jueves, 18 de agosto de 2011

siempre hizo lo mismo

COMPARO LA SITUACION ACTUAL CON LA QUE DERIVO EN LA CRISIS DEL 2001 Y HASTA OTROS OPOSITORES LE SALIERON AL CRUCE

Duhalde estrenó un libreto de campaña de terror

El candidato del Frente Popular dijo que “el kirchnerismo se maneja como el menemismo, no se da cuenta de que viene la decadencia económica”. También agitó el fantasma del “fraude”. Fue criticado por oficialistas y también por dirigentes de la oposición.

Por Werner Pertot

El duhaldismo está recargado. “Estamos en una situación parecida al ’98 que terminó con la crisis de 2001”, lanzó el candidato a presidente Eduardo Duhalde, quien aseguró: “El que se baja es un cobarde. Yo no me bajo”. El ex presidente interino se dedicó a impulsar la idea de “fraude” que busca instalar el duhaldismo para cambiar el clima electoral. Lo acompañó su candidato a gobernador, Eduardo Amadeo, con citas sobre la defensa de la patria, cuando “todo está permitido”. El candidato a presidente del Frente Popular recibió críticas no sólo del oficialismo, sino también del resto de la oposición –desde la Coalición Cívica al peronismo disidente, pasando por el FAP y el radicalismo–, que rechazaron sus predicciones apocalípticas. El único en respaldarlo, aunque con ciertos reparos, fue Federico Pinedo, jefe del bloque PRO en Diputados.

Con su imagen autointitulada de “piloto de tormentas” del 2002, Duhalde siempre supo que tenía menos chances de ganar en un contexto de bonanza económica que en uno donde hubiera crisis. A falta de ese contexto favorable a su candidatura, tras su magro resultado del domingo pasado –un 12,16 por ciento, que lo ubicó en un virtual empate con Ricardo Alfonsín–, el candidato parece haber optado por introducir esa crisis económica en su discurso a través de las predicciones.

“El kirchnerismo se maneja como el menemismo, no se da cuenta de que viene la decadencia económica”, auguró Duhalde, quien alertó una y otra vez sobre la posibilidad de “una recesión”. “El riesgo es que pase lo mismo que pasó en los últimos dos años del gobierno de Menem. Hay síntomas muy claros de que la competitividad está decayendo aceleradamente. El Gobierno debe cambiar de rumbo, porque si no, está a la vuelta de la esquina una nueva recesión. Corremos un riesgo que es necesario abortar”, dijo, aunque aclaró que no preveía muertes y saqueos. No obstante, el ex mandatario interino advirtió que “en dos meses en este país puede pasar cualquier cosa. A mucha gente que votó al oficialismo ahora le causa un poco de miedo darle tanto poder”.

También tuvo tiempo para poner en duda la transparencia de los comicios. “Esta semana se sabrá la verdad de las elecciones. Votó más gente de la que podía votar”, alimentó su hipótesis de que los 38 puntos de ventaja que le sacó Cristina Fernández estuvieron basados en una suerte de fraude. “En la provincia de Buenos Aires hubo un millón de votos en blanco y 10 mil urnas donde difieren las cifras. Las cifras difieren en dos o tres puntos. Está la sensación de que va a haber un resultado distinto del que hubo”, se esperanzó el candidato, aunque sus planteos no coinciden en nada con los datos oficiales: hubo 457 mil votos en blanco en la provincia, menos de la mitad de lo que asegura Duhalde. Denunció que “dos personas mayores” le contaron que fueron a votar y le dijeron que ya habían votado. “Es lo que dice la gente”, se atajó. “Es peligroso votar así en octubre porque no da ninguna garantía”, afirmó.

Duhalde no fue el único que salió con nuevos ímpetus. Su candidato a gobernador, Eduardo Amadeo, empezó su día en Twitter instando a “hablar con los argentinos que forman parte del otro 50 por ciento que no se rinde. Todos de Pie”. Y siguió con citas de Thomas Woodrow Wilson (“La historia de la libertad es la lucha por limitar el poder del gobierno”) y de José de San Martín: “Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”.

“Duhalde busca declaraciones que impacten en la opinión pública y titular en los diarios. Eso le va a permitir crecer unos centímetros en la exposición mediática, pero lo va a terminar derrumbando en el voto”, afirmó el kirchnerista Edgardo Depetri.

A las críticas de Duhalde se sumaron referentes de diversos sectores de la oposición. El primero en la fila fue el candidato a presidente de Compromiso Federal, Alberto Rodríguez Saá, quien aseguró que Duhalde quiere instalar “un discurso del miedo” y la idea de “yo soy el hombre fuerte y el conductor” que requiere la Argentina. “En las películas de cowboys se busca traer un matón para enfrentar a otro, y aquí muchas personalidades de las empresas y la política buscaron eso”, estimó Rodríguez Saá, quien dijo que “para nada” la situación es similar a la de 1998 y que, en definitiva, Duhalde “busca meter miedo”.

“La situación no es similar a la de 1998”, aseguró el radical Ricardo Gil Lavedra. “Las condiciones macroeconómicas son diferentes. No quisiera de ninguna manera que entremos en una crisis como la que tuvimos hace diez años”, afirmó el dirigente que acompaña a Ricardo Alfonsín. En tanto, desde la Coalición Cívica, Adrián Pérez y Juan Carlos Morán rechazaron los pronósticos de Duhalde. “No está bien que un candidato esté agitando fantasmas de la crisis del pasado, la situación económica de hoy es distinta”, remarcó el candidato a vicepresidente de Elisa Carrió. “Es un dato objetivo el crecimiento económico”, estimó el candidato a gobernador de la CC.

“Me parece que Duhalde está afectado por la inanición electoral. Tiene una crisis de inanición electoral”, se sumó el dirigente del Frente Amplio Progresista (FAP) Eduardo Macaluse, quien estimó que “las fuerzas que expresan el pasado en franca declinación, que son Duhalde y Alfonsín”. “No me sorprende lo que dijo Duhalde. Puede decir cualquier cosa que sirva para su objetivo. Cualquier planteo que implique poner a la sociedad Argentina a discutir con su pasado es ayudar a la consolidación del Gobierno. Duhalde es lo más funcional al kirchnerismo. Mientras la oposición sean Duhalde y Alfonsín, hay kirchnerismo para rato”, afirmó Claudio Lozano, candidato a diputado del FAP. “Nadie en la Argentina va a comprar recetas del pasado para resolver los problemas que tiene este presente”, advirtió a Página/12.

Incluso los espacios que tienen una relación más cercana a Duhalde tuvieron dificultades para defender sus palabras. “No sé si es para comparar el presente con el 2001, parece mucho. Pero es cierto que si se hace todo mal, como lo está haciendo el Gobierno, no puede salir todo bien”, opinó el candidato a diputado del PRO Federico Pinedo, quien afirmó que el kirchnerismo “va a generar una situación complicada, que puede llegar a poner en peligro la economía”. El jefe de bancada del macrismo hizo honor así al corte que hubo de su boleta con la de Duhalde.

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