domingo, 27 de noviembre de 2011

del blog de artemio

27/2011

don misterio

Un video de la banda miramarense "Don Misterio" , versionista habitual de Creedence Clearwater Revival.
En el video la banda con Jaf en el Abbey Road de Mar del Plata, interpretando un buen cover de "Born on the bayou" original y emblemático tema de CCR , grabado en el año 1969 , donde el registro de voz de Fogerty , probablemente llegó a su punto más alto .

inflación, desempleo e informalidad...

El ridículo miedo a la inflación
Queridos europeos: observen el gráfico de aquí abajo. Es para los Estados Unidos, pero no importa, igual les puede servir. Muestra que los años de desempleo alto (eje horizontal: tasa de desempleo en comparación con la tasa típica de la época, esto es, el promedio quinquenal) la inflación “core” o núcleo –la que no depende de factores transitorios– tiende a desacelerarse. Y, al revés, la inflación se acelera si el desempleo es bajo.
Nos falta analizar específicamente el impacto antiinflacionario de tasas de informalidad laboral tan elevadas de 34,5% entre los salarizados y más del 50% entre autónomos, como las que aún hoy se observan en el mercado de trabajo argentino.
Se trata de asignarle mayor consistencia al análisis de posibilidades de un eventual impacto inflacionario en un contexto ya no solo de gran desempleo abierto como en Europa, sino como el del mercado de trabajo argentino, de gran precariedad laboral ( muy inelástica a esta altura) , donde , sabemos, sus agentes no reciben las mejoras de convenios colectivos que generan los sindicatos pero tampoco los muy menguados corredores crediticios a tasas razonables del perfecto, muy sólido, feten-feten, pero productivamente inservible sistema bancario privado nativo.

cuida a los chanchos vasquito !!


Ahora que Mendiguren está muy contento por su posición privilegiada en el tablero del poder argento, es bueno recordar que todo fluye y los datos no parecen asignarle razón a su piara, y al menos en el mediano plazo su autobombeada persuasividad a los oídos presidenciales, deberá ser sistemáticamente revisada ....
CFK también dijo que las utilidades de las empresas argentinas “están todas por encima de los estándares internacionales”. Al menos es así entre aquellas que forman parte de la cúpula.
A lo largo de las décadas recibieron subsidios por promoción industrial y reembolsos por exportaciones; contrataron la provisión de bienes y servicios al Estado a precios exorbitantes; se endeudaron en el exterior a tasas bajas y represtaron ese dinero en el país a tasas altas y luego endosaron esa deuda externa al Estado; pagaron monedas por las mejores empresas públicas en el desguace del Estado y las vendieron a precio de oro cuando olfatearon que la convertibilidad no duraría para siempre; con lo que recibieron en pago, compraron campos y empresas agroindustriales y antes del corralito se llevaron el resto fuera del país, a presionar por la devaluación que les concedió el senador Eduardo Duhalde y su ministro de pesificación asimétrica, que entonces tenía más pelo que ahora.
Según los datos de Cifra, las 200 empresas de mayor facturación (sin agro ni finanzas) mantuvieron una tasa de utilidad sobre ventas muy elevada, incluso en la crisis mundial de 2009. En los años de la convertibilidad, 1991-2001, esa tasa de rentabilidad para la cúpula empresarial promedió el 3,1 por ciento y saltó al 8,5 por ciento entre 2003 y 2010.
La presidente dijo que no le molestaba que tuvieran ganancias “en tanto y en cuanto esa utilidad por encima de estándares internacionales” no se fugue a Europa o Estados Unidos, “porque el dinero que no está acá se va para allá”.
En la Conferencia de la UIA, Cristina fue más específica, al mencionar el caso de “algunas empresas grandes” que “habían comprado igual cantidad de dólares o más de la que nosotros les habíamos prestado en pesos a tasa negativa”.
Entre quienes escuchaban con el rabo entre las patas estaba el vicepresidente de la UIA y director de Ledesma, Federico Nicholson, a quien Mendiguren impulsa como ministro de Industria. El presidente de Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, varios de sus hijos amantes de los yates de lujo y el propio Nicholson compraron once millones de dólares durante la corrida cambiaria que el gobierno sofocó la semana pasada.
Habían recibido un crédito del Bicentenario por nueve millones de dólares, como parte de la inversión en un criadero de chanchos del viejo Blaquier, por un total de 140 millones de pesos. El gobierno no se quedó en palabras: Nicholson y Blaquier fueron confrontados con la documentación probatoria del uso dado al crédito, cosa que al principio negaron, y debieron comprometerse a reingresar ese dinero e invertirlo en el país.
El año pasado, Nicholson presidió la misma conferencia y fue uno de los críticos más severos de “la excesiva intervención estatal”. Este año guardó prudente silencio. Cristina también mencionó el caso de otra “gran empresa” que en 2010 obtuvo utilidades superiores en un 31 por ciento a las de 2008 (cuando contó con apoyo estatal para mantener la ocupación), pero invirtió “un 35 por ciento menos que en el 2008”. Se refería a Siderar, de la transnacional italiana Techint, cuyo principal accionista, Paolo Rocca, también estaba en la sala. Rocca también asumió compromisos de inversión, que aún no son públicos y cuyo cumplimiento el gobierno verificará.
En la historia de las relaciones con el Estado siempre los reclamos y las exigencias provenían de las grandes empresas. Ahora también se recorre el camino inverso. Por primera vez, los interlocutores gubernamentales del holding milanés con sede corporativa en Luxemburgo no están en la lista de las “prestaciones de sede” de Techint, como llama su financiera cautiva, Santa María, a los pagos inconfesables a funcionarios.
O dicho con las palabras con que CFK comparó en la UIA la situación argentina con la de Europa: “Hay que respetar a los mercados, pero los que gobiernan son los elegidos por el voto popular. Esto lo tengo muy claro”.
Completo acá.

althusser y el análisis de medios - sobre la reproducción de las relaciones de producción

Leemos una interesante recuperación por parte de Santiago Castro Gómez de la Teoría de la Ideología y los Aparatos Ideológicos de Estado de Louis Althusser, para aplicar a los análisis culturales en general y el estudio de la cultura medial en particular.
Se intenta restituir el concepto de ideología y su vínculo con la reproducción de las relaciones de producción dominantes en una formación social, vínculo diluído cuando no negado en los análisis culturales y de medios tradicionales.

En su texto Ideología y aparatos ideológicos del Estado Althusser menciona ocho tipos de instituciones que, a diferencia de los aparatos represivos, no “sujeta” a los individuos a través de prácticas violentas sino a través de prácticas ideológicas:
• Aparatos religiosos (iglesias, instituciones religiosas)
• Aparatos educativos (escuelas, universidades)
• Aparatos familiares (el matrimonio, la sociedad familiar)
• Aparatos jurídicos (el Derecho)
• Aparatos políticos (partidos e ideologías políticas)
• Aparatos sindicales (asociaciones de obreros y trabajadores)
• Aparatos de información (prensa, radio, cine, televisión)
• Aparatos culturales (literatura, bellas artes, deportes, etc.)
Nos interesa en este momento analizar aquello que Althusser denomina los “aparatos de información” porque, como ya se dijo, en el capitalismo tardío la cultura medial se ha convertido en el lugar de las batallas ideológicas por el control de los imaginarios sociales. Por su radio de alcance y por su formato visual, los medios contribuyen en gran manera a delinear nuevas formas de subjetividad, estilo, visión del mundo y comportamiento.
La cultura medial es el aparato ideológico dominante hoy en día, reemplazando a la cultura letrada en su capacidad para servir de árbitro del gusto, los valores y el pensamiento. La ventaja de la cultura medial sobre los otros aparatos ideológicos radica, precisamente, en que sus dispositivos de sujeción son mucho menos coercitivos. Además de que, como lo señala Jen Baudrillard penetran en el espacio íntimo del sujeto, incluso en su alcoba.
Diríamos que por ellos no circula un poder que “vigila y castiga”, sino un poder que seduce. No estamos, por tanto, frente al poder disciplinario de la modernidad, criticado por Foucault, sino frente al poder libidinal de la globalización.
Aplicando lo dicho en el apartado anterior al tema de la cultura medial podríamos decir que, en tiempos de globalización, los medios son el terreno para el establecimiento del dominio de unos grupos sobre otros, pero también son, al mismo tiempo, el terreno apropiado para la resistencia contra ese dominio.
En una palabra, los medios son el lugar de lucha por la hegemonía cultural. Siendo los medios la principal fuente generadora de ideologías en la sociedad contemporánea, su control se constituye en una clave fundamental para la consolidación del dominio político. Los medios producen y fortalecen “sistemas de creencias” a partir de los cuales unas cosas son visibles y otras no, unos comportamientos son inducidos y otros evitados, unas cosas son tenidas por naturales y verdaderas, mientras que otras son reputadas de artificiales y mentirosas.
La pregunta que quisiera formular en este punto es la siguiente: ¿de qué modo puede hacerse valer el concepto agonístico de ideología para reconstruir el puente entre los estudios culturales y la economía política, atendiendo al caso específico del análisis de los medios?
Estoy convencido de que una ampliación del concepto de ideología, tal como ha sido sugerida por Althusser, podría resultar muy valiosa para entender cómo las imágenes, figuras y narrativas simbólicas que circulan por la televisión construyen representaciones que sirven para reforzar el dominio de unos grupos sobre otros. Estas representaciones ideológicas no son, por supuesto, unitarias, como pensaba el primer Althusser.
A través de los medios se construyen no solo las grandes ideologías económicas y políticas, sino también ideologías de género, raza, sexualidad y posición social que no son necesariamente reducibles unas a otras.
Con todo, si hay algo que estructuralmente las unifica es su vinculación al aparato de producción y, por tanto, el modo en que tales representaciones ideológicas se inscriben en la competencia de unos medios con otros por “seducir” a los consumidores.

11/26/2011

contra el trosocoeconomismo berreta ...

Frente a los fuleros análisis del compañero Fernando Rosso y su padre, tutor o encargado el también compañero Chipi Castillo , destinados todos ellos como gran novedad teórica y del principio al final a enumerar la cantidad de facciones económicas ultracapitalistas que sostienen a nuestro querido gobierno popular, es que leemos a Louis Althusser, en Seis Iniciativas Comunistas , texto que La Cámpora y La Juventud Sindical pueden bajarse completo acá, imprimirlo y hacerse un asadete nac&pop :
Y para hablar finalmente de política, no es constatando que “la economía argentina (*)” está dominada por 25 trusts gigantes + 500 ejecutivos + 500.000 grandes burgueses como puede uno plantearse y resolver el problema político del poder de clase burgués en toda su complejidad y su amplitud.
Puesto que este poder toma siempre la forma política y social de lo que Gramsci llamaba “bloque en el poder”, que asocia directa o indirectamente varias fracciones de clase bajo la dominación de la fracción monopolista.
No es posible, por tanto, saldar el problema político de la base de masas de la dominación de la burguesía en tanto clase mediante una simple constatación económica, puesto que la política no se reduce a la economía y, como clase, la burguesía no se reduce a su fracción monopolista, que, sin embargo, la domina en forma aplastante.
Si, en tanto clase, la burguesía se viera políticamente reducida a su fracción monopolista, no se mantendría en pie ni un cuarto de hora.
Bien peronista el compañero Althusser!
Domina la política , dejen de contar a las compañeras facciones dominantes , compañeros troscos! Ps.
(*) En el original se lee "economía francesa"

ricos y famosos

Muy interesante serie de notas sobre subsidios de Alfredo Zaiat que trata de salir del lugar común en que se ha recluído esta tan compleja problemática socio-económica , muy próximo al discurso fiscalista noventoso - no a su práctica por cierto- sobre el subsidio a la oferta como puro gasto . Hoy es de lectura obligatoria esta nota :
En esa línea contradictoria se inscribe el reclamo de tarifas “justas y razonables”. Especialistas de la ortodoxia afirman que éstas deberían asegurar la prestación del servicio al mínimo costo compatible con una tasa de rentabilidad acorde con el riesgo del negocio.
Existen antecedentes de tarifas más altas que no implican necesariamente mayores inversiones: por caso, en Santa Fe y en Córdoba las tarifas eléctricas son bastante más elevadas que las de Capital y eso no se traduce en expansión y estabilidad de la red. Tampoco se verificó ese comportamiento virtuoso en la década del ’90, cuando tarifas altísimas en dólares sólo sirvieron para recuperar rápido el capital destinado a la compra de las empresas públicas por parte de conglomerados privados nacionales e internacionales, como así también para acelerar el giro de utilidades a sus casas matrices.
La definición del nivel tarifario tiene una complejidad estructural, coyuntural y política que excede las consignas fáciles o la campaña de solidaridad de ricos, famosos y funcionarios conocidos para la renuncia voluntaria de subsidios. Suponer que el precio internacional de la energía es el que debe marcar necesariamente el doméstico o realizar comparaciones con el costo del transporte con países vecinos es no reconocer el carácter político de las tarifas, como tampoco las particularidades de cada país.
Es una obviedad que en la cuestión energética no es lo mismo un país importador neto de combustible, que no tiene otra opción que aceptar el precio externo, aunque puede no trasladarlo en su totalidad a su población mediante subsidios aportados de fondos públicos, que un país productor, que tiene margen para definir qué tipo de estructura de tarifas pretende según objetivos de desarrollo económico y social.
La insistente prédica fiscalista sobre el destino de los subsidios ha corrido ese eje de análisis...

vale la pena el intento!

Más allá de las tensiones estructuarles que existen siempre entre poder ejecutivo y representación gremial, inevitable por el lugar que ocupa cada espacio en la formación social, lo que se observa desde el 23 de octubre es un notable recrudecimiento de las operaciones de medios destinadas a limar el vínculo estratégico entre Gobierno y CGT.
No hubo otro gobierno como el que iniciara Néstor Kirchner en el año 2003 y continuara Cristina Kirchner a partir del año 2007 que empoderara tanto a las organizaciones gremiales.
Desde la reinstalación de los convenios colectivos todos a la suba, hasta el instituto del salario mínimo vital y móvil congelado por más de una década , salario mínimo que hoy es el de mayor poder de compra desde el año 1983 medido en Canastas Básicas Alimentarias , el gobierno nacional dió fuerte impulso a la recomposición del poder sindical impulsando un contexto ocupacional modelado por la generación de más de 5 millones de puesto de trabajo , circunstancia que facilitó notablemente la recuperación del poder adquisitivo del salario en toda la estructura de perceptores (sin negar asimetrías) por parte de las asociaciones gremiales que se vieron así muy legitimadas y fortalecidas frente a sus representados .
Por otra parte, no hubo otra conducción gremial que sostuviera de manera más eficaz el proyecto nacional que la encabezada por Hugo Moyano.
Desde su participación plena durante el conflicto abierto por la resolución 125 , enfrentando junto al Gobierno Nacional la respuesta facciosa de los medios , la oposición política por ellos editorializada y los sectores agropecuarios organizados muchas veces como piquetes armados, hasta la baja conflictividad gremial de la etapa , que supuso solo un 6% de ligitiosidad sobre el total de los planteos sindicales ocurridos desde el año 2003 a la fecha.
Pretender quebrar este vínculo orgánico es comprensible y estratégico para la oposición , aún hoy sin referentes políticos claros y encarnada en los medios que adversan sostenidamente al gobierno nacional.
Suponer que existe tal conflicto para darle volumen con el discursete de "las corporaciones" , parloteo tan meneado en los ochentas por el alfonsinismo decadente , esta vez por sectores supuestamente vinculados al kircherismo, sean políticos, intelectuales o analistas de toda laya, es sencillamente una pelotudez. Así, de frente manteca. Ps.

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