Claudio María Domínguez brinda mensajes espirituales para CFK, River y Zaira Nara
El ex niño prodigio aconseja a las almas más famosas y conflictuadas, y cuenta su vida a Perfil.com: Hollywood, censura y conversión. Video y fotos.
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Por Lorena Tapia Garzón (*) | 25.06.2011 | 17:00
Claudio María Domínguez. De niño prodigio a consejero espitirual. | Fuente:Perfil.com
Le da consejos a Zaira Nara, que se acaba de separar de Diego Forlán; le habla a los jugadores de River, al borde del descenso, y hasta hace una reflexión sobre el luto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El siempre mediático Claudio María Domínguez, convertido en una especie gurú 2.0, habla con Perfil.com del amor, del alma, de la felicidad y del cómo “descubrirse a uno mismo”, mientras rememora sus años de “niño prodigio” en la TV, sus entrevistas a las estrellas de Hollywood, su conversión vegetariana y su encuentro con el mundo espiritual.
"Si me preguntás por lo que pasó entre Zaira y Forlán, que son divinos, adorables, con esos cuerpos perfectos, exitosos para la foto... pero, ¿hay amor verdadero? Para nada”, asegura Domínguez, mientras habla de temas de actualidad que afectan a famosos, pero que también identifica a más de uno de sus miles de seguidores.
Sobre los jugadores de River y sus hinchas, que atraviesan el peor momento de su historia, al borde de descender a la B, Domínguez les pide tranquilidad. Aunque, les da algunos consejos para el partido próximo, en caso de que no les quede otra más que “cagarse en el alma” para ser jugadores nada más.
Y luego habla del luto de Cristina, que mantiene aún tras ocho meses de la muerte de su marido, el ex presidente Néstor Kirchner. “No hay que olvidarse que es madre, esposa, viuda y mujer... todo nuestro amor”, señaló. Al tiempo que trató de “enfermos mentales” a los políticos que pelean o critican duramente por Twitter.
De niño prodigio a gurú espiritual. Mientras bebe una lágrima con miel, Claudio María Domínguez, cuenta la anécdota que lo convirtió en vegetariano hace unos 20 o 25 años, cuando entrevistó a Paul McCartney en su mansión de Irlanda.
“Paul McCartney almorzaba con su familia, cuando se escucharon golpes y unos gritos como de bebé. Salimos corriendo todos a ver qué pasaba, pensando que golpeaban a uno de los chicos de la servidumbre, pero en realidad estaban matando a unos corderitos para comerlos. Toda la familia empezó a vomitar, y todos decían ‘no voy a comer más carne’. Cuando llegué a la Argentina, yo dije: ‘yo también voy a ser vegetariano’”, relata.
La anécdota es una de las tantas que Claudio tiene sobre su vida desde pequeño. Empezó como un niño prodigio respondiendo preguntas sobre mitología griega en el programa de TV Odol pregunta. Y se convirtió en uno de los personajes más mediáticos durante décadas.
Cubrió los premios Oscar en Hollywood, entrevistó a más de una estrella del cine, recorrió el mundo haciendo entrevistas. Hasta que sintió que nada de eso lo hacía feliz. Y buscó, en cambio, entrevistar a Juan Pablo II, a la Madre Teresa de Calcuta y al Sai Baba, que le abrieron su camino espiritual.
Cuando decidió retirarse del mundo televisivo, y se fue a vivir al campo con su ex mujer y sus dos hijos más grandes, se dedicó a importar películas que no estaban en el circuito más comercial. Eso fue, precisamente, lo que lo volvió a llevar a la tele, aunque esta vez como guionista. “Un día vino a buscarme Gerardo Romano con Carolina Peleritti. Todos en el pueblo estaban conmocionados con la Peleritti, con sus tres metros de altura y sus tetas enormes. Y Romano me pidió que escribiera un policial negro para la tele como el de los hermanos Coen que yo acababa de traer al país, Simplemente sangre. Fue así que le escribí La marca del deseo”. Se trataba de un unitario que salió al aire en los 90, en el abundaba el sexo y que estaba protagonizado por Romano y Sandra Ballesteros. Fue censurado por ser “muy osado” para la época.
Finalmente, decidió dedicarse a la espiritualidad. Y el éxito volvió a tocarle la puerta hace dos años, cuando fue entrevistado por Beto Casella en su programa de C5N. El empresario Daniel Hadad, entonces, le “abrió las puertas de su multimedio”, como asegura el propio Domínguez. “A los tres meses, comenzó el boom por la espiritualidad”, asegura.
Hoy, conduce su programa Hacete Cargo por C5N y dos programas en radio Pop (El mejor momento de tu vida y El mejor fin de semana de tu vida). Además, escribe para Infobae y tiene su propia revista mensual, también producida por Hadad, llamada Un mundo mejor.
(*) De la redacción de Perfil.com
"Si me preguntás por lo que pasó entre Zaira y Forlán, que son divinos, adorables, con esos cuerpos perfectos, exitosos para la foto... pero, ¿hay amor verdadero? Para nada”, asegura Domínguez, mientras habla de temas de actualidad que afectan a famosos, pero que también identifica a más de uno de sus miles de seguidores.
Sobre los jugadores de River y sus hinchas, que atraviesan el peor momento de su historia, al borde de descender a la B, Domínguez les pide tranquilidad. Aunque, les da algunos consejos para el partido próximo, en caso de que no les quede otra más que “cagarse en el alma” para ser jugadores nada más.
Y luego habla del luto de Cristina, que mantiene aún tras ocho meses de la muerte de su marido, el ex presidente Néstor Kirchner. “No hay que olvidarse que es madre, esposa, viuda y mujer... todo nuestro amor”, señaló. Al tiempo que trató de “enfermos mentales” a los políticos que pelean o critican duramente por Twitter.
De niño prodigio a gurú espiritual. Mientras bebe una lágrima con miel, Claudio María Domínguez, cuenta la anécdota que lo convirtió en vegetariano hace unos 20 o 25 años, cuando entrevistó a Paul McCartney en su mansión de Irlanda.
“Paul McCartney almorzaba con su familia, cuando se escucharon golpes y unos gritos como de bebé. Salimos corriendo todos a ver qué pasaba, pensando que golpeaban a uno de los chicos de la servidumbre, pero en realidad estaban matando a unos corderitos para comerlos. Toda la familia empezó a vomitar, y todos decían ‘no voy a comer más carne’. Cuando llegué a la Argentina, yo dije: ‘yo también voy a ser vegetariano’”, relata.
La anécdota es una de las tantas que Claudio tiene sobre su vida desde pequeño. Empezó como un niño prodigio respondiendo preguntas sobre mitología griega en el programa de TV Odol pregunta. Y se convirtió en uno de los personajes más mediáticos durante décadas.
Cubrió los premios Oscar en Hollywood, entrevistó a más de una estrella del cine, recorrió el mundo haciendo entrevistas. Hasta que sintió que nada de eso lo hacía feliz. Y buscó, en cambio, entrevistar a Juan Pablo II, a la Madre Teresa de Calcuta y al Sai Baba, que le abrieron su camino espiritual.
Cuando decidió retirarse del mundo televisivo, y se fue a vivir al campo con su ex mujer y sus dos hijos más grandes, se dedicó a importar películas que no estaban en el circuito más comercial. Eso fue, precisamente, lo que lo volvió a llevar a la tele, aunque esta vez como guionista. “Un día vino a buscarme Gerardo Romano con Carolina Peleritti. Todos en el pueblo estaban conmocionados con la Peleritti, con sus tres metros de altura y sus tetas enormes. Y Romano me pidió que escribiera un policial negro para la tele como el de los hermanos Coen que yo acababa de traer al país, Simplemente sangre. Fue así que le escribí La marca del deseo”. Se trataba de un unitario que salió al aire en los 90, en el abundaba el sexo y que estaba protagonizado por Romano y Sandra Ballesteros. Fue censurado por ser “muy osado” para la época.
Finalmente, decidió dedicarse a la espiritualidad. Y el éxito volvió a tocarle la puerta hace dos años, cuando fue entrevistado por Beto Casella en su programa de C5N. El empresario Daniel Hadad, entonces, le “abrió las puertas de su multimedio”, como asegura el propio Domínguez. “A los tres meses, comenzó el boom por la espiritualidad”, asegura.
Hoy, conduce su programa Hacete Cargo por C5N y dos programas en radio Pop (El mejor momento de tu vida y El mejor fin de semana de tu vida). Además, escribe para Infobae y tiene su propia revista mensual, también producida por Hadad, llamada Un mundo mejor.
(*) De la redacción de Perfil.com
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