8/30/2011
el batigol, una gambeta sobre la ley de tierras
El entrañable Gabriel Batistuta hoy se luce en "el campo" y no en el de juego precisamente. Al respecto, y en las vísperas de la discusión sobre la ley de tierras -- que propone un máximo del 20% de las tierras productivas en manos extranjeras, hoy en el país el 10% está extranjerizada, en Brasil el 1,5% y en USA el 2,2% -- , leemos en el blog de Pedro Peretti:
Si no lo hacemos nosotros…”. Así empieza y termina el editorial semanal de Clarín Rural escrito, sin duda, por el más lúcido ideólogo del “neoliberalismo agrario extremo” marcando claras diferencias políticas con el liberalismo agrario tradicional expresado por sectores del ruralismo y grupos sin organización, para quienes lo central no son los negocios sino terminar con el Estado y sus defensores: una clara definición político-ideológica.
Aquí (en Huergo) mandan los negocios de los grupos más concentrados, por locual la economía pone en segundo plano a la revancha política, prepara el terreno para el lobby de los gigantes de la agricultura, da por hecho la continuidad de los K, elogia al Ministro Julián Domínguez igual que “muchos”, le pega a Moreno igual que “todos” y dice bien que los Estados Unidos decidió modificar (no eliminar) su política de subsidio al etanol, agita el fantasma chino y sugiere “si no somos nosotros, serán los chinos, los yankis o el que sea, pero se hará igual”… y la verdad… ¡tiene razón!
Pero el dilema central no es si lo hacen los chinos o los argentinos. Puede significar, si no lo mismo algo parecido, o puede ser a medias o por retazos de nacionalidad. Hay variedad y combinaciones nacionales y extranjeras para todos los gustos en la concentración económica agraria. Pero sólo es parcial la diferencia; qué diferencia puede haber entre la empresa china que pretende quedarse con 300.000 ha en Río Negro o Cresud (nacional) que ya tiene 650.000 ha?
Lo importante, desde nuestro punto de vista, es si no lo hacemos nosotros… quiénes? Develar el quiénes es lo nodal: ¿Quién es el “nosotros” al que alude Huergo? ¿Jorge Britos, Pedro Pou, Roque Fernández, Gabriel Batistuta, que ya superó largamente las 100.000 ha (126.000)* por citar algunos nombres propios de los nuevos grandes latifundistas que no provienen de la oligarquía tradicional?; ¿El Tejar, o Los Grobo, por citar algunos de los concentrados sin rostro y denominados pooles?
Porque claramente, o son ellos o somos nosotros, los últimos sobrevivientes de la agricultura de rostro humano -lo que queda de ella- los chacareros, los que habitamos el interior profundo, los que poblamos las rutas durante el conflicto contra la Resolución 125°, los de la chacra mixta, los que eficientaron los “fierros” que surcan la Pampa Húmeda y no húmeda, los que brindan servicios, los que impulsan la tecnología e inventaron la siembra directa (incluyo a los Trucco y Foganti, la agricultura le debe mucho aunque no compartamos la mirada política hacia el sector).
* Agregado de Ramble Tamble periodismo posta, el no lugar...
Una reflexión sobre el periodismo aparecida en Revista Crisis que resulta muy interesante. Busca eso sí una diagonal que busca con fundamento una trinchera en medio de la guerrilla de medios , pero no la encuentra . Y no lo hace a nuestro juicio porque esa deseable superación "del estado actual de las cosas" es materialmente im-po-si-ble, se trata, en rigor, de un arquitectónico "no lugar".
Prueba de esa ausencia plena, es que la nota superadora, como toda superación, la firma un tal Enrique Orozco, obviamente un seudónimo. Dicho esto, leemos en Crisis:
El periodismo tiene un futuro incierto. Su pobreza simbólica y su obviedad lo encaminan a una supervivencia hecha de estertores que, sin embargo, puede durar décadas. A los medios no le ha llegado su propio Kirchner, ese representante del anciano régimen que tomó cuenta de la crisis terminal que carcomía a los de su clase y decidió abrirse a lo nuevo para sobrevivir.
Los medios no ven esa necesidad. Sólo promueven jóvenes que cumplen con el requisito de ser viejos y leales. Pero nadie tiene el futuro asegurado. Hasta los blogs, esa forma de periodismo catártico que fue novedosa y vital, puede volverse previsible y dejar de decir.
La crisis de los medios sistémicos es una hermosa oportunidad. Quedan pocos nichos en el cementerio de los elefantes y los grandes saben que pocos sobrevivirán. Quizás sean los que encuentren la lucidez para reubicarse en un lugar más modesto en sociedades hiperinformadas que ya no se orientan solo por los mensajes que emite la industria periodística.
¿Cómo sigue la película? No sabemos. Pero nos interesa rescatar, entre la intuición, los indicios ciertos y la apuesta, a unos cuantos veteranos en su mayoría anónimos y a la nueva generación de periodistas –esa guerrilla dispersa y sin armamento propio- que nace entre las cenizas del periodismo sistémico y en busca de un aprendizaje que trascienda la escuela inicial mediática que ofrece el kirchnerismo.
Desde arriba y desde afuera, resulta difícil y probablemente inútil verlos. La aristocracia del rubro, que tiene garantizado el bronce, tampoco necesita prestarles atención. Pero ese periodismo exógeno existe y presiona para sepultar a la ignorancia ilustrada que sigue cobrando el sueldo aunque ya tiene la jubilación lista. Ni pesimistas ni ingenuos. Una parte de ese futuro que llegó hace rato está en nosotros...
hegemonía electoral y asignación universal por hijo
Tal como lo sostuvimos siempre en Ramble, el mecanismo de doble recaptura de votos , vía segmentos medios vinculados directa o indirectamente a la producción agropecuaria y amplias franjas de sectores socialmente vulnerables, en especial residentes en la periferia de los grandes aglomerados urbanos nacionales , fue central para explicar el resultado de las PASO.
En particular el segundo mecanismo de recaptura electoral obedece a la intervención eficaz de la Asignación Universal por Hijo -- la más potente política social desde la recuperación democrática--, en orden a transformar favorablemente el aún muy complejo paisaje socioambiental de los sectores vulnerables.
La mejora operada vía transferencia de ingreso ( U$S 100 promedio por hogar beneficiario) fué enérgica y explica de manera central la recuperación electoral del FPV , equivalente a 20 puntos de votos nacionales , respecto a su valle de junio del año 2009.
La aceptación de esta argumentación, la reivindicación del potente instrumento y el reconocimiento de sus efectos electorales que tranforman en muy estable la actual arquitectura electoral de hegemonía oficialista, comienza ya hoy a construir consenso entre los especialistas.
Al respecto leemos a Martín Bidegaray :
Según un sondeo, el 81% de los receptores de este plan apoyan a la Presidenta.
La abrumadora mayoría de los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros planes sociales eligió a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones primarias de hace dos semanas. Según una encuesta de Moiguer Compañía de Negocios, una consultora especializada en consumo que midió el humor electoral en las semanas previas al comicio, el 81% de los que perciben esa asistencia manifestaron su intención de apoyar a Cristina en las urnas. Sólo un 19% de los beneficiarios de ese plan social (que alcanza a más de 3,6 millones de niños) indicaron que respaldarían a algún candidato de la oposición.
La AUH la estableció por decreto Cristina en octubre de 2009. Hoy la perciben 2 millones de familias, que reciben $ 220 por mes por cada hijo. Lo que se midió ahora es su impacto electoral.
Antes de los comicios, cuando un 20% decía que iba a votar en “blanco” o no contestaba sobre el destino de su sufragio, ya había un 46% que declaraba su simpatía con la propuesta del oficialismo, mientras que otro 32% estaba mirando a algún opositor.
Aunque la dimensión del triunfo del Frente para la Victoria hizo creer que hubo un voto homogéneo de todos los segmentos socioeconómicos, la investigación a la que accedió Clarín muestra que el respaldo al oficialismo fue más importante en los sectores medios y medio-bajos (con 54% de adhesión) que en los segmentos medio-altos, que en el marketing se conoce como ABC1. El 60% de los consumidores más pudientes pensaba apoyar a la oposición, mientras que en los sectores más relegados (D y E en la jerga del marketing), en cambio, sólo uno de cada cuatro evaluaba inclinarse por los rivales del Gobierno...
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