PROpaganda vs. profundizar
Vamos, Argentina! El viernes volvió a jugar en nuestro país la Selección de fútbol. Fue por las Eliminatorias en Córdoba, ante los hermanos de Paraguay, un partido chivo.

Todos sabemos lo que representa el fútbol en nuestro país, el lugar que ocupa en nuestra vida cotidiana, y es curioso lo que sucede: porque todo el mundo opina, propone, critica, tiene sus favoritos y sus resistidos, y más allá de cuáles sean los colores de cada uno, cuando la pelota empieza a rodar, todos tiramos para el mismo lado. Y todos queremos lo mismo: estar en el Mundial de Brasil y hacer historia. Qué lindo si fuera también así en otros aspectos de la vida, ¿no?
Pero el fútbol también nos permite ver unos cuantos problemas preocupantes de nuestro país, cuestiones que piden cambios profundos, pero es difícil modificar por "tradición cultural", lo que a veces significa por intereses de grandes poderes, y por la complicidad o el miedo de los responsables, que no se atreven a hacerles frente. En el fútbol local, por un lado tenemos los casos de evasión en los pases de jugadores, que la AFIP está investigando. Manganetas y tramoyas de representantes, triangulaciones turbias entre clubes, y unos inventos chinos para evadir impuestos (y/o lavar dinero). Y es un ejemplo claro de cómo el "curro" de unos pocos termina desvirtuando el bien de muchos: cifras estrafalarias, clubes endeudados. Por otro lado, pero también relacionado directamente con asuntos de dinero y poder, está la lucha por erradicar "la violencia del fútbol", que es otra de las formas de violencia que atraviesa la sociedad y tiñe nuestra gran pasión. Hay clubes como Independiente que tomaron la valiente decisión de sacar a los barrabravas, y devolverle el lugar en las tribunas a los socios y las familias, de no alimentar mafias. Y el gobierno está apoyando estas iniciativas, pidiendo colaboración y compromiso. Pero algunos clubes no tanto. Lo de Boca es vergonzoso: hace poco se tirotearon dos facciones de La 12, pero Angelici, que es pollo de Macri, como si nada: son socios, no barras, dice, admite que se conocen todos, y no entrega listas de admisión. ¿Más claro? Echale amarillo. Y en la prensa no se lo condena, no se le exige. Esto también deja en evidencia que al "contrerismo", los que están en contra de cualquier iniciativa del gobierno nacional, por más sensata que sea, no le viene bien nada de lo que haga, ni luchar contra la violencia en el fútbol ni combatir la evasión.
Y el tema de la evasión no es un asunto menor. Es otro tema que también permite ver el grado de delirio al que podemos llegar. Circulan muchos comentarios maliciosos sobre los planes de inclusión: que si tenés más hijos mejor, que la gente prefiere cobrar un plan que buscar trabajo. Cosas de mentes muy estrechas, que no pueden ver que se están saldando deudas del neoliberalismo, brindando oportunidades, recuperando la cultura del trabajo, la alegría de estudiar y superarse, de ganarse el mango con lo que uno aprendió, lo que sabe, lo que le gusta. Porque los mismos que corean esa estupidez de que "el gobierno mantiene vagos", que ellos "pagan los planes con sus impuestos", y toda otra sarta de estupideces, no se indignan cuando se enteran de que los más ricos del país son los que más evaden impuestos. "Gente bien" que vive en countries, "gente bien" que posee hectáreas de campo sembradas por millones, "gente bien" que no declara cuántas propiedades y vehículos tiene, "gente bien" que mantiene a sus empleados en negro y les niega derechos. Hay 10 mil personas que deben mucho más de los que millones cuentan por mes. Esos no tributan, pero claro, tienen prensa que los defienda o los apañe. La misma que hace que la clase media (mediática) se embronque con los que menos tienen, con los castigados de siempre, los que toda la historia estuvieron poniendo el lomo para generar la riqueza que gozan sólo los de más arriba.
Y ahí salen los Paolo Rocca a decir que acá se pagan sueldos muy altos (mejorar la competitividad, le dice él): ¿qué quiere decir? ¿Que para que él gane más bajemos los sueldos? Y encima hay "gente bien" que lo sale a apoyar, algunos solamente porque "discute" con el gobierno. Hagamos una cosa: los que estén de acuerdo con este "patriótico" empresario, que se bajen voluntariamente el sueldo a la mitad, y lo ayuden a construir un país mejor, ja, ja. ¿A ver cuántos "patriotas" más como él tenemos? ¿Nos están tomando de bolud**? ¿Por qué no discutimos cuánto debería ganar un empresario oligopólico para no seguir perpetuando y produciendo más desigualdades? En fin, en la batidora de la información se arman unos mixes que para qué te cuento...
Y así también, en la coctelera mediática, se mezclan papas con peras y leche con vino. Y me gustaría hacer una aclaración en otro sentido. Porque la confusión domina todo, y se condenan un montón de cosas solamente por quiénes las promueven. Pero que en sí pueden ser virtuosas. Estoy hablando de la cobertura que se le fue dando a la gira de Sri Sri Ravi Shankar. No sé bien quién es el tipo, pero gente que quiero y respeto me contó algunas cosas, y creo que conviene separar la paja del trigo.
Que Macri quiera usar toda la cobertura mediática para mostrarse como un "líder espiritual" (jajaja), una persona "iluminada" (¡jua!). Que quieran hacer ver que hay un gobierno "crispado" y agresivo, autoritario, totalitario, sádico y sanguinario, y un Mauricio PRO pacifista, casi como un monje tibetano que halló la paz interior, es una pelotud** más grande que el Titanic. El mismo gobierno porteño, que hace persecución ideológica en escuelas, que sanciona a maestros por pensar distinto, y hace espionaje a través de sus fuerzas de seguridad. Un gobierno privatista, que vetó un centenar de leyes con sentido social, que creó la UCEP, que está vaciando el Borda, los hospitales y las escuelas, hable de ¡amor a lo público! Deseo de lo público, codicia por lo público, se tendría que llamar. Que Macri es impresentable, que es un invento del más puro márketing, y cuenta con tanto aparato mediático, y aliados tan desesperados, que puede seguir siendo jefe de Gobierno, procesado y todo, eso dejó de ser novedad hace rato. Y sin embargo, vaya uno a saber cómo, se sostiene...
No sé qué negociaciones habrá entre el gobierno PRO y las ONG que arman toda esta movida espiritual, que tanta pantalla viene ganando. Si las cuentas no están claras, que intervenga la AFIP o la UIF, y verifiquen que esté todo en regla, que nadie se está quedando con vueltos (o lavando guita). Que puede haber una moda un tanto frívola alrededor de todo esto, no nos extraña. Y el esnobismo es algo de lo que ninguna práctica está exenta: creo que hasta puede haber snobs militantes, "ay, esa boina del Che te queda regia". Pero son los menos. Y conozco muchas personas inteligentes, serias, comprometidas, que practican meditación, yoga, que se acercaron al hinduísmo o el budismo, que verdaderamente sienten que no podemos vivir en un mundo puramente material, donde consumir y acumular bienes sean el sentido de la vida. Amigas y amigos que están en búsquedas espirituales genuinas, con valores que comparto, y no creo que sea justo que, por culpa del macrismo, se resuelva que todo eso es basura. Es como si el gobierno de la Ciudad le diera un reconocimiento a un colega, y yo me la agarro con esa persona, que está recibiendo un premio merecido, sólo por quién se lo da.
Que el uso que hacen el macrismo y sus aliados de cuestiones espirituales profundas es de una bajeza irritante, eso no lo dudamos. Pero no metamos todo en la misma bolsa... No seamos tan ciegos como la gente que nos gustaría que vea y mire. Me parece que más allá de la coyuntura política, hay que ser consecuentes con el respeto por las diferencias, y esas búsquedas de conexión más profundas con el mundo, como el estar en armonía a través de prácticas concretas como meditar o respirar conscientemente, merecen atención. Que cada cual indague a su manera y descubra lo que necesite.
Lo que es gracioso es que después los mismos que dicen "respirá hondo, aprendé a ser considerado, paciente, tolerante", y un montón de adjetivos positivísimos, son los mismos que quieren salir a la calle a golpear cosas llenos de odio y resentimiento por la cadena nacional, para que se vaya "la yegua", "esta negra KK", y un montón de agresiones vergonzosas, que desprenden intolerancia, racismo, un fascismo recalcitrante, y que lo que más quieren es que "Kristina se vaya ya"... aunque no pasó ni un año desde que ganó las elecciones con más del 54% de los votos.
¿En qué quedamos? Hay cadena nacional... relax, gente, respiren hondo, pongan el cable, si la mayoría tiene. Y si no, mejor que escuchen, que por ahí se enteran de algunas cosas que en otros lados no salen, capaz que aprenden algo. Y en el peor de los casos, que discutan, polemicen, con argumentos, con datos, como suele hacer nuestra presidenta. Que no se queden en la put**da y la descalificación, porque se insultan a sí mismos, y es imposible escucharlos. El enojo, el odio, la envidia, el racismo, no son sentimientos que construyan, no le hacen bien ni a quien los padece ni a nadie.
Por fortuna estamos en un tiempo de transformaciones positivas y profundas, de grandes cambios, y es época de seguir sembrando. Y de seguir cosechando. El porvenir es simplemente el compromiso con el presente. Hay muchos demasiado preocupados por el distante 2015. Y otros que están conectados con el aquí y ahora, metiendo manos a la obra, hoy y con paso firme caminando hacia un futuro cada vez más cercano. Y vamos por más..«
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