EDITORIAL
Deshojando margaritas Cristina con los dirigentes Martín Sabatella y Gerardo Zamora.Si bien falta mucho para las elecciones nacionales, las provinciales pueden estar a la vuelta de la esquina si se concreta una travesura socialista.
Se sabe que las elecciones nacionales se realizarán en agosto, octubre y noviembre si hay ballotage. Los únicos que la tienen clara son el matrimonio presidencial, que han marcado un norte y día a día recuperan imagen y generan más incertidumbres en la oposición.
La Coalición Cívica no tiene nada que envidiarle al justicialismo. Puede llegar a estallar en mil pedazos si no logran armonizar los ímpetus de Carrió, Binner, Cobos y Stolbizer. El peronismo federal no encuentra el conductor que alinee una estrategia. Ese podría haber sido Carlos Reutemann, pero no cree que sea el momento. La atomización que muestra el sector no seduce a la sociedad. Una sociedad que se ha caracterizado siempre por votar con el bolsillo y no por las ideas.
En el gran abanico de opciones, los allegados de Mauricio Macri deshojan el futuro y esperan resolver el tema de las escuchas para ponerse a trabajar en la candidatura presidencial. En otro andarivel, convencidos que tendrán la oportunidad histórica de convertirse un espacio importante, caminan los integrantes de Proyecto Sur con Pino Solanas a la cabeza.
Hasta hace unos meses el candidato oficial era Néstor, lo decían las encuestas. "Puede ser pingüino o pingüina", dejó entrever hace unos días el ex presidente. Es que Cristina lo habría superado en la imagen e intención de votos. Para el kirchnerismo, que apuesta todo a la primera vuelta, dos o tres puntos pueden ser decisivos.
Si es Cristina, algunos dirigentes quieren recrear la transversabilidad con la candidatura del radical Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero. En cambio Marcelo Brignone opera en Buenos Aires para llevar como vice a Martín Sabattella.
En Santa Fe, allegados a la Casa Gris aseguran que Hermes tiene "in pectore" convocar a elecciones generales en junio del 2011 y a internas abiertas en abril, por lo que en enero habría que presentar las candidaturas según el cronograma electoral provincial.
¿Cuáles serían los motivos para adelantar las elecciones? Hay varias hipótesis.
1) El efecto nacional:
Despegarse de la nacionalización y las incidencias de la chequera presidencial. De coincidir fechas, el tema nacional puede prevalecer sobre lo provincial, lo que restaría chances al frente progresista. Además, Binner sueña con ser integrante de alguna fórmula, por lo que necesitará mucho tiempo para recorrer el país sin descuidar la provincia para posicionar su delfín. Con el adelantamiento dispondría de 60 días antes de las internas abiertas nacionales.
2) El efecto sorpresa:
Si el anuncio del cronograma se realiza a fin de año, los justicialistas y sus socios radicales estarían muy complicados para ordenar una estrategia en plenas vacaciones de verano. El gobernador sabe que es el gran elector y confía en que podrá trasladarlo a su sucesor con un mensaje de continuidad para cumplir sus promesas electorales. "Cuatro años es poco tiempo para cambiar la provincia", exclamó hace días.
3) El efecto desgaste:
La gestión de Binner está atravesando su peor momento, producto de las acciones de algunos ministros que no están a la altura de las circunstancias y que desataron las polémicas de la semana pasada. Léase 911, Autopista, Aguas Santafesinas, cupo de pesca, seguridad, etc. De anticipar las elecciones quedarían sólo diez meses de gestión, de los cuales seis quedarían protegidos bajo el paraguas del latiguillo "están en campaña, no es así". Muy eficaz para no explicar errores o incumplimientos.
La estructuración de la política pasa por el oficialismo. La firme decisión del radicalismo de concurrir a internas con Mario Barletta puede ser la fisura que derrumbe al Frente, que se mostró unido a pesar cuestionadas acciones socialistas. El ARI, el PDP y el Si observan los acontecimientos esperando que el justicialismo se una para cotizar mejor sus chances el Frente Progresista Cívico y Social.
El peronismo santafesino está muy segmentado y en el típico "sálvese quien pueda" porque el fantasma de la derrota sobrevuela en una dirigencia que no ha encontrado el interlocutor que los siente en una mesa para hablar de acuerdos marcos y un plan para vencer al oficialismo.
Lo interesante es que en forma individual, Agustín Rossi, Carlos Carranza, Omar Perotti, Ricardo Spinozzi, Juan Carlos Mercier, Rafael Bielsa y Jorge Obeid expresan que es necesario generar la unidad. La pregunta es si se podrá instrumentar bajo el paraguas del PJ provincial sin el anclaje nacional. Si se da el adelantamiento de las elecciones locales, podría haber más posibilidades. ¿Pero quién lo financiaría?
Salvo el sector de Producción y Trabajo, que está abriendo locales en todos los departamentos y sumando alianzas con Cabildo Abierto de Rosario o el caso de Sentir Federal, que intenta estructurarse sin un liderazgo personal, el resto está esperando alguien que marque el camino. Lo difícil es encontrar el operador con peso específico para articularlo y sostenerlo hasta la general.
Fuente: SM
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