la incidencia en las internas de cgt y cta
Cómo juegan los distintos sectores sindicales frente a la embestida del líder camionero
La alianza u oposición a Moyano redefine el mapa del sindicalismo, rearma alianzas y deshace enemistades. Quiénes y por qué movilizan el miércoles, y quiénes mueven fichas para fortalecer su llegada a la Presidenta.
Los gordos
Los Gordos, el sector integrado por los gremios con mayor cantidad de afiliados, llevan la delantera en la constitución del frente antimoyanista y en la estrategia para desplazar a Moyano de la CGT. Acérrimos antimoyanistas, Armando Cavalieri (Comercio), Carlos West Ocampo (Sanidad) y Oscar Lescano (Luz y Fuerza) impugnaron el confederal convocado por el camionero que fijó el 12 de julio como fecha de elección de autoridades de la central obrera. Fueron enemigos del camionero en los 90 pero a pedido de Néstor Kirchner lo apoyaron hasta 2010. Tienen muy buena relación con el Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien fue su abogado. Cavalieri se reunió el jueves con el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, con quien mantiene buen diálogo, y reiteró el apoyo a la Presidenta. Los Gordos esperan que Tomada les confirme una audiencia y los reciba. Quedaron resentidos luego de enterarse que CFK estuvo con los independientes y los excluyó de un encuentro el jueves por la tarde. Apoyan a Caló pero no descartan un triunvirato.
Independientes
Es el sector integrado por los sindicalistas con mejor llegada a Cristina Fernández de Kirchner. Integran el frente antimoyanista pero fueron hasta último momento aliados circunstanciales de Moyano en la CGT e hicieron de puente entre el camionero y los Gordos. Junto con Omar Viviani (taxistas), Gerardo Martínez (construcción), Andrés Rodríguez (estatales) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) estuvieron el jueves en Olivos con la Presidenta y dejaron afuera a los Gordos y a Caló, agudizando las internas entre los miembros del frente antimoyanista. Ambivalentes y equilibristas, siempre se cortan solos y generan desconfianzas entre el resto de los sectores gremiales. Moyano los tuvo como aliados pero nunca les confió. Era el sector destinado a gobernar la CGT de unidad, pero las internas sindicales quemaron los puentes. No movilizarán ni un trabajador a la marcha del miércoles. Apoya a Antonio Caló como secretario general de la CGT, pero dependen del acuerdo con los Gordos que piensan en un triunvirato para contener a Luis Barrionuevo.
AZUL Y BLANCA
Luis Barrionuevo es sin duda uno de los sindicalistas más contentos con el paro y movilización del miércoles. Lidera la CGT Azul y Blanca, una central paralela con poco peso sindical que busca moverse políticamente. La formó cuando rompió con la CGT de Moyano. Hoy publica una solicitada llamando al paro y movilización en adhesión a la convocatoria de Camioneros. Su motivación no es apoyar a Moyano sino agitar la oposición al Gobierno. Desde diciembre, le reclama al camionero una movilización a Plaza de Mayo para enfrentar a CFK. Su central responde al duhaldismo, y está integrada, en gran parte, por los heridos que dejó Moyano frente al saqueo de afiliados a otros sindicatos. Barrionuevo juega a dos puntas pero ya definió en un reportaje a este diario que no integrará la CGT de Moyano. En cuanto a la CGT del frente antimoyanista, exige que sea comandada por un triunvirato integrado por un barrionuevista, por Antonio Caló (UOM) y por uno de los Gordos. Si no le conceden esa petición, no integrará ninguna de las dos centrales.
Metalurgicos
Antonio Caló, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) es el candidato de mayor consenso entre los anti-moyanistas. No pertenece a ningún sector. Es también el candidato del Gobierno para suceder al camionero en la central obrera, pero se lo considera débil. Su gremio, que juega a una lógica ajena al del resto de los sindicatos, no tiene un solo líder sino varios, a quienes Caló debe rendir cuentas. Tiene buen diálogo con la Presidenta y el Gobierno en general, pero intenta mostrarse como un dirigente independiente. Ninguno de sus colegas le cree. El viernes se lo vio furioso ante la noticia de que Fernández de Kirchner se había reunido con los “independientes” para analizar el enfrentamiento con Moyano. Sintió que “lo pasaban por arriba” y que lo debilitaban, excluyéndolo de la toma de decisiones y la negociación con la mandataria. En 2008, tenía el apoyo de todos los sectores para sacar a Moyano de la CGT y ser el nuevo líder. Kirchner le pidió que se baje y se ganó la desconfianza de quienes hoy, a regañadientes, lo ven como el único sucesor posible.
La CTA antigobierno
Pablo Micheli, secretario general de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) opositora, prometió a Moyano movilizar a los estatales y otros afiliados de la central. Se estima que aporte un caudal de 20 mil personas a la marcha del miércoles. Pidió una reunión con el líder camionero, que se realizará mañana al mediodía, para acordar un programa en común y no quedar expuesto como un ladero de Moyano. En el encuentro quieren definir “el modo y los contenidos” de la movilización y paro del miércoles. Quieren coordinar la manifestación con el paro de ATE que estaba convocado para ese día. Micheli y sus aliados mantienen un enfrentamiento con el Gobierno, que no los reconoce como ganadores de la interna de la CTA, donde compitieron con Hugo Yasky el año pasado. Sus contactos con Moyano venían dándose desde 2011, pero no pueden arriesgarse a perder la independencia. Su nexo con el dirigente es el secretario general de los técnicos aeronáuticos, Ricardo Cirielli, quien también hace de puente entre Barrionuevo y Moyano.
La CTA progobierno
“No comemos vidrio, no vamos a pelear contra un gobierno que nos permitió una cantidad de conquistas enormes”, disparó Hugo Yasky ante la convocatoria de Moyano. La CTA pro-K es liderada por el dirigente docente, quien salió a diferenciarse de Micheli y la CTA anti-K. Yasky solían tener una buena relación con Hugo Moyano, cuando ambos estaban en sintonía con el kirchenrismo. Incluso, se habló de un posible acercamiento entre su sector de la CTA y el moyanismo, antes de que las elecciones internas dividieran en dos a su central. Esa fue una de las razones que provocó la ruptura. La otra fue la buena relación con el Gobierno. Su vínculo con el oficialismo también viene debilitándose pero no llega a un punto de inflexión. Sufrió un duro traspié cuando debió salir a criticar a la Presidenta luego de que ofuscara a los docentes en su discurso en el Congreso. La central que dirige incluye a la mayoría de los gremios del sector privado de la CTA, pero perdió el grueso de los estatales afiliados a ATE, que responden a Micheli en su mayoría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario