PorSalvador Sales
Santa Fe. Corersponsalía
La pelea electoral Para el kirchnerismo nunca fue tierra fértil el territorio santafesino . Aquí, Néstor Kirchner padece una parábola perfecta desde que comenzó su campaña para llegar a la presidencia en 2003: fue esquiva su suerte en las presidenciales de ese año, ganó su mujer cuatro años después y hoy estaría atravesando una situación similar a la de su lanzamiento .
Hace tiempo que las principales espadas del matrimonio presidencial se mueven por la provincia. El jefe de la bancada del FPV en el Congreso, Agustín Rossi, y el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Gustavo Marconatto, son los dos diputados que intentan explicar las bondades de un modelo de gestión, y hasta llevan a intendentes y presidentes comunales a Olivos, donde Néstor Kirchner les endulza los oídos mientras reciben la arenga.
También se lanzó a principios de año Rafael Bielsa, el ex canciller que perdió con el socialista Hermes Binner la elección para gobernador en 2007.
La disputa es abierta: con el visto bueno de Kirchner, Marconatto mandó a trabajar al Movimiento Evita por los barrios pobres de Rosario, en paralelo al Movimiento por la Justicia Social de Rossi.
La pelea interna de los K en Santa Fe es contra el PJ Federal, cuyo jefe es Carlos Reutemann. A la espera de una decisión del Lole por su candidatura, los dirigentes que a él responden se mueven en procura de lograr una unión para derrotar, primero, al gobierno socialista de Hermes Binner, y luego pensar en definir una estrategia a nivel nacional . El PJ Federal también tiene a sus senadores provinciales recorriendo la provincia con actos, preparando el terreno para cuando Reutemann decida que hará.
Un dato que para los observadores políticos santafesinos no pasó desapercibido es que el matrimonio presidencial, cada vez que hizo un acto político, lo realizó en el sur de la provincia, como esquivando el centro-norte de Santa Fe, donde Reutemann pisa fuerte.
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