Pasos y pisos necesarios para evitar otro festival
La contundente ola crítica a la reforma de la boleta única que pretendían algunos dirigentes del Frente Progresista impidió, una vez más, que ese sistema electoral sea modificado.
La contundente ola crítica a la reforma de la boleta única que pretendían algunos dirigentes del Frente Progresista impidió, una vez más, que ese sistema electoral sea modificado.
La situación, en su contexto, pareció un déjá vu de los episodios vinculados al mismo tema en 2012 cuando, incluso, apareció un proyecto legislativo impulsando la unificación de las categorías a gobernador y diputado, con el agregado de una nómina común para intendente y concejal.
Esta vez, además del rechazo esperable de la oposición, referenciada en Unión PRO y el PJ, el mayor frente de turbulencias ancló adentro mismo del Frente Progresista. Gruesos sectores del radicalismo, la Coalición Cívica, GEN y el sector del socialismo referenciado en Rubén Giustiniani marcaron distancia.
Los sistemas electorales en Santa Fe son materia sensible desde el mismo momento en que una lluvia de imprecaciones se asentó sobre la ley de lemas. Aquel largo derrotero, terminó con el gobernador peronista Jorge Obeid derogando lo que era maná del cielo para el justicialismo. Creer que el peronismo les aceptará candorosamente a radicales y socialistas tomar otra vez la iniciativa en materia electoral es advertir que consideran a la oposición con la guardia extremadamente baja. A su vez, la política santafesina ya no es territorio orégano para tomar decisiones entre cuatro, cinco o diez referencias sin que el resto se entere.
El error de los dirigentes que se reunieron la semana pasada en la ciudad de Santa Fe fue intentar presentar tres proyectos diferentes (boleta única, piso electoral y publicidad de campaña) bajo una misma cobertura. Así como el regreso de la boleta sábana lejos está de ser una novedad auspiciosa, sí lo sería el establecimiento de un piso electoral para evitar el festival de listas en las elecciones primarias provinciales.
La repercusión que tuvo la publicación del sábado pasado de La Capital sobre la cuestión postergó el debate en el Senado de un proyecto del legislador Alcides Calvo que impone un porcentaje de votos para las listas legislativas que participen en primarias.
Sin embargo, los legisladores estarían cometiendo otro error, tal vez producto del olvido: no establecer un procedimiento similar para la categoría a concejal.En 2013, todas las nóminas que participaron de las primarias quedaron legitimadas para la general sin exigencia alguna, situación que derivó en 32 listas habilitadas.
Y aquí tiene razón el gobernador Antonio Bonfatti: ¿por qué el Estado debería financiar semejante despropósito pagando boletas y campañas electorales? Lo urgente y necesario no es modificar la boleta única sino terminar con el festival de papeletas que sólo significan un aporte a la confusión general.
La situación, en su contexto, pareció un déjá vu de los episodios vinculados al mismo tema en 2012 cuando, incluso, apareció un proyecto legislativo impulsando la unificación de las categorías a gobernador y diputado, con el agregado de una nómina común para intendente y concejal.
Esta vez, además del rechazo esperable de la oposición, referenciada en Unión PRO y el PJ, el mayor frente de turbulencias ancló adentro mismo del Frente Progresista. Gruesos sectores del radicalismo, la Coalición Cívica, GEN y el sector del socialismo referenciado en Rubén Giustiniani marcaron distancia.
Los sistemas electorales en Santa Fe son materia sensible desde el mismo momento en que una lluvia de imprecaciones se asentó sobre la ley de lemas. Aquel largo derrotero, terminó con el gobernador peronista Jorge Obeid derogando lo que era maná del cielo para el justicialismo. Creer que el peronismo les aceptará candorosamente a radicales y socialistas tomar otra vez la iniciativa en materia electoral es advertir que consideran a la oposición con la guardia extremadamente baja. A su vez, la política santafesina ya no es territorio orégano para tomar decisiones entre cuatro, cinco o diez referencias sin que el resto se entere.
El error de los dirigentes que se reunieron la semana pasada en la ciudad de Santa Fe fue intentar presentar tres proyectos diferentes (boleta única, piso electoral y publicidad de campaña) bajo una misma cobertura. Así como el regreso de la boleta sábana lejos está de ser una novedad auspiciosa, sí lo sería el establecimiento de un piso electoral para evitar el festival de listas en las elecciones primarias provinciales.
La repercusión que tuvo la publicación del sábado pasado de La Capital sobre la cuestión postergó el debate en el Senado de un proyecto del legislador Alcides Calvo que impone un porcentaje de votos para las listas legislativas que participen en primarias.
Sin embargo, los legisladores estarían cometiendo otro error, tal vez producto del olvido: no establecer un procedimiento similar para la categoría a concejal.En 2013, todas las nóminas que participaron de las primarias quedaron legitimadas para la general sin exigencia alguna, situación que derivó en 32 listas habilitadas.
Y aquí tiene razón el gobernador Antonio Bonfatti: ¿por qué el Estado debería financiar semejante despropósito pagando boletas y campañas electorales? Lo urgente y necesario no es modificar la boleta única sino terminar con el festival de papeletas que sólo significan un aporte a la confusión general.
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