REFORMA TRIBUTARIA Y POSICIONES
POLITICAS
Por: Darío H. Schueri – Desde Santa
Fe
Santa Fe encara su reforma tributaria dentro de un clima
social altamente inflamable que requiere de sabia prudencia de gobernantes y
políticos. El “que se vayan todos” podría
resucitar.
Dentro de la reforma tributaria local, los radicales no
quieren que la industria siga exenta de IB mientras se aumenta el inmobiliario
al campo.
Existe un delicado clima
emocional en Argentina.
La movida comenzó un
temerario paro agropecuario de resultado incierto en la Provincia de Buenos Aires
tras la reforma tributaria (en Entre Ríos la movida chacarera quedó solo en
amagues) mientras en algunos barrios acomodados de Capital Federal vecinos
blandieron sus “cacerolas de teflón” (al decir de algunos comunicadores)
disgustados por las restricciones a la compra de dólares, detonante de otros
factores.
Nadie sabe que podría
llegar a pasar; sería auspicioso que políticos y gobernantes oficialistas y
opositores manejen con sabia prudencia sus decisiones y – sobre todo –
declaraciones públicas para evitar que por impulso de la repetición mediática y
el fervor de las abarcativas y penetrantes redes sociales (que no existían en el
2001-2002) se llegara a generar un incandescente efecto contagio
nacional.
Ajustar para
recaudar.
El sociólogo y encuestador
porteño afín al gobierno nacional Artemio López fue aleccionadoramente
descriptivo mientras debatía en un programa de televisión sobre los escasos
recursos nacionales que se derraman hacia el interior del país: “las Provincias
deberán buscar fondos haciendo los ajustes necesarios”, demarcó. Las peronistas
provincias de Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires ya comenzaron. Sigue en la fila
la socialista Santa Fe. No menos de diez estados provinciales no saben como
pagarán el medio aguinaldo.
Hay inquietud en los
espíritus ciudadanos que observan cautelosos lo que sucede. Quizás esté en lo
cierto el diputado Agustín Rossi cuando
estadísticamente advierte que el 10 por ciento de la población que
atesora en dólares está presionando para forzar una brusca devaluación del peso.
En verdad la moneda nacional se está depreciando automáticamente en los
bolsillos de la sociedad por imperio de la inflación, que se retroalimenta a su
vez con la inconciente avidez de los distintos segmentos sociales que, por la
exaltada expectativa sobre lo que pueda pasar (tendencia que difícilmente vaya a
cambiar), según fueren sus ingresos y actividades, “sobreconsume”
innecesariamente o especula y contrae. Cuando la paranoia se colectiviza es como
una mancha de petróleo en el océano.
Dentro de ese expectante
clima el gobierno santafesino está encarando su demorada reforma tributaria
(¿existe el momento oportuno para ajustar impuestos?), que debería ser debatida
por los sectores políticos involucrados con la espesura intelectual y técnica
que el tema requiere; sin caer en chicanas e incontinencias verbales que podrían
resultar autodestructivas. Si la sociedad se desboca no habrá salvación política
para ninguno.
La reforma tributaria
ingresó por Senadores. Se está debatiendo técnicamente en la Comisión de Presupuesto y
Hacienda que preside el prudente senador peronista Alcides Calvo, quien no duda
en convocar a sesiones conjuntas con otras Comisiones cuando de escuchar a
entidades y organizaciones supuestamente afectadas se trata. Mas de una vez
Calvo se quejó – y ya se lo hizo saber al Ejecutivo – por la soledad en que lo
dejan quienes debieran acompañar el proyecto desde el oficialismo.
Rebelión en la
granja
Este lunes el Gobernador
Antonio Bonfatti intentará cortar de cuajo lo que pareciera ser una incipiente
rebelión radical que azuza al peronismo opositor, recibiendo en su despacho al
titular de la UCR
nacional Mario Barletta. Por la mañana hará lo propio con una delegación de
correligionarios diputados y senadores, quienes vienen diciendo que “así como
está” no piensan acompañar la reforma tributaria. ¿Y cómo está?, preguntamos:
“incompleta, y desigual; no podemos gravar al campo y dejar eximido del Impuesto
sobre los Ingresos Brutos a los sectores industriales y financieros”,
respondieron.
También se convocará a los
intendentes y presidentes comunales del FPCyS para explicarles los reales alcances de la reforma en marcha y
el derrame de dinero que se producirá hacia sus cuentas
bancarias.
El gobierno es conciente
que lo enviado no será lo que se apruebe, quizás cuando arrecie el invierno. Por
ahora se manejará con las Letras “y otros medios sucedáneos” para pagar sueldos,
y “mantener funcionando los hospitales y escuelas”, asegura el Gobernador
Bonfatti. El 91 % de lo que ingresa a la Provincia se destina para los denominados “gastos
corrientes”: esto es: sueldos, coparticipaciones, jubilaciones, pensiones y
funcionamiento del Estado. Un dato revelador: en el año 2007 se pagaba $. 5.900
millones en salarios de la administración pública; hoy esa cifra se elevó a $
19.000 millones.
El expediente de la reforma
tendría para largo rato en las Comisiones del Senado. Alcides Calvo, el titular
de la
Comisión de Presupuesto y Hacienda todavía tiene que escuchar a
la Mesa de
Entidades Productivas de Santa Fe; el Centro de Corredores de Cereales de
Rosario (Agrupa a 100 casas de corretaje) y sus colegas del Centro de
Corredores de Santa Fe. La
Asociación de Concesionarios de Automotores de la República
Argentina (ACARA); Asociación de Entidades Empresarias del Sur
Santafesino (ADEESSA) que integran 34 Centros y Asociaciones Comerciales, y
la Asociación Transporte Automotor de Pasajeros
(ATAP).
De todos modos, los tiempos
que no manejan los políticos son los presupuestarios. Las urgencias de la caja.
El Gobernador Antonio Bonfatti aseguró que el medio aguinaldo de junio será
pagado a los empleados públicos. Las comunas y municipios recibirán 100 millones
de pesos de lo recaudado por la emisión de Letras para compensar el Fondo de
Incentivo Docente; mientras que para muchos es una incógnita el pago del medio
aguinaldo. Desde ahí pueden surgir las presiones para apurar el
trámite.
En el Poder Ejecutivo
sostienen, a diferencia de lo que esgrime la oposición, que el dinero obtenido
por la reforma se destinará básicamente a sueldos, jubilaciones y
coparticipación (que en su mayoría también va a sueldos municipales) y que ello
se derivará hacia el consumo masivo.
Los últimos datos del IPEC
señalan que en el aglomerado Rosario, el 82,9 por ciento de las personas
asalariadas trabajan en el sector privado y sólo el 16,5 por ciento lo hacen en
el Estado; mientras que en el aglomerado Santa Fe dichos porcentajes son del
62,1 por ciento y 35,6 por ciento, respectivamente. Un sondeo privado realizado en esta ciudad
capital al que tuvimos acceso señala que el 33 % de los santafesinos trabaja en
la administración pública; el 26% en el comercio y el 8% en la industria. El 33%
de empleados públicos consume activando el sector que emplea el otro
26%.
Queda para otro análisis
los números de la reforma y su impacto en los bolsillos empresarios y de la
ciudadanía; su conveniencia política y los contornos ideológicos que la
demarcan. El fragoroso debate de la reforma en los recintos de la Legislatura desnudará
enfáticas posiciones mediáticas de quienes pregonan un discurso que el propio
gobierno nacional al que dicen adherir puso blanco sobre negro con la reforma de
Scioli en Buenos Aires, que al decir de los propios dirigentes del campo fue
mucho mas dura que la santafesina.
Nos quedamos con la
advertencia de Artemio López sobre la necesidad de las Provincias de hacerse de
recursos propios sin tener que esperar nada del gobierno central. Y la
infidencia de un legislador provincial peronista: “acá todos hablamos de no
tocar los avalúos del campo, pero desde la Nación nos piden que lo hagamos para percibir lo
recaudado por bienes personales y renta mínima presunta, como pasó con Scioli”.
Recordemos que si suben los avalúos fiscales, esos dos tributos terminarán
pagándolo muchísimos productores y reporta una coparticipación casi de mitad y
mitad. Aunque el diputado socialista Raúl “Pato” Lamberto sugiera que el campo
para producir no es un “bien personal” y no debería tributar bienes
personales.
Esto recién
comienza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario