Todo tiene que ver con todo
Por Sergio Urribarri. Disfrutamos un fin de semana de fútbol en donde no hubo espectadores privilegiados y otros obligados a vivirlo en diferido. No hubo hinchas de primera e hinchas de segunda. Los argentinos vivimos un fin de semana futbolero increíble. Desbordante de pasión, de goles, de alegrías, de sueños alcanzados y festejos interminables.
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Los argentinos vivimos un fin de semana futbolero increíble. Desbordante de pasión, de goles, de alegrías, de sueños alcanzados y festejos interminables. También de tristezas y frustraciones que duelen, pero todos sabemos que el fútbol da revancha, sólo se trata de perseverar y trabajar más duro.
Vivimos un fin de semana en donde todos los argentinos fuimos protagonistas. En donde todos pudimos ser parte de la misma vivencia colectiva, sin importar el origen, la condición económica o social, ni el lugar donde vivimos. Disfrutamos un fin de semana de fútbol en donde no hubo espectadores privilegiados y otros obligados a vivirlo en diferido. No hubo hinchas de primera e hinchas de segunda. Tampoco goles y emociones secuestrados hasta el domingo a las 22, ni gritos reprimidos por esa hermosa sensación que nos provoca la pelota cuando traspasa la raya del arco y se convierte en ese gol tan esperado.
Vivimos un fin de semana de fútbol en donde la maravillosa música de los relatores no estuvo sola porque fue acompañada por la imagen de la televisión que llegó a cada rincón de este bendito país, a través de Fútbol para Todos.
Fútbol para Todos. Tan criticado y vapuleado por los agoreros e insensibles de siempre que se dedican a defender el negocio que, durante años, hicieron unos pocos monopolizando el deporte más popular de la Argentina, arrebatando y usufructuando el patrimonio de todos. Los agoreros e insensibles de siempre que cuestionaron e intentaron sabotear la decisión de nuestra presidenta de romper con esa injusticia y permitir que una pasión como es el fútbol en la Argentina se democratice y que TODOS podamos, como en esta oportunidad, disfrutar de la misma manera un final de campeonato tan cerrado como el que se dio este fin de semana.
Todo tiene que ver con todo. Cuánta verdad. Miremos rápidamente quiénes fueron los protagonistas. El sábado Fútbol para Todos estaba en Puerto Madryn, San Juan y Córdoba, entre otras ciudades. El domingo, el cierre del campeonato involucró a equipos de Mendoza, Santa Fe, San Juan, Rafaela, Sarandí, Tigre, Córdoba. A todos los equipos, a todos los partidos y el emocionante cierre de ambos torneos el país todo lo pudo ver y vivir a través de Fútbol para Todos. Estamos ante una realidad que nadie puede ocultar y tergiversar. Buenos Aires, el “interior”, ricos y pobres en igualdad de condiciones. Una política realmente transformadora. Pero no la que se proclama en los discursos, sino la transformación política que se ve en todos los órdenes de la vida cotidiana y cuya mayor aspiración consiste en brindar y hacer posible la igualdad de oportunidades para todos. Algo que se experimenta, desde 2003 a esta parte, a lo largo y a lo ancho del país.
Tenemos que tomar conciencia del valor que tiene esto. Porque no hay nada más importante y valioso que trabajar todos los días para construir un país en donde todos tengamos las mismas oportunidades. De eso se trata Fútbol para Todos. De eso se trata cuando hablamos del Proyecto Nacional y Popular que conduce Cristina Fernández de Kirchner. <
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