central de Embalse, en Córdoba. El segundo, la construcción de una cuarta central nuclear, que la presidenta aclaró que será también en Atucha, y que constará de dos generadores (hasta ahora cada central nuclear tiene un único generador), proyecto en el cual se han anotado seis oferentes internacionales cuya precalificación se espera para fin de este año o principios del próximo. El tercero es la construcción del reactor Carem, un diseño ciento por ciento nacional, de planta nuclear de baja potencia y cuya primera unidad será emplazada en Formosa, con fecha aún no determinada.
De Vido observó que “el objetivo de esta política de Estado es romper con la dependencia del gas y, al mismo tiempo, poner a la Argentina en la vanguardia de América Latina en materia nuclear, como fue en 1974”.
Tanto la presidenta como el ministro de Planificación rescataron la recuperación de cientos de técnicos y profesionales que habían quedado sin oportunidad laboral tras la paralización de todo el andamiaje nuclear, salvo la operación de Atucha I y Embalse, a lo que se le suma la formación de centenares de nuevos técnicos. Actualmente hay unos 5200 obreros y técnicos en las tareas de poner en marcha Atucha II, y cuando esté funcionando serán en total unos 1500 entre las dos Atucha.
En el escenario, Cristina estuvo acompañada por los gobernadores Daniel Scioli y Gildo Insfrán; los ministros De Vido y Arturo Puricelli; los funcionarios Oscar Parrilli y Carlos Zanini; y los ejecutivos de NASA Eduardo Messi y Antúnez.
Ante los trabajadores y funcionarios que hicieron posible la finalización del proyecto, Cristina recordó que la planta fue un “símbolo de postergación” del menemismo, cuando se detuvo la construcción y sus instalaciones de llenaron de “búhos y ratas”.
La presidenta señaló también que “me siento parte de esa generación que está pagando deudas históricas. Estamos poniendo en marcha una maquinaria, que es la República Argentina, una maquinaria en materia industrial, científica, de desarrollo”.
Por último, recalcó: “Los argentinos tenemos que ponernos de pie para seguir asegurando que nadie pueda detener la maquinaria, que siga su marcha por más crecimiento, más democracia, más justicia, más libertad y patria para todos.” <
No hay comentarios:
Publicar un comentario