4/28/2013
córdoba: un largo y sinuoso camino ...
Leemos en El Ojo con Dientes, las idas y venidas de la compleja (muy) realidad política en la docta, el segundo distrito electoral del país.
En este caso las declaraciones del concejal Miguel Siciliano, integrante del Bloque Eva Duarte de Córdoba Capital, el mismo que en el video de apertura ofrece su versión de cómo se negociaron las elecciones provinciales y municipales en 2011 , donde triunfaran José Manuel De La Sota en la provincia y Ramón Mestre en Capital:
En este caso las declaraciones del concejal Miguel Siciliano, integrante del Bloque Eva Duarte de Córdoba Capital, el mismo que en el video de apertura ofrece su versión de cómo se negociaron las elecciones provinciales y municipales en 2011 , donde triunfaran José Manuel De La Sota en la provincia y Ramón Mestre en Capital:
El pasado viernes 26 de abril, en el salón Ilíada del Dinosaurio Mall, se realizó un plenario provincial en donde se oficializó la candidatura de Olga Riutort a Diputada Nacional siendo ella cabeza de un frente que se llamara “La Fuerza de Córdoba” por fuera del peronismo oficial.
En nuestro dialogo semanal voy a explicarles los porqués de los motivos que nos obligaron a tomar esta decisión.
La realidad nos indica que la gente está harta y cansada de esta clase de dirigencia que está lejos de la gente y de sus necesidades. Todos saben que el Gobernador de Córdoba José Manuel De La Sota ofreció el lugar número dos de la lista de Unión Por Córdoba a Olga Riutort como si ella sólo estuviera buscando un cargo, ya que si esto fuera así hubiera dicho que sí y en octubre seria diputada nacional.
Lo que ellos no entendieron es que definitivamente no estábamos buscando eso sino que lo que ella y todos estamos buscando como equipo es cambiar la política de Córdoba que lamentablemente se la vienen repartiendo con sociedades entre radicales y peronistas y mientras esta situación siga como hasta ahora con este tomá vos y dale a Braulio definitivamente la política no va a cambiar.
Estamos convencidos quienes formamos parte de este espacio -que por suerte estamos identificados con diferentes colores políticos- que más allá de las preferencias nos animamos y queremos discutir ideas, ser una alternativa para todos aquellos que no quieren estar presos de la discusión entre un De La Sota que no pelea por pelear, pero que tampoco pelea por el bien de Córdoba, sino que por lo que realmente pelea es para ser presidente embarcando en esta disputa a todos los cordobeses...
Completo acá
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jorge rivas y la reforma judicial
Esta es la fundada posición del Diputado Nacional Jorge Rivas, integrante del bloque del FPV, ante el proyecto de reforma judicial enviado por el ejecutivo.
Muy poco difundida hasta hoy por los medios en general de la opo y el ofi, la ponencia tiene el mérito de abrir el debate ciudadano dejando de lado la jerga técnica que como recurso corporativo de ejercicio de poder , obscurece sin ingenuidad ninguna el tratamiento de temás de interés comunitario.
Señor Presidente (de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación):
Le confieso que no pensaba participar de este debate, si bien fui cofirmante de los seis dictámenes, y voté los tres proyectos que aprobamos el miércoles pasado, y por supuesto votaré afirmativamente los tres proyectos que tratamos hoy en el convencimiento de que vivimos un proceso de democratización progresivo, que va superando de a una las antiguas carencias democráticas.
La democracia plena es aún un objetivo que perseguimos, no un logro ya obtenido. Cuando la Presidenta habló de la necesidad de democratizar el Poder Judicial no pronunció ninguna blasfemia contra la Constitución, ni lanzó ataque alguno contra uno de los poderes del Estado. Se refirió, sin más, a esa necesidad de seguir ampliando nuestra democracia.
Desde ya que, sin ingenuidad y con la absoluta certeza de que estamos tratando de desatar nudos de privilegio que han sido fuertemente atados durante más de un siglo y medio, suponía que íbamos a encontrar muchas resistencias. Pero el motivo que me empujó a hacer unas breves reflexiones en este debate es que me preocupa la peligrosa banalización que cierta parte de la oposición hace de algunas palabras.
Palabras tales como democracia, dictadura, república, entre otras, deberían ser definidas con precisión por quienes las están usando en esta circunstancia, así tenemos la certeza de que hablamos un mismo idioma. Porque no dudo de que en el debate parlamentario le asiste a la oposición todo el derecho a oponerse, incluso a hacerlo de manera firme y vehemente. Pero, estimados y estimadas colegas, guardemos el recato elemental que debemos tener como representantes del pueblo.
Nuestros fueros parlamentarios, necesarios para poder cumplir libremente nuestra representación, no son una patente de corso para decir cualquier cosa sin el más mínimo fundamento. He ejercido por más de veinticinco años la profesión de abogado y he sido docente de derecho constitucional por más de una década, por lo que me siento tentado a entrar en el debate técnico jurídico sobre la reforma del Consejo de la Magistratura, o sobre la creación de las cámaras de casación, o de la regulación de las medidas cautelares contra el Estado.
Sin embargo, honestamente, no creo que nos encontremos frente a un debate técnico jurídico. Por el contrario, creo que estamos frente a un debate netamente político, que por eso mismo no debe limitarse a los abogados. Debe ser amplio, ya que el eje de la discusión, me parece, pasa nada menos que por determinar si en nuestro orden constitucional el derecho colectivo tiene supremacía sobre el derecho individual, o viceversa.
A mi juicio esa cuestión ya fue saldada a principios del siglo XX, con el nacimiento del constitucionalismo social, que nuestra constitución recoge en el artículo 14 bis. De modo que anteponer los derechos individuales a los colectivos no solo me parece un rasgo de fundamentalismo ideológico. También me parece que es negar la propia evolución del estado de derecho contemporáneo. Y que a quienes pensamos de esta manera, se nos trate de totalitarios, esconde, en el mejor de los casos, una profunda ignorancia sobre el concepto de totalitarismo.
Estoy convencido, señor Presidente, de que el Poder Judicial es el único poder del Estado que se reproduce a sí mismo sin participación de la voluntad popular, el de espíritu más corporativo, el más cerrado sobre sí mismo. El que está más lejos, fuera del alcance casi, de los ciudadanos comunes. El más permeable, si se me permite, a la presión de los intereses minoritarios más poderosos. En otras palabras, el Poder del Estado de origen y funcionamiento menos democráticos.
Huelga decir que su reforma exige un debate de genuina calidad política y teórica. Pero sería necio negar la necesidad de esa reforma. Tanto como negar que ella debería contribuir al objetivo superior de la democracia, que no puede ser otro que la igualdad social.
En esta inteligencia, adelanto mi voto afirmativo a los proyectos que estamos tratando, convencido de que estamos aportando a la construcción de una democracia más genuina, más vigorosa, y más legítima.
Muchas gracias
penuria de inversión y productividad en el proceso inflacionario - el rol de estado y sindicatos -
Desvincular inversión , productividad y tasa de ganacia es un mecanismo central del aumento de precios, impulsado por el empresariado nacional.
En efecto, el mantenimiento de altas tasas de ganancias empresarias mediante el automático traslado a precios ( y en el límite la devaluación abrupta) sin el correlato en inversión y mayor productividad , parece un componente central del proceso inflacionario argento y complementario al de fuga de divisas, que no se reinvierten en el país.
Lejos de la tradicional "emisión monetaria" el unidimensional chacarrillo neoliberal, este comportamiento empresario convalidado en negativo por la práctica admisiva del estado y los sindicatos, en perspectiva es el que debiera revisarse a la hora de emitir mejores señales sobre el control de la inflación en el país.
Al respecto, leemos a Pedro Wasiejko, secretario adjunto de la CTA, en un interesante reportaje que plantea bien el problema, pero deja abierta la forma práctica de coordinación que requiere una estrategia antiinflacionaria y pro inversión en un contexto de tanta fragmentación en la representación gremial como la existente hoy. No es bueno que el hombre este solo y que el movimiento sindical, dividido.
–La tensión económica en torno de los precios, más las presiones por vía del dólar marginal, ¿complican la negociación salarial?
–En el marco de la actual etapa, el movimiento sindical debería estar jugando un papel más activo en las políticas que vienen desarrollando los gobiernos populares de la región. Tuvo una participación importante cuando fue la disputa contra el ALCA, pero en otros aspectos ha mantenido posiciones muy conservadoras, acompañando el proceso desde atrás. Frente a las actuales tensiones, limitarse a discutir salarios es equivocado.
Y además, suicida. Por otra parte, es claro que el salario no es el que produce inflación, un fenómeno que es consecuencia de la remarcación sistemática de los precios. El manejo de casi el 60 por ciento del consumo minorista está en manos de muy pocas empresas.
La discusión en paritarias tiene que apuntar a defender el poder adquisitivo del salario, pero no desentenderse del problema de la formación de precios, de la política de apropiación de ingresos en este país. Si no, se les termina haciendo el juego a las corporaciones, a los grupos económicos dominantes.
–¿Por qué se les haría el juego, cuál es el mecanismo?
–Limitarse a discutir solamente el salario, sin cuestionar la formación de precios, es corroborar las posiciones empresarias. Es seguir la secuencia que proponen las cámaras empresarias: si aumentaron los precios, pedimos una recomposición salarial, que luego ellos trasladan a precios. De esa forma, el sindicato termina convalidando las mismas posiciones que defienden las cámaras empresarias. Lo cual, por definición, es quedar en manos de las políticas definidas por los grupos multinacionales que controlan a las principales cámaras.
–¿Y por qué sería suicida?
–Porque está poniendo en riesgo todo este proceso de crecimiento y distribución que lleva diez años. La inflación y las presiones a favor de una devaluación son parte de ese debate por la política de ingresos que los sindicatos no estamos dando. Recuperar el poder adquisitivo en estas paritarias implica que es muy difícil que pueda haber acuerdos que estén por debajo del 25 por ciento (de aumento salarial). Esto es lo que plantea la coyuntura.
Es lo que venimos haciendo año a año sin plantearnos cómo frenar el proceso inflacionario, que corroe el nivel de ingresos. Como la recomposición salarial está por encima del índice de precios al consumidor y del ajuste de la paridad cambiaria, los salarios en dólares, sobre todo en los sectores industriales más dinámicos, suben. Esto a las corporaciones no les preocupa, porque lo recuperan con aumentos de precios al mercado interno. Y les sirve de argumento a los Ratazzi, los Paolo Rocca, para presionar por una devaluación y obtener una ventaja adicional en el mercado externo.
En vez de estar pensando en cómo mejorar la productividad frente a la competencia de una globalización feroz, buscan la forma de quedarse con el ingreso de otros sectores vía devaluación. Y esto no lo estamos discutiendo en ninguna mesa de negociación.
–¿Por qué no se plantea la discusión en esos términos?
–Porque hay un miedo tremendo de los sindicatos a entrarle al tema de la productividad, al de la competitividad. Todavía se lo asocia a que es sinónimo de mayor explotación. Y de lo que se trata es de participar de la discusión de un modelo de producción industrial.
El proceso inflacionario tiene que ver con la baja tasa de inversión de los sectores que están ligados a la producción de bienes y servicios, fundamentalmente de los sectores formadores de precios, que apelaron a los recursos de siempre: mejorar su rentabilidad a través del incremento de precios sin preocuparse por la competitividad. Y cuando hay problemas en la política macroeconómica, pretenden recuperarla a través del ajuste del tipo de cambio.
Hay una gran presión por parte de algunos sectores que apuestan a una devaluación, que también se expresan en las opiniones de algunos políticos, como (Roberto) Lavagna,"Lavañita" ( foto) . Los grandes sectores empresarios esperan con los brazos abiertos que esta situación se vuelva insostenible para plantear la devaluación como receta única para recuperar la competitividad.
Hay una gran presión por parte de algunos sectores que apuestan a una devaluación, que también se expresan en las opiniones de algunos políticos, como (Roberto) Lavagna,"Lavañita" ( foto) . Los grandes sectores empresarios esperan con los brazos abiertos que esta situación se vuelva insostenible para plantear la devaluación como receta única para recuperar la competitividad.
El movimiento sindical no puede ser cómplice. Muchos sindicalistas se posicionan como simples espectadores y evitan discutir estas cuestiones. Buscan hacer acuerdos a menos de un año creyendo que así defienden mejor el salario de la pérdida de poder adquisitivo. Y es al revés: hay que hacer acuerdos más largos, a más de un año, con compromisos de inversión del sector empresario para mejorar la productividad que se monitoreen. Con cláusulas gatillos semestrales sobre salarios por si se dispara la inflación, pero no tener que sentarse cada a año a discutirlo como tema único en vez de darle al sindicato un rol protagónico en la discusión del mejor modelo productivo para el país...
evaluacion de gestiones : nacional, provincial y porteña
La ausencia de oposición se profundiza día a día, más aún en momentos donde la delantera el la adversión al gobierno se encarna en los medios en general y la carismática figura de Jorge Lanata en particular.
Al archipiélago opositor en su dimensión de representación político-partidaria le corresponde una mayoría consistente que evalúa de manera positiva la gestión del gobierno nacional, sin cambios respecto a octubre de 2011.
La imagen positiva del Gobierno es de 53,1%, según una encuesta
La consultora Equis dio a conocer los resultados de una encuesta de opinión en la que se destaca que el 53,1% de los entrevistados evalúa como "positiva" a la gestión del gobierno nacional y que la Presidenta es la figura política con mayor imagen favorable.
El estudio fue realizado entre el 20 y el 24 de abril de 2013 sobre una muestra de 1.204 casos recolectados en la Ciudad de Buenos Aires y partidos del Conurbano de la Provincia de Buenos Aires, Gran Rosario, Gran Córdoba, Gran Salta, San Miguel de Tucumán y Santa Fe, entre otros lugares.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner sigue liderando las estimaciones con una imagen positiva del 62,2 por ciento, un 17,9 de imagen regular y 17,4 de negativa.
En ese rubro, la siguen el gobernador bonaerense, Daniel Scioli (43 por ciento de imagen favorable) y el ex candidato a presidente del Frente Amplio, Hermes Binner (38,5 por ciento).
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, es el primero de los políticos que posee una mayor imagen negativa que positiva (37,4 y 31,1 respectivamente) y la diputada Elisa Carrió es la que tiene, según la encuesta, los peores guarismos, con un 64 por ciento de imagen negativa.
Además, si las elecciones presidenciales se realizaran hoy, Cristina Fernández superaría el 51 por ciento de los sufragios, aventajando al segundo (Hermes Binner) por casi 40 puntos.
Al ser consultados sobre la situación económica del país, la encuesta señala que el 46,4 por ciento la evalúa positivamente y el 24 por ciento de forma negativa.
Además, entienden el 43,1 por ciento cree que la situación económica se mantendrá de la misma manera durante 2013.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner sigue liderando las estimaciones con una imagen positiva del 62,2 por ciento, un 17,9 de imagen regular y 17,4 de negativa.
En ese rubro, la siguen el gobernador bonaerense, Daniel Scioli (43 por ciento de imagen favorable) y el ex candidato a presidente del Frente Amplio, Hermes Binner (38,5 por ciento).
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, es el primero de los políticos que posee una mayor imagen negativa que positiva (37,4 y 31,1 respectivamente) y la diputada Elisa Carrió es la que tiene, según la encuesta, los peores guarismos, con un 64 por ciento de imagen negativa.
Además, si las elecciones presidenciales se realizaran hoy, Cristina Fernández superaría el 51 por ciento de los sufragios, aventajando al segundo (Hermes Binner) por casi 40 puntos.
Al ser consultados sobre la situación económica del país, la encuesta señala que el 46,4 por ciento la evalúa positivamente y el 24 por ciento de forma negativa.
Además, entienden el 43,1 por ciento cree que la situación económica se mantendrá de la misma manera durante 2013.
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