pero el amor es mas fuerte
María Victoria Martínez Bo, la mujer por la que el obispo Bargalló renunció a la Iglesia
Las imágenes de unas románticas vacaciones en México fueron clave para desnudar esta historia de amor. “Mariví” tiene 55 años, es divorciada, empresaria y madre de dos hijos.
Elegante. Los Martínez Bó y los Bargalló son una familia "de toda la vida" de San Isidro. Ella estuvo casada con "Cato" Mastai, un médico y ex rugbier de Club Universitario Buenos Aires.
En cuatro días el apacible mundo de la empresaria gastronómica María de las Victorias Bó dejó de serlo. Un video que la muestra en el mar en los brazos del obispo de la diócesis Merlo-Moreno y presidente de Cáritas Latinoamerica, Fernando Bargalló, salió a la luz y la puso en el ojo de la tormenta.
Las imágenes corresponden a lo que ya se podría denominar las verdaderamente inolvidables vacaciones que estos amantes se tomaron en enero de 2011 en las playas de México y que determinaron, 17 meses después, la renuncia del obispo a su cargo.
Luna de miel. El 10 de enero, Mariví –como llaman a Martínez Bó– y Bargalló llegaron separados a Ezeiza y tomaron vuelos diferentes hacia Estados Unidos: ella viajó por la entonces línea Continental; él, por American Airlines. Se encontraron en Miami y desde allí la pareja abordó otro avión con destino a México. Al día siguiente se tomaron un jet charter hacia el aeropuerto internacional Bahía de Huatulco, en Oaxaca, desde donde se trasladaron a la bucólica Villa Balneraria. El lugar elegido para hospedarse: un acogedor hotel boutique llamado Casa Bichú, ubicado sobre la costa del Pacífico, y que las guías de viajeros recomiendan especialmente para parejas.
Allí disfrutaron de la gastronomía local acompañada de buen vino, tomaron sol, hicieron snorkel y pescaron. Después de tres días allí, alquilaron una camioneta para ir hasta Xicatelam, en la ciudad de Puerto Escondido. Allí, pasaron otros tres días en el Hotel Santa Fe, de similares características al anterior. Luego se fueron a las playas de Ixtapa, donde optaron por el Resort Las Brisas Beach Club. Y allí terminó la “escapada romántica”. El regreso fue como la partida, en vuelos separados.
Cuando el noticiero de América emitió el video del obispo y su amiga, uno de los cuestionamientos apuntó a cómo el cura había financiado el viaje. PERFIL se comunicó con Cáritas –entidad católica de la que Bargalló es presidente para Latinoamérica–, y se limitaron a decir que “como miembro de la comisión directiva no tiene acceso a las cuentas ni al dinero, así que de acá no sacó la plata”.
Por otro lado, se supo que tanto él como Mariví tienen un muy buen pasar económico. El recibió una herencia tras la muerte de su mamá Budy, una artista plática, el año pasado; y su papá es un reconocido abogado.
El otro foco se centró, obviamente, en que el obispo rompió con su voto de castidad. En un primer momento, Bargalló dijo desconocer quién era Mariví y que estaba ocupado para responder. Pero en menos de 24 horas admitió la autenticidad del video y del viaje, aunque negó el romance: “Es una amiga de la infancia. Y esas fotos ambiguas sólo se explican en el marco de una larga amistad”. Aunque no mintió, la explicación tampoco era completa.
Pasado común. Bargalló y Martínes Bó pertenecen a familias tradicionales de San Isidro que se conocen “de toda la vida. “En una época compartieron incluso un destino vacacional en común: La Cumbre, en Córdoba. Allí tuvieron un romance durante la adolescencia y, dicen, él moría de amor por ella. Sin embargo, con el paso del tiempo, él cumplió con el mandato familiar y se hizo cura. Pero, dicen, nunca la olvidó. Ella se casó con el médico cardiólogo, y ex rugbier del Club Universitario, Ricardo César “Cato” Mastai, y tuvo dos hijos. Pero hace algunos años. Entonces, ella dejó su casa de San Isidro para instalarse en un coqueto departamento de Belgrano R, Muy cerca de allí tenía en sociedad el restó Jolie, del que su hijo es aún hoy el encargado. Más tarde vendió su parte societaria y pasó a formar parte del bar Vivaldi, a una cuadra del restaurante mencionado.
PERFIL intentó conversar con ella en su domicilio, pero su hijo la excusó. Mariví prefiere el silencio y por eso no atiende su celular y eliminó su perfil en Facebook.
La confesión. En un primer momento se dijo que detrás de este deschave mediático estaba el intendente de Merlo, Raúl Othacehé. Su intención: conseguir que Bargalló, obispo que se había mostrado como opositor al Gobierno, dejara la diócesis. Y aunque dicen que en el entorno del político celebran el desenlace, ellos se muestran ajenos a la supuesta operación. También se muestran sorprendidos algunos ex curas que recibieron duros sermones de Bargalló cuando, como él ahora, dejaron los hábitos por un amor.
En 72 horas, esta novela tuvo un final de película: el obispo reconoció el romance ante los clérigos de su diócesis y luego presentó la renuncia ante la Nunciatura local. Ahora comienza otra historia.
Hay que reconocer que la señora es muy linda. No será bocatto di cardinale pero sí de episcopo...
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