Por: Darío H. Schueri – Desde Santa
Fe
Aunque la sociedad no lo
manifiesta abiertamente, existe en la epidermis ciudadana una rara sensación de
que “algo raro” ocurre en el país, y no sólo en materia económica, sino ya
dentro del siempre inescrutable entramado político, cada vez más inflamable.
Dentro de ese turbador
ambiente verbalmente belicista, azuzado con severas acusaciones cruzadas entre
oficialismo y oposición política, la sociedad se encuentra navegando dentro de
una espesa niebla que ya llegó a confundir a Medios y periodistas con agresivos
militantes partidarios, en un destemplado ejercicio en el cual se asumen
extrañas y ajenas posiciones que definitivamente confunden la lógica del oficio
o profesión (cualesquiera sea la acepción, no deja de ser un honor ejercerla
dignamente) de periodistas en busca del justo equilibrio informativo.
Las interpretaciones de los
hechos forman parte del trabajo periodístico; pero la tergiversación adrede de
datos y hechos para fundar opiniones es lisa y llanamente un fraude al público.
Que mas tarde o temprano, como siempre ocurrió, tropezará con la verdad y le
pasará facturas a quienes la hayan estafado. Aunque muchas veces prefiera ser
hipócritamente embaucada para no perder cierto “status quo”.
Está claro que los
políticos, por su condición de tal, intenten transmitir mensajes sesgados a sus
intereses; sea oficialismo u oposición. La sociedad lo tiene asumido; de allí
que espera del periodismo conocer el “bakstage” de la política. Que algunos se
esmeran en contar afanosamente cual verdades reveladas de los Sagrados
Misterios. Podrían ser falsos profetas.
La reforma tributaria: ¿fachada
proselitista?
La semana pasada el
Ministro de Economía de la
Provincia Dr. Angel Sciara respondió preguntas
de unos 27 legisladores entre oficialistas y opositores, en Presidencia de
la Cámara de
Diputados, previo al tratamiento en ese Cuerpo de la media sanción de la reforma
tributaria.
Los dichos de Sciara y sus
interlocutores fueron registrados por cámaras de video, micrófonos, y asentados
taquigráficamente, cuyas copias seguramente estarán a disposición del público en
general en la página web de la Cámara. Es probable que, salvo quienes manifiesten
interés político o periodístico por los dichos de Sciara y los legisladores,
nadie se tomará el fastidioso trabajo de leer lo que se transcribió en tres
horas de fragoroso debate en el cual abundaron copiosas cifras y cálculos que
sustentaban posiciones de un lado y del otro.
Llamó la atención las
contradicciones inmediatamente posteriores de los diputados peronistas sobre el
panorama económico, financiero y presupuestario brindado por el cuidador de la
hacienda pública. Mientras algunos manifestaron que el Ministro con sus cifras
no hizo otra cosa más que ratificar sus temerarias presunciones sobre una
Provincia cuasi quebrada; otros diputados del mismo Partido (y por momentos
insólitamente hasta el mismo legislador) afirmaron que el panorama descrito por
el Ministro no amerita sancionar la reforma tributaria porque los números
cierran bien.
Bastará con remitir a
nuestros lectores al archivo de nuestras notas para saber que piensa el
peronismo de la gestión socialista y su devenir económico financiero.
También hemos reflejado de
manera casi patética las contraposiciones políticas (por éste y otros temas) no
sólo del peronismo, sino del Frente; contrastes que se ahondarán cuando la media
sanción de la reforma tributaria baje el jueves 6 de Septiembre al recinto de
Diputados para su tratamiento.
En algo coinciden
frentistas y peronistas: la media sanción de la reforma tributaria despachada
por el Senado el 13 de Julio es evaluada lisa y llanamente como un adefesio.
Cómo será de conmovedora que algunos peronistas piensan que el mensaje original
enviado por el Poder Ejecutivo era verdaderamente “razonable, equitativa y
progresiva” (Bonfatti dixit) y que, con algunos retoques podría amoldarse a sus
posiciones políticas. Y hasta llegan al extremo de asentirlo al Ministro Sciara
cuando marca que lo votado en el Senador es verdaderamente un “impuestazo que no
está en nuestros planes promover”.
El debate en Diputados será
sin dudas enriquecedor y esclarecedor, mas en lo político que lo tributaria.
Revelará intencionalidades políticas que subordinarán los aspectos técnicos de
la reforma a los intereses electorales de cara al inmediato 2013 como estación
intermedia del compulsivo 2015.
No importarán muchos las
Unidades Económicas y los mapas de Catastro para calcular el valor de la tierra
o viviendas a los efectos de pagar el Inmobiliario; la progresividad o
regresividad de tributos tales como Ingresos Brutos; la necesidad de grabar la
renta o el patrimonio (teoría ésta última a la que adhirió la ex- Ministra de Economía Felisa Micheli de paso
por Santa Fe).
El peronismo, aún dividido
como está, intentará abroquelarse tras una reforma que demuela las posibilidades
frentistas de “hacer caja” para el electoral 2013 (no es una conjetura
periodística, surge de sus propias declaraciones), columpiando delicadamente
entre sus necesidades políticas y las menguadas arcas de los municipios y
comunas del mismo palo, que en definitiva fueron los que presionaron a la
mayoría senatorial peronista para sacar los antes posible (pese a los tres meses
de demora por las internas en el oficialismo y la oposición) la reforma.
De allí que, astutamente,
el obeidista Mario Lacava quiere que previo al tratamiento de otro tema sensible
como el pedido del Poder Ejecutivo para endeudar a la Provincia por 500
millones de dólares para realizar obras públicas, se discuta el presupuesto
2013, sensible en un año electoral.
El Presidente del Partido
Justicialista José Luis Freyre, que al asumir el cargo había prometido un
profundo debate partidario de la reforma para que senadores y diputados voten en
el mismo sentido, se vio superado por las distintas – y contrapuestas - “visiones” de senadores y diputados; y en
lugar de un ágora partidario prefirió ir a Buenos Aires a conversar con el
Ministro de Economía Hernán Lorenzinos
(de quien dijimos hace un par de semanas que estaba elaborando un borrador de
reforma sobre el cual deberían trabajar los diputados del FPV) para transmitir a
través de su ex- funcionario municipal y actual titular del bloque del FPV Darío
Mascioli que se debe priorizar y de ser posible incrementar el dinero que irá a
Comunas y Municipios (alrededor de 380 millones de pesos tal como salió de
Senadores) tocando aún mas el avalúo agropecuario. Otra línea del peronismo, en
consonancia con el radicalismo, quiere grabar al sector industrial, hoy exento.
El presidente del bloque
del FPV Dario Mascioli comenzará esta semana a recibir a los distintos sectores
tocados por la reforma que, naturalmente, “lobbyarán” en su favor. Precisamente
la función de la política es armonizar y fijar prioridades entre los intereses y
necesidades del estado y los particulares.
Mientras tanto, el gobierno
convocó a los gremios estatales a proseguir con las reuniones paritarias sin
hablar de aumento de sueldos, advirtiendo que el dinero previsto recaudar
alcanza para pagar lo comprometido en materia salarial en Marzo y mantener el
Estado “abierto”.
Ese es el famoso Plan B del
cual hablan Sciara y Galassi con una reforma acotada en sus pretensiones
originales recaudatorias, y fuera de los tiempos de emisión. Bonfatti prefiere
ser un poco más apocalíptico para apurar los
tiempos.
Todo, siempre y cuando la
economía nacional no se desmadre de aquí a fin de año.
El Plan C mejor no
imaginarlo.
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