La campaña electoral ya comenzó en la provincia
Teresa Pandolfo
Hay un dato insoslayable en el escenario político provincial: la fuerza de la estrategia que está llevando adelante el Frente para la Victoria, que buscará alcanzar el porcentaje de votos que Cristina o Néstor Kirchner necesiten de la provincia de Santa Fe para su proyecto nacional. Uno u otro serán candidatos a presidente de la Nación.
El justicialismo en Santa Fe presenta hoy dos vertientes mayores: el Peronismo Federal y el Frente para la Victoria. En el primero, sus dirigentes comenzarán a moverse más unidos frente al electorado hasta que se definan uno o dos fórmulas. Con excepción de Omar Perotti, que ya lanzó su postulación como precandidato a la Casa Gris, los demás hablan de diciembre para la toma de esa determinación y no descartan llegar a acuerdos básicos, independientemente de las lealtades que los separen respecto de los dirigentes nacionales.
Mientras tanto, el Frente para la Victoria está haciendo un trabajo de base y regional intenso, permanente, de la mano del diputado nacional Agustín Rossi.
El legislador, acompañado de funcionarios del gabinete nacional y otras figuras del kirchnerismo y bajo el paraguas de medidas nacionales como los aumentos en las asignaciones familiares, del subsidio a la niñez o el triunfo con la boda entre homosexuales, va sumando sectores.
Rossi se muestra incansable y cosecha en una provincia difícil para el kirchnerismo. Los números para este Frente no son iguales que un año y medio atrás, especialmente en las grandes ciudades, hecho que se reconoce incluso en las filas del Peronismo Federal. También definirá en enero si se postula, pero expresa que la idea cada vez lo entusiasma más. Rossi quizás sea para el Frente Progresista, el adversario más difícil por el trabajo de base que ya está haciendo.
Todos los actores de la política provincial y nacional saben que un escenario será Santa Fe con Carlos Reutemann como candidato a presidente de la Nación y otro si persiste en la negativa, tal como se lo comentó en “Apuntes...”, de la semana anterior.
El mismo Rossi, en una conferencia de prensa que dio el viernes, marcó estos dos escenarios posibles en el justicialismo. El legislador expresó lo que pensaba ante medio centenar de periodistas, pero se cuidó mucho de tener un discurso descalificador o confrontativo: no lo tuvo ni para con Reutemann ni para Hermes Binner.
Del gobernador señaló que percibía un desencanto en la gente por las expectativas no cumplidas y, ante preguntas puntuales como el contrato directo por la autopista, dijo que había sido una desprolijidad; en tanto que el paso del ministro Ciancio por la Presidencia de la Cámara de Diputados “había dejado más dudas que certezas”. Agregó que su sector, en la voz del diputado Luis Rubeo, había planteado la alternativa de un consorcio de municipios y comunas.
Asperezas
El Frente Progresista viene exhibiendo dificultades de gestión, la mayoría de las cuales se hubieran resuelto o por lo menos morigerado con más diálogo interno dentro de la coalición gobernante.
Se han manifestado, además, visiones diferentes en temas como las autonomías municipales o la reforma de la Constitución provincial. El socialismo mantiene la posición de tratar las autonomías en el marco de la modificación de la Carta Magna; el radicalismo cree que la ley con otro proyecto diferente al del Senado, es un paso.
Respecto de la Constitución, se estima que en agosto el proyecto ingresará a la Legislatura y se ha formado una comisión dentro del Frente Progresista para analizar el contenido de la reforma. En principio, el socialismo estaría dispuesto a mantener la bicameralidad y la representación en el Senado de los 19 departamentos.
El tercer nivel de dificultad guarda relación con los personalismos. Nunca hubo una relación de confianza entre Hermes Binner y Elisa Carrió, aunque sus partidos en las elecciones nacionales pasadas fueran socios en una fórmula presidencial: Carrió-Giustiniani. El sector socialista que le responde a Binner nunca se sintió cómodo: una puja que va más allá de un liderazgo. Las apreciaciones del gobernador santafesino de que no compartiría una fórmula con Carrió, a la que definió como una dirigente “complicada”, recibió la respuesta tajante de Lilita que lo descalificó diciendo que era “ambiguo”.
Mientras que el socialismo busca potenciarlo a Binner como un dirigente nacional y la prensa así lo reconoce, el radicalismo consolida posiciones en la provincia. Luego de la organización partidaria, avanza en la estrategia para constituirse en la expresión más importante dentro del Frente Progresista. Proyecta una figura nueva como la del Ing. Mario Barletta para la Casa Gris y está haciendo un trabajo serio a nivel de intendentes y presidentes de comunas para alcanzar consensos. No es la misma UCR que tres años atrás; hoy sus dirigentes se mueven con otro espacio dentro de la coalición.
Puerto, leyes y control
El ruido político dentro del Frente y fuera de él tapó temas como el comienzo de la etapa de preinversión para el proyecto de Nuevo Puerto de Santa Fe y la notificación del envío a la legislatura de los mensajes de ley de promoción de inversiones y para la creación de la Corporación Financiera. También quedaron desdibujados otros anuncios del gobierno como las medidas de control antievasión y la fijación de valores de referencia inmobiliarios tanto urbanos como rural, cuestiones éstas que traerán cola cuando se tome conciencia de la propuesta con origen en el Ministerio de Economía de la provincia
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