La pesada alianza de la ucr con de narváez sigue presente en ambas fuerzas
Los caminos del FAP y el radicalismo siguen siendo divergentes
A pesar de las expresiones de buena voluntad, sus principales referentes ven más escollos que posibilidades de confluir en un frente electoral en las parlamentarias del próximo año o en 2015.
A pesar de algunos intentos esporádicos, los caminos de la UCR y el FAP se alejan cada vez más. En el radicalismo miran con desconfianza a sus pares socialistas, mientras que desde el FAP, una alianza con la Unión Cívica Radical despierta fuertes resistencias internas. “Hay que sumar la mayor cantidad de voluntades de la UCR o el PJ pero no su estructura”, reflexionó el diputado Claudio Lozano, de Unidad Popular.
Hace menos de un mes, desde Tucumán, la plana mayor del radicalismo anunció la intención de ser parte de un frente electoral para las elecciones de 2015. “La UCR debe hacer todos los esfuerzos para reunir fuerzas progresistas”, declaró Ricardo Alfonsín y comenzaron las especulaciones. Todavía está fresco el recuerdo de 2011, cuando el socialismo, el GEN de Margarita Stolbizer y la Unidad Popular que lideran Lozano y Víctor De Gennaro confluyeron en el FAP y el radicalismo terminó aliado con Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires.
Después de que naufragara la posibilidad de un frente conjunto, hubo críticas desde ambos sectores. En la UCR la emprendieron contra Hermes Binner por considerar que el ex gobernador de Santa Fe había especulado hasta último momento con un acuerdo que nunca quiso. Para el FAP, la alianza del mayor distrito electoral argentino entre Alfonsín y el “Colorado” resultó indigerible y clausuró cualquier posibilidad de unión.
En el radicalismo prevalece la idea de “fortalecer” al centenario partido y luego de las legislativas del año próximo comenzar a evaluar posibles alianzas.
“Hay que estar abierto al diálogo. Se puede contemplar la posibilidad de un acuerdo, pero la UCR tiene que dedicar todos sus esfuerzos para mostrarse como una alternativa. Tenemos que recuperar visibilidad con nuestros proyectos”, le dijo a Tiempo Argentino Miguel Bazze. “No hemos conversado en esa dirección con ningún partido político, no definimos los acuerdos como una prioridad”, aclaró el diputado.
Horacio Alcuaz, del GEN, se expresó en el mismo sentido y aseguró que no hay “ninguna charla formal con la UCR”, además de manifestarse contra esa posibilidad. “En términos personales creo que es inconveniente: los radicales son lo que son y lo demuestran. Después de haber estado seis meses reuniéndonos con ellos nos enteramos por los diarios que arreglaban con De Narváez y nos querían arrastrar a esa aventura ridícula. Lo que tiene que prevalecer es el FAP, de nada me sirve unirme a la UCR para separarme de Unidad Popular”, reflexionó el dirigente. Consultado sobre una probabilidad de frente, el ex legislador fue tajante: “Creo que no se va a hacer y espero que no se haga.”
“No tenemos que comprar llave en mano las estructuras del PJ o la UCR porque son funcionales a la estructura de poder vigente”, consideró Lozano y afirmó que "el 24 de noviembre próximo, en el congreso nacional del FAP se discutirán las reglas de juego".
De todas formas, algunos en la UCR se muestran proclives a un acuerdo. “Para disputarle el poder al kirchnerismo, necesitamos una base del 35% de los votos. Hoy por hoy, las únicas fuerzas que pueden obtener esa cifra son el radicalismo y el FAP, pero sólo si van juntas”, explicó un operador del centenario partido. En su cabeza “es imposible que Binner repita los resultados de octubre” de 2011 y cree que la única posibilidad de subsistencia del FAP es una alianza con la UCR, aunque confesó que en su partido hay “desconfianza” respecto a sus ex socios en el Acuerdo Cívico que hace sólo tres años derrotó al kirchnerismo, pero que se desintegró meses más tarde. “En 2009 construimos una alternativa, en 2010 la hicimos mierda y en 2011 la gente nos mandó a cagar”, afirmó.
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