El gobierno de EE.UU. pidió informes sobre la salud mental de Cristina
El portal reveló 250.000 documentos secretos del Departamento de Estado y entre ellos figura la inquietud de Washington sobre CFK. Los detalles del escándalo que viene.
28.11.2010 | 16:47
Cristina y Obama, en abril pasado en Wshington. | Foto: Télam
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En la mayor filtración de la historia de archivos secretos del gobierno de Estados Unidos, el portal sueco Wikileaks difundió miles de documentos que se conocerán desde mañana y prometen desatar un escándalo de nivel global. Entre esa catarata de información, trascendió que la Casa Blanca solicitó en su momento un informe sobre la salud mental de Cristina Kirchner.
"Las sospechas que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner despierta en Washington llegaron hasta el punto de que la Secretaría de Estado solicitó información sobre su estado de salud mental", reveló hoy el diario madrileño El País. El influyente matutino comenzó a difundir en su web parte de los documentos filtrados junto a The New York Times (EEUU), The Guardian (Gran Bretaña), Le Monde (Francia) y el semanario Der Spiegel (Alemania), prometiendo para mañana el grueso de información sobre el asunto.
A su vez, los memos dejaron al descubierto cuán preocupadas están las embajadas de EEUU en Argentina, Brasil y Paraguay por el narcotráfico y por la creciente actividad de las mezquitas musulmanas en Ciudad del Este, en la Triple frontera.
Otra patada al tablero. Wikilieks devela así cómo la diplomacia de EEUU utilizó mecanismos secretos para conseguir informacion de sus embajadas en una treintena de países. Los documentos dejan al descubierto tramas de espionaje, maniobras ocultas y corrupción. También evidencian duros informes sobre la vida privada de Vladimir Putin, Mahmoud Ahmadineyad, Nicolás Sarkozy, Angela Merkel, Silvio Berlusconi y Hugo Chávez.
En el caso del presidente de Venezuela, un documento da cuenta de cómo EEUU intentó convencer a países latinoamericanos de que aislaran política y económicamente al régimen bolivatiano. En cuanto al primer mandatario iraní, otro miembro del 'Eje del mal' para Washington, un archivo señala que países árabes le pidieron a EEUU que detuvieran el avance nuclear y militar de Teheran.
Por temor a que se conocieran estos 250.000 archivos, Washington negoció hasta última hora con el director de Wikileaks, el periodista Julian Assange. Pero fracasó. Por la tarde, calaps{o el portal que ya había desempolvado las maniobras de inteligencia y los crímenes de guerra del ejército norteamericano en Irak y Afganistán
"Las sospechas que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner despierta en Washington llegaron hasta el punto de que la Secretaría de Estado solicitó información sobre su estado de salud mental", reveló hoy el diario madrileño El País. El influyente matutino comenzó a difundir en su web parte de los documentos filtrados junto a The New York Times (EEUU), The Guardian (Gran Bretaña), Le Monde (Francia) y el semanario Der Spiegel (Alemania), prometiendo para mañana el grueso de información sobre el asunto.
A su vez, los memos dejaron al descubierto cuán preocupadas están las embajadas de EEUU en Argentina, Brasil y Paraguay por el narcotráfico y por la creciente actividad de las mezquitas musulmanas en Ciudad del Este, en la Triple frontera.
Otra patada al tablero. Wikilieks devela así cómo la diplomacia de EEUU utilizó mecanismos secretos para conseguir informacion de sus embajadas en una treintena de países. Los documentos dejan al descubierto tramas de espionaje, maniobras ocultas y corrupción. También evidencian duros informes sobre la vida privada de Vladimir Putin, Mahmoud Ahmadineyad, Nicolás Sarkozy, Angela Merkel, Silvio Berlusconi y Hugo Chávez.
En el caso del presidente de Venezuela, un documento da cuenta de cómo EEUU intentó convencer a países latinoamericanos de que aislaran política y económicamente al régimen bolivatiano. En cuanto al primer mandatario iraní, otro miembro del 'Eje del mal' para Washington, un archivo señala que países árabes le pidieron a EEUU que detuvieran el avance nuclear y militar de Teheran.
Por temor a que se conocieran estos 250.000 archivos, Washington negoció hasta última hora con el director de Wikileaks, el periodista Julian Assange. Pero fracasó. Por la tarde, calaps{o el portal que ya había desempolvado las maniobras de inteligencia y los crímenes de guerra del ejército norteamericano en Irak y Afganistán
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