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Gigante. Cristina hizo el anuncio del Polo Audiovisual el miércoles. Se hará en la Isla Demarchi, en La Boca. Es una zona industrial cuya propiedad fue transferida a la ANSES.
El Polo Cinematográfico que lanzó Cristina Fernández el miércoles en el Museo del Bicentenario forma parte de un megaproyecto para la producción de contenidos locales, enmarcado en la Ley de Medios. Pero muy costoso: para las obras de construcción se deberán destinar, como mínimo, US$ 200 millones de fondos públicos. El predio donde se emplazará está valuado en US$ 70 millones, según confiaron a este diario fuentes del mercado inmobiliario.
La Isla Demarchi es una zona industrial donde el 60% es construible y se puede edificar hasta dos pisos. Según el Código de Planeamiento Urbano, esto significa que se puede construir 144 mil metros cuadrados. Desarrollar cada metro cuadrado en esa zona oscila entre los US$ 900 y los US$ 1.200, para viviendas familiares. Pero en este caso se trata de un proyecto que requiere de tecnología, infraestructura y otro tipo de instalaciones, por lo que desarrolladores urbanos consultados aventuraron que la iniciativa demandará el 40% más de lo que costaría hacer viviendas.
Para realizar el proyecto de “Hollywood K” el Gobierno transfirió la Isla a la Anses. Se constituyó una sociedad anónima donde el 99% de las acciones pertenecen al organismo de Diego Bossio y el resto a la Secretaría de Comunicación, que conduce Alfredo Scocimarro. Además de él, detrás del proyecto está Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia y Juan Manuel Abal Medina, jefe de Gabinete de Ministros.
Para avanzar con la construcción se deben tener los planos correctamente habilitados. Existen diferencias sobre si es necesario que el Gobierno porteño los apruebe, así como si el proyecto necesita el aval de la legislatura porteña, donde el oficialismo no tiene mayoría.
El proyecto parece ambicioso y forma parte de la Ley de Medios. Desde que el Gobierno sancionó la Ley se avanzó con la Televisión Digital Abierta, se crearon señales públicas y contenidos propios. En todo el país ya hay polos donde las productoras pequeñas e independientes fabrican contenidos que luego son almacenados en el Banco Audiovisual (Bacua). El Bacua provee con esos contenidos a las señales de la TDA e incluso a canales de cable.
En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, hay tres polos: uno en Bahía Blanca, otro en Tandil y otro en Trenque Lauquen, donde funcionan canales de la TV pública. La creación de los polos estaba prevista en el artículo 153 de la Ley pero recién el año pasado el Ministerio de Planificación comenzó a girar el dinero para que se montaran las islas de edición y se proveyera de la infraestructura necesaria.
Un ejemplo de lo que se hace en los polos es el ciclo “panorama argentino” que emite noticias del interior del país. El contenido se transmite, por ahora, en el canal CN23 que, además de estar en el cable, está en la grilla de la Televisión Digital Abierta.
Además de fortalecer a la industria audiovisual local, el Polo y sus ramificaciones, que están en el interior del país, apuntan a romper con el “monopolio informativo” del Grupo Clarín, una reconocida obsesión K. La Televisión Digital Abierta llega hoy a muchos hogares de Argentina, con un pequeño aparato decodificador que es entregado de manera gratuita. Allí hay más de veinte señales, cuyos contenidos surgen, muchas veces, de estos polos audiovisuales.
Como el Gobierno no logró que Clarín desinvierta (por una medida cautelar que lo impide) intenta atacar la fortaleza de Cablevisión –el negocio más rentable del Grupo– ofreciendo televisión por fuera del sistema de cable, a costo cero para el consumidor.
Cristina Kirchner anticipó que la idea es no sólo producir contenidos para el interior del país sino también para exportar. “Es simplemente la convicción y la clara percepción del valor de industria, del valor generador de puestos de trabajo altamente calificados, de exportar contenidos culturales, que tiene nuestra industria cinematográfica con nuestros actores, directores, técnicos, todos, porque todos hacen una película, desde el que aparece actuando o el director, los que se llevan los premios y después los cámaras, los que llevan los cables, los sonidistas, las maquilladoras, los peinadores, todo el mundo, para que ustedes vean los miles y miles de puestos de trabajo que genera esta actividad”, indicó. El Gobierno llamará en un mes a un concurso público para que los desarrolladores urbanos presenten sus proyectos. Una vez que esto ocurra, la obra se pondrá en marcha. En la Casa Rosada creen que CFK quiere que ese edificio sea el “monumento d
Costará unos $ 1.000 millones construir el Hollywood K
La Presidenta quiere que su megaproyecto audiovisual sea el “monumento del Bicentenario”.La Anses administrará el predio que, según el mercado, cuesta unos US$ 70 millones.
Gigante. Cristina hizo el anuncio del Polo Audiovisual el miércoles. Se hará en la Isla Demarchi, en La Boca. Es una zona industrial cuya propiedad fue transferida a la ANSES.Notas Relacionadas
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La Isla Demarchi es una zona industrial donde el 60% es construible y se puede edificar hasta dos pisos. Según el Código de Planeamiento Urbano, esto significa que se puede construir 144 mil metros cuadrados. Desarrollar cada metro cuadrado en esa zona oscila entre los US$ 900 y los US$ 1.200, para viviendas familiares. Pero en este caso se trata de un proyecto que requiere de tecnología, infraestructura y otro tipo de instalaciones, por lo que desarrolladores urbanos consultados aventuraron que la iniciativa demandará el 40% más de lo que costaría hacer viviendas.
Para realizar el proyecto de “Hollywood K” el Gobierno transfirió la Isla a la Anses. Se constituyó una sociedad anónima donde el 99% de las acciones pertenecen al organismo de Diego Bossio y el resto a la Secretaría de Comunicación, que conduce Alfredo Scocimarro. Además de él, detrás del proyecto está Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia y Juan Manuel Abal Medina, jefe de Gabinete de Ministros.
Para avanzar con la construcción se deben tener los planos correctamente habilitados. Existen diferencias sobre si es necesario que el Gobierno porteño los apruebe, así como si el proyecto necesita el aval de la legislatura porteña, donde el oficialismo no tiene mayoría.
El proyecto parece ambicioso y forma parte de la Ley de Medios. Desde que el Gobierno sancionó la Ley se avanzó con la Televisión Digital Abierta, se crearon señales públicas y contenidos propios. En todo el país ya hay polos donde las productoras pequeñas e independientes fabrican contenidos que luego son almacenados en el Banco Audiovisual (Bacua). El Bacua provee con esos contenidos a las señales de la TDA e incluso a canales de cable.
En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, hay tres polos: uno en Bahía Blanca, otro en Tandil y otro en Trenque Lauquen, donde funcionan canales de la TV pública. La creación de los polos estaba prevista en el artículo 153 de la Ley pero recién el año pasado el Ministerio de Planificación comenzó a girar el dinero para que se montaran las islas de edición y se proveyera de la infraestructura necesaria.
Un ejemplo de lo que se hace en los polos es el ciclo “panorama argentino” que emite noticias del interior del país. El contenido se transmite, por ahora, en el canal CN23 que, además de estar en el cable, está en la grilla de la Televisión Digital Abierta.
Además de fortalecer a la industria audiovisual local, el Polo y sus ramificaciones, que están en el interior del país, apuntan a romper con el “monopolio informativo” del Grupo Clarín, una reconocida obsesión K. La Televisión Digital Abierta llega hoy a muchos hogares de Argentina, con un pequeño aparato decodificador que es entregado de manera gratuita. Allí hay más de veinte señales, cuyos contenidos surgen, muchas veces, de estos polos audiovisuales.
Como el Gobierno no logró que Clarín desinvierta (por una medida cautelar que lo impide) intenta atacar la fortaleza de Cablevisión –el negocio más rentable del Grupo– ofreciendo televisión por fuera del sistema de cable, a costo cero para el consumidor.
Cristina Kirchner anticipó que la idea es no sólo producir contenidos para el interior del país sino también para exportar. “Es simplemente la convicción y la clara percepción del valor de industria, del valor generador de puestos de trabajo altamente calificados, de exportar contenidos culturales, que tiene nuestra industria cinematográfica con nuestros actores, directores, técnicos, todos, porque todos hacen una película, desde el que aparece actuando o el director, los que se llevan los premios y después los cámaras, los que llevan los cables, los sonidistas, las maquilladoras, los peinadores, todo el mundo, para que ustedes vean los miles y miles de puestos de trabajo que genera esta actividad”, indicó. El Gobierno llamará en un mes a un concurso público para que los desarrolladores urbanos presenten sus proyectos. Una vez que esto ocurra, la obra se pondrá en marcha. En la Casa Rosada creen que CFK quiere que ese edificio sea el “monumento d
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