domingo, 3 de agosto de 2014

griesa ya cobro y sigue operando en contra del pais

Qué pasos podría dar Griesa ahora

Insistir en un acuerdo o declarar al país en desacato, las opciones
La primera audiencia posdefault convocada anteayer por el juez Thomas Griesa en Nueva York había creado gran expectativa porque quedan varias cuestiones por definir en el juicio de los holdouts contra la Argentina y se esperaba que el magistrado se pronunciara al respecto, algo que no sucedió o que ocurrió sólo parcialmente.
Por ejemplo, no se sabe qué sucederá con los US$ 539 millones congelados en el Bank of New York (BoNY), que son parte de los fondos que el Gobierno había depositado para el giro a los bonistas que entraron en los canjes de 2005 y 2010, y que Griesa ordenó detener. También quedaron trabados los pagos de títulos nominados en euros y yenes, y no se sabe si habría un eventual pedido de embargos tanto sobre ese dinero como sobre otros activos argentinos, entre otros puntos. La pregunta ahora es: "¿Cómo sigue el conflicto?".
En cuanto al dinero frenado en el BoNY, el abogado Eugenio Bruno no tiene dudas: "En principio, la plata del BoNY no es embargable. El fallo de Griesa siempre habló de una orden de bloqueo, de una medida cautelar conocida como injuction, que es la que está vigente respecto de la acción que pretendía tomar la Argentina".
Bruno dijo que en algunas de las audiencias, los abogados de los holdouts podrían presentar un pedido de embargo, pero, para él, "la plata quedará ahí indefinidamente hasta que haya acuerdo".
Con él coincidió su colega Marcelo Etchebarne, que consideró que "Griesa no puede o no debe embargar los fondos que están en la cuenta del BoNY en la Argentina por dos motivos. Uno, porque el dinero está en una cuenta a nombre de los bonistas que entraron en el canje, es decir, no es de la República y en consecuencia no es un activo embargable. Dos, porque el juez sólo puede trabar un embargo, por la ley soberana de 1976, si se trata de un activo comercial en territorio norteamericano y esto no cumple con ninguno de los dos requisitos". Para Etchebarne, "en el proceso judicial no hay mucho más por hacer; hay que sentarse a ver cómo el país paga el fallo. En eso Griesa es inflexible, aunque indirectamente le recomendó al Gobierno que adopte un proceso de quiebras como el de Detroit".
Por su parte, Bruno considera que de aquí en más se abren distintas opciones: "La más favorable para el país sería que Griesa mantuviera esta idea de que haya un mediador hasta enero de 2015, cuando caduca la cláusula RUFO, y que luego siga el proceso. No sé si será sostenible, si el Gobierno puede no juntarse con los holdouts y no hacer nada durante meses".
"De ahí para abajo hay alternativas hasta llegar a la peor -agregó Bruno-. Ésta sería considerar que hubo un desacato de la Argentina y que no haya más mediación entre partes. Con el fallo en costa sí puede pasar que el juez pida al BoNY que no acepte más fondos del país.

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