El fenomeno Lanata
"Me miran K, anti K, doña Rosa y Cristina"
Un estudio de Ibope revela que Periodismo para todos es multitarget y ahí radica su éxito de rating. El periodista sostiene que el humor fue fundamental para captar audiencia.
AL AIRE. Jorge Lanata volvió a la TV de aire luego de ocho años. "Soy distinto a Morales Solá, la gente se enganchó con la política desde un lado incorrecto."
Pasó mucho tiempo para que un programa periodístico lograra buenos números de audiencia en TV abierta. Hay que remitirse a los 90, época del menemato y momentos en que el encendido general de los cinco canales era 10 puntos superior al actual. Pero la crisis financiera de 2001 también golpeó y modificó la pantalla chica. Poco a poco, los ciclos de ese género se refugiaron en el cable y otros definitivamente desaparecieron. Las ficciones, realities y programas mediáticos ocuparon las grillas de los canales. Por eso Jorge Lanata sorprende con el rating de Periodismo para todos, que se emite por El Trece los domingos en prime time, con el que investiga y polemiza sobre la actualidad política. Lo cierto es que el ciclo del periodista promedia 15,3 puntos en octubre, logra ser el tercer programa en la emisora del Grupo Clarín, muy cerca de Sos mi hombre, y mantiene una base con la que le presenta batalla a La voz argentina. “El balance de estos seis meses al aire es buenísimo siendo que otros programas políticos hacen 2 o 3 puntos como 6, 7, 8 o Víctor Hugo. La primera emisión hicimos 16 y pico, y Telefe nos había puesto todo enfrente para matarnos (gala Todos juntos 2012). Me acuerdo de que Codevilla y Suar vinieron al camarín y me dijeron: ‘Si hacemos 10 o 12 puntos, es un éxito increíble y si hacemos menos no te preocupes, que Telefe nos tiró con todo’. Yo los miré y pensé: ‘Acá hacemos tres puntos’. El resultado fue una locura”, analiza Lanata, quien aduce que los cambios que fueron realizando lo beneficiaron: sacaron las entrevistas del final y Lanata empezó a salir más del estudio: “La gente se enganchaba más conmigo en exteriores. Además, el uso del sentido del humor es muy popular y nos ayuda para comunicar, más que nada en temas áridos”.Lanata reconoce que vio algunas encuestas que le acercaron sus productores sobre el público que lo mira, y dice que se asombra de la cantidad de personas jóvenes (“pasaron ocho años y muchos chicos no me vieron. Soy distinto a Morales Solá, se engancharon con la política desde un lado incorrecto”) y hasta cree que la cortina musical Fuck You de Lily Allen “se convirtió en un símbolo” que acercó a esa generación. PERFIL solicitó un estudio de mercado a Ibope Media –única encuestadora de audiencia– para conocer en profundidad quiénes miran PPT. Según la muestra de septiembre, la mayoría de su público son personas mayores de 50 años (el 57%), mientras que los jóvenes, entre los márgenes de 13 a 19 y de 20 a 34 años, apenas acumulan el 20%. “Es coherente y me parece un buen logro”, considera Lanata.
En cuanto al género, las mujeres son las que más eligen ver al periodista: 57% del público. Y por el lado del nivel socioeconómico, el 43% es de clase baja, veinte puntos más que los argentos más acomodados. Si uno cruzara las tres variables (mujer, clase baja y de más de 50 años), obtendría que la seguidora ideal de Lanata es la “doña Rosa” de la que hablaba Neustadt en los 90. “Es más o menos la representación de la población. Es un programa multitarget. Nos miran kirchneristas, no kirchneristas y doña Rosa”.
—La mayor proporción son de clase baja. ¿Por qué cree que los intelectuales y críticos oficialistas lo tildan de derecha, si lo siguen las clases populares?
—Es una estupidez que digan eso. ¿Quién puede pensar que mi público son todos de San Isidro? ¿Te pensás que la gente me pregunta en qué canal estoy? No. La gente quiere que uno esté en televisión. Los otros son prejuicios de 5 mil tipos. La tele es realmente popular. En la calle me paran desde trapitos o tacheros hasta empresarios. Estamos tratando de hacer un programa político que se entienda. Si vos podés transformar una realidad compleja y comunicarla de manera simple, la gente se engancha.
—En la última década los gerentes de programación desestimaron los envíos periodísticos. ¿Lo hubieran contratado si no existiera la disputa entre Clarín y el Gobierno?
—¡Nunca! (se ríe) Me causa gracia porque hice toda mi carrera con los diarios en contra y yo competía con ellos. Cuando estaba en Página/12 tirábamos un ministro de Menem y no lo levantaba nadie, recién cuando el tipo estaba muerto en el medio de la calle ponían una línea o dos, pero ni siquiera nos citaban.
—¿Se refiere a Clarín?
—Sí, y La Nación y Ambito. Nosotros rezábamos para que nos dieran pelota o nos levantaran. Ahora es exactamente al revés: eructo y lo publican en La Nación y tengo 5 mil clickeos en la web, o digo cualquier pelotudez y salgo en Clarín. Es muy loco. La pregunta es: ¿cambié o cambiaron ellos? Creo que cambiaron ellos porque se pelearon con el Gobierno. Esto seguirá un tiempo hasta que cambie el gobierno, y en ese caso me sacarán a patadas como lo hicieron mil veces. Yo no dejé de sentir que soy un error de sistema. En mi casa tengo once Martín Fierro, y fui despedido de la televisión tres veces. Es ridículo. ¡La misma industria que me premiaba me echaba! Mientras tanto, lo que hago es trabajar, hago mi carrera.
Jorge Lanata dice que Periodismo para todos es Día D pero con plata. Claro, viajó a Nueva York, estuvo tres días en Angola, cuyos gastos habrían rondado los US$ 25 mil, y pasó casi una semana entera en Venezuela para cubrir las elecciones presidenciales. “Casi salimos en vivo desde Tucumán con público, pero no se pudo porque Alperovich y el intendente no nos dieron lugar. Armarlo con un móvil nos costaba $ 500 mil. Somos mucha gente”, analiza. Sobre si el ciclo da pérdidas o ganancias, afirma que “estamos equilibrados”, y que el precio del segundo publicitario “sería de US$ 1.000”.
Competir con Marley no es un problema para Lanata: “Le tenía más miedo a Campanella, creía que acapararía más nuestro público y sin embargo le ganamos, y lo tuvieron que cambiar de día. Con Marley perdemos pero le achicamos las diferencias: el domingo estábamos 20 a 19 y pico, a menos de un punto. Me parece un milagro que estemos haciendo un programa político de entre 15 y 20 puntos”. Y continúa analizando el rating: “Al canal le sirve. Son las reglas: si hiciera dos puntos de rating, me darían una patada en el culo y lo entendería. Estoy en una selva donde el idioma que se habla es el rating, entonces no puede dejar de importarme, pero eso no significa que haga cualquier cosa para medir. Si lo que hago mide, en buena hora”.
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—¿Cree que Cristina y la cúpula del Gobierno lo miran?
—Sí. Han hecho referencias indirectas, incluso la misma Presidenta, pero nunca me ha nombrado, por eso no salí a responder. Es probable que lo vea. Si yo fuera Cristina, obvio que lo vería. Lo vería para putear a Lanata.
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