jueves, 18 de noviembre de 2010

interpretaciones

Newsweek

Hombre mirando al silencio


Algo que no le gustó: “No todos respetaron el duelo de la presidente”, dijo Reutemann.
17-11-2010 /  El nuevo “renunciamiento” de Reutemann grafica la debilidad de la tercera vía peronista. Y alimenta las expectativas del Gobierno, De Narváez y Macri.
Por Andrés Fidanza

Carlos Reutemann volvió a ver algo que no le gustó. Se le presentó, esta vez, más como una intuición que como un hecho concreto. Después de la muerte de Néstor Kirchner, el “Lole” percibió la hipótesis del “cristinazo” y renunció a la llamada Mesa Coordinadora del Peronismo Federal. La movida, lacónica y sin aviso previo, tal el hábito del ex piloto, potenció las internas del sector que integran Eduardo Duhalde, Felipe Solá y Mario das Neves, entre otros, y lo dejó huérfano de su figura nacional mejor instalada: él. Al margen de sus efectos y motivos más íntimos, el segundo gran renunciamiento del senador fue un síntoma de la actual correlación de fuerzas en el universo del PJ. A casi un año y medio de haber ganado las elecciones legislativas en plena Provincia de Buenos Aires, se achicó el margen para la modalidad no kirchnerista del peronismo. La tercera vía, alternativa a kirchneristas y a radicales, cambió de estado. Entró en crisis.

“El panorama se alteró con la muerte de Kirchner. Y la ida del ‘Lole’ es otro cimbronazo. Se nos viene un sinceramiento. Hay dirigentes que ya tuvieron oportunidades y deben ceder su lugar”, dice a Newsweek el gobernador de Chubut, Mario das Neves. Antes, y con guión equivalente, el diputado Felipe Solá había admitido que “es un momento de crisis” y que “habrá replanteos dentro del Peronismo Federal”.

El sinceramiento que exige Das Neves tiene nombre propio; uno de fuerte peso simbólico, además. “Más que un acto de lanzamiento, Duhalde va a hacer uno de despedida”, afirma el chubutense.

En un grupo peronista cargado de egos y ambiciones presidenciales —Duhalde, Solá, Das Neves, el senador Adolfo Rodríguez Saá, el misionero Ramón Puerta y el senador salteño Juan Carlos Romero, entre los precandidatos tentativos o confirmados—, las internas cruzadas no son una novedad. Anteceden a la dimisión de Reutemann y a la muerte de Kirchner. Éxodo y muerte multiplicaron las inquinas peronistas. Las difundieron, también.

Cada martes a la noche, en sede rotativa, los justicialistas se reúnen. Cenan y leen el mapa de la política nacional desde su óptica PJ. En la cita posterior a la muerte del ex presidente había mal clima desde antes de encontrarse. La elogiosa despedida de Solá a Kirchner había caído pésimamente en el ánimo colectivo. La reunión tocó en la coqueta casa de Adolfo Rodríguez Saá, sobre la Avenida Quintana, en Recoleta. Hubo canapés, vino y coca. El que faltó fue Reutemann. Sin demasiados detalles, en un evidente anticipo de su decisión posterior, mandó a avisar que no iría, apenas un par de horas antes de las 20.

*La nota completa, en la edición impresa de Newsweek

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