Política
elecciones 2011
La hormiguita se hizo sheriff, los movimientos de Boudou y la reubicación de Solá
29/09/11 - 10:20De “Hormiguita” a “Sheriff”. Y encima, de la provincia de Buenos Aires.
Así lo planteó Ramiro Agulla, en su tarea creativa para Francisco de Narváez, como manera de destacar la candidatura y el protagonismo de Graciela Ocaña, conocida bajo el mote de “La Hormiguita” por su laboriosidad incansable.
Y la idea, es mostrarla capaz de transformarse esta vez en un “Sheriff” para que -en un hipotético gobierno del “Colorado” ocupe un organismo de transparencia a cargo de la lucha contra el narcotráfico, la corrupción y el crimen organizado.
El spot que saldrá en breve, se diferenciará del resto de los opositores, donde abunda lo obvio y los mensajes que intentan ocultar la realidad: la carencia de un discurso para “entrarle” al electorado, atraído además de votar a ganador, tendencia irresistible que sucede aquí y en todas partes del mundo.
Y uno de esos rubros que se le asignarían a Ocaña, está el de la lucha contra el tráfico de droga, lo que utilizará de Narváez para viajar este jueves a La Plata y pretender entregarle al propio Daniel Scioli en la gobernación, tres carpetas con proyectos que no habrían sido aprobados por el oficialismo provincial.
Esta cita de viernes tal vez retrase el encuentro que termine de sellar el nuevo matrimonio con Alberto Rodríguez Saá, ya devenido en el candidato presidencial de los denarvaístas.
“El Alberto” mientras tanto, de camisa blanca y saco claro, sonríe en sus spots y disfruta lo que imagina venir: superar a Eduardo Duhalde en la elección del 23 de octubre y quedar al frente de la poca disidencia peronista que sobrevivirá hacia fines de año.
Disidencia que no ahorrará gestos amables con el Gobierno nacional, por lo menos, en el primer semestre de la nueva gestión.
Por su parte, el binomio oficialista tiene guardada aún sus cartas para el 23/10. Como ya se sabe, esas ideas se concentran en brevísimas manos y Alfredo Scoccimarro no deja de llevarle a Cristina el boceto final, para sus apuntes y decisiones finales sobre todo lo que se imprime o edita.
En tanto, Amado Boudou se prepara (con afiche ya listo) para la rifa de la moto que ganó en el programa de Telefé “Sábado Bus”, pasa por el Congreso Nacional con tono de campaña y no deja de mover sus influencias para ser también, decisor de los nombres de futuros ministros, con especial atención a los casilleros que desea para sus bendecidos Hernán Lorenzino y Diego Bossio.
Pero tampoco descuida otros menesteres, como poner un contador de su elección en la conducción de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, luego de la salida traumática de la hija de Hebe de Bonafini.
Mientras tanto, -y en medio de tanta movida electoral- Felipe Solá medita sobre su reaparición de renovada fe kirchnerista.
Y define si presenta bloque propio y cómo se llamará. Porque sin ese trámite, no puede hacer uso de la palabra en la Cámara de Diputados, si hubiera sesión.
Lo interesante sería saber qué va a decir la nueva adquisición del sciolismo.
Así lo planteó Ramiro Agulla, en su tarea creativa para Francisco de Narváez, como manera de destacar la candidatura y el protagonismo de Graciela Ocaña, conocida bajo el mote de “La Hormiguita” por su laboriosidad incansable.
Y la idea, es mostrarla capaz de transformarse esta vez en un “Sheriff” para que -en un hipotético gobierno del “Colorado” ocupe un organismo de transparencia a cargo de la lucha contra el narcotráfico, la corrupción y el crimen organizado.
El spot que saldrá en breve, se diferenciará del resto de los opositores, donde abunda lo obvio y los mensajes que intentan ocultar la realidad: la carencia de un discurso para “entrarle” al electorado, atraído además de votar a ganador, tendencia irresistible que sucede aquí y en todas partes del mundo.
Y uno de esos rubros que se le asignarían a Ocaña, está el de la lucha contra el tráfico de droga, lo que utilizará de Narváez para viajar este jueves a La Plata y pretender entregarle al propio Daniel Scioli en la gobernación, tres carpetas con proyectos que no habrían sido aprobados por el oficialismo provincial.
Esta cita de viernes tal vez retrase el encuentro que termine de sellar el nuevo matrimonio con Alberto Rodríguez Saá, ya devenido en el candidato presidencial de los denarvaístas.
“El Alberto” mientras tanto, de camisa blanca y saco claro, sonríe en sus spots y disfruta lo que imagina venir: superar a Eduardo Duhalde en la elección del 23 de octubre y quedar al frente de la poca disidencia peronista que sobrevivirá hacia fines de año.
Disidencia que no ahorrará gestos amables con el Gobierno nacional, por lo menos, en el primer semestre de la nueva gestión.
Por su parte, el binomio oficialista tiene guardada aún sus cartas para el 23/10. Como ya se sabe, esas ideas se concentran en brevísimas manos y Alfredo Scoccimarro no deja de llevarle a Cristina el boceto final, para sus apuntes y decisiones finales sobre todo lo que se imprime o edita.
En tanto, Amado Boudou se prepara (con afiche ya listo) para la rifa de la moto que ganó en el programa de Telefé “Sábado Bus”, pasa por el Congreso Nacional con tono de campaña y no deja de mover sus influencias para ser también, decisor de los nombres de futuros ministros, con especial atención a los casilleros que desea para sus bendecidos Hernán Lorenzino y Diego Bossio.
Pero tampoco descuida otros menesteres, como poner un contador de su elección en la conducción de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, luego de la salida traumática de la hija de Hebe de Bonafini.
Mientras tanto, -y en medio de tanta movida electoral- Felipe Solá medita sobre su reaparición de renovada fe kirchnerista.
Y define si presenta bloque propio y cómo se llamará. Porque sin ese trámite, no puede hacer uso de la palabra en la Cámara de Diputados, si hubiera sesión.
Lo interesante sería saber qué va a decir la nueva adquisición del sciolismo.
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