Sociedad
Los mejores chimentos políticos y de sociedad
El ministro bon vivant. Argentinos en Miami. El blanco se viene en las campañas.
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Por Patricio Navarra y Alfredo Ves Losada. | 01.08.2011 | 05:14
Carlos Tomada tendría piso para un retiro de bon vivant en París. Aunque los asuntos domésticos y la recta final hacia el ballotage porteño dominaron el cierre de la semana, el Espía detectó importantes movimientos sociales, políticos y empresariales de argentinos en el exterior. Uno de los casos más interesantes, sin dudas, es el de Carlos Tomada. Como gran amante del tango y polemista sobre el lugar de nacimiento de Carlos Gardel, a Tomada le encanta Francia y bucear en los orígenes del cantante, y hace poco más de un mes habría comprado un departamento en París, adonde piensa retirarse cuando termine su carrera política. El compañero de fórmula de Filmus es un buen gourmet, y jamás fuma un Cohiba si no tiene un buen coñac al lado, y es reconocido como un bon vivant. Todas características propias de una ciudad como la que eligió para su descanso.
Argentinos en Miami. No menos interesante que las novedades llegadas del verano europeo fue el calor que congregó a otros argentinos en Miami. Tanto le gusta el lugar a Sergio Massa, que para no extrañarlo ha poblado Tigre con cámaras y palmeras. Con su familia, viajó a Miami y Orlando, pero no logró sustraerse de la política. Alojado en el edificio Harbour House, versión pobre del lujoso One Bal Harbour, disfrutó café y playa con Daniel Hadad y Celso Jaque. Desde lejos los miraba de reojo el banquero Jorge Britos, también alojado en el complejo –versión lujo–, cuya familia no escatimó en gastos en los shoppings. Quien también disfruta pisar esas arenas es el primo más famoso de la política nacional, quien, por unos US$ 400 mil, compró lindo departamento con vista a la bahía de Key Biscayne. Eso sí, en la administración del edificio declaró como domicilio el que tiene sobre la calle Uruguay, en la localidad de Victoria, pese a que es candidato en otro partido. Al parecer, el hombre ofreció a varios amigos las comodidades del inmueble, pero no a su primo, quizá para evitar a parientes que piden prestado el lugar y después lo dejan hecho un desastre.
Argentinos en Miami II. Otros famosos argentinos coparon Miami durante las vacaciones de invierno. Además de los políticos, Francella, Tinelli, Marcela Tinayre y Jorge Rial pasaron por el restaurante Ragazzi, propiedad de Ricardo Montaner. Ese restó supo ser del ex marido de Panam. Hoy, más amplio, se llena todos los días cuando llega el malón argentino. Un locuaz Rial le contó allí a Francella que estuvo con gripe los primeros días de vacaciones, y su intención de abandonar la zona de Sunny Isles, donde posee una imponente propiedad con vista al mar, para mudarse a la zona de Bal Harbour, donde en breve estrenará casa Susana.
El rincón del jubilado. La reforma de la Constitución del ’94 estableció que los jueces deben jubilarse a los 75 años. Cuando Carlos Fayt llegó a esa edad, inició un amparo diciendo que él mismo había adquirido el cargo antes de la reforma. Es decir, pidió que se declarara inconstitucional la Constitución. En primera instancia, la jueza Carrión de Lorenzo le dio la razón. Luego la Cámara revocó, pero en la Corte Fayt obtuvo una sentencia que le permitió seguir en el cargo. De los nueve miembros del máximo tribunal, siete votaron a favor en esa oportunidad. De los otros dos, uno solo se excusó por entender que no podía juzgarse un tema que trataba de una cuestión que afectaba a todos los supremos. El juez que votó en contra fue Enrique Petracchi. Años después, los empleados de mesa de entradas de la cámara contenciosa acaban de tipear con esmero la carátula de un nuevo juicio. La semana pasada, Petracchi inició una demanda contra el Estado: quiere lo mismo que Fayt, quedarse más allá de los 75. En las gateras jurídicas de la calle Talcahuano, varios leguleyos esperan la sentencia y dicen que declarar inconstitucional la Constitución abriría muchas puertas.
Cumpleaños Pro. El clima triunfalista que reina en el PRO permitió un alto en las recorridas por la Ciudad de varios alfiles. Precisamente de los que le organizaron el festejo de su cumpleaños 45 a su jefe de bloque, Cristian Ritondo. Hubo juerga en el restaurante Dora, en Retiro, donde, de alguna manera se imitó el modelo K. El lema fue “pescado y mariscos para todos”, con el detalle de que la tenida incluyó vino y champán. Por el lugar, desfilaron Oscar Moscariello, Carmen Polledo, Carolina Stanley, Martín Ocampo, Diana Martínez Barrios y Patricio Di Stéfano, entre otros, que en soledad o en grupos afrontaron suficientes gastos para llenar de regalos al homenajeado.
La crisis del campo. El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, no atraviesa días fáciles. Por el magro resultado que obtuvo el FpV en Santa Fe, tuvo que salir urgente a operar para mejorar las relaciones con el campo. Pero en pleno trabajo le estalló un problema en el patio trasero de su cartera. Es que en el INTA los trabajadores se están pintando la cara para la guerra, pues el ministro pospone acuerdos desde hace dos años que incluyen una batería de reclamos, como la incorporación de mil contratados y la regularización de 2.600 empleados en planta transitoria. La ira de los trabajadores explotó cuando, después de ningunearlos, el propio ministro los “invitó” a participar del lanzamiento de su corriente política y a trabajar en la difusión de su candidatura al Congreso.
“Trapos” caseros. El llamado de uno de sus hijos –que cruzó el charco para ver la final de la Copa América– lo alertó de que, si bien tenía una camiseta de su selección, necesitaba urgente una bandera. La mañana previa al cotejo en el Monumental, sin chofer, y haciendo peripecias para estacionar, el embajador de Uruguay, Guillermo Pomi Barriola, recorrió un par de casas de telas del barrio de Once y finalmente consiguió los metros que necesitaba para armar un trapo casero. Luego, por la tarde, jugó un partido a beneficio en las canchitas de Ocampo, en Barrio Parque, y su equipo mordió el polvo de la derrota por 3 a 0 con el de Diego Maradona. Repuesto de ese traspié, a medianoche y junto a su hijo, pusieron manos a la obra: se encargaron de embanderar los balcones de la residencia de la avenida Figueroa Alcorta. El diplomático no tuvo en cuenta un detalle: el domingo, a partir de las 7 de la mañana, auto que pasaba, auto que tocaba bocina. A eso se sumaron compatriotas que pedían verlo para saber si tenía entradas para la final; uno de ellos incluso le dijo a la custodia de la residencia que pagaba hasta US$ 400 por un ticket. Ya en el estadio de River Plate, Pomi se ubicó en el palco, donde compartió espacio con Julio Grondona y Joseph Blatter, y con el vicepresidente de Paraguay, Federico Franco. Pero después del primer gol de Uruguay se movió al palco donde estaba su familia porque en el oficial no podía festejar de manera alevosa. Pomi Barriola tuvo un fin de semana inolvidable: almorzó con los jugadores de la Celeste, se llevó una camiseta firmada por todos, jugó con Maradona y su país ganó la Copa América.
Con el agua al cuello. A Héctor Cappaccioli lo tapó el agua. No es metáfora ni tiene que ver con su delicada situación judicial en la causa por los medicamentos truchos: al ex superintendente de Servicios de Salud se le inundó su domicilio. Y no fue por culpa del fugaz temporal que azotó la Ciudad, sino que se le reventó un caño y el caudal acuático le levantó el parqué del piso.
Europa apuesta fuerte. A la manera de las viejas épocas en Punta del Este y su casino de San Rafael, los casinos de Marbella y Torrequebrada reúnen al jet set de la Costa del Sol. Curiosamente, este último es manejado hace unas décadas por un argentino, Julio Paz, y su RR.PP. era novio de Isabel Pantoja. En una de estas casas de juego se recordaba a un ex presidente argentino, que apostaba fuerte y su mujer era fanática de las “tragaperras”. Mucho golf y fiestas benéficas en este paraíso ibérico, donde no pareciera verse la crisis europea: pese a los cuatro millones de “parados”, un desayuno buffet se cotiza en 230 pesos argentinos y comer cuesta un promedio de $ 300 por persona.
Almuerzo en el palacio. Juan Archibaldo Lanús reinició sus almuerzos en el Palacio Estrugamou, luego de su viaje anual a París. Tertulia de pocos comensales, a quienes luego de la copa de licor de bienvenida, la mesa enfrentó de a pares. Mientras se servía el primer plato, el ex embajador argentino en Francia relató el anfitrión que luego de meditarlo y a instancias de la sana crítica de su amiga Blanca Isabel Alvarez de Toledo, tituló su próximo libro Argentina una historia inconclusa, luces y sombras de una aventura. Este ensayo se refiere al desarrollo de la historia nacional alrededor de la idea de que el país no ha logrado instaurar un orden político para gestionar su vida colectiva, y de que todo es provisorio, porque los gobiernos dominan al Estado y la política tiene por objeto dominar al otro y deslegitimar sus pretensiones. Con el plato principal –pescado al vapor–, el ex vocero menemista Humberto Toledo introdujo el tema de la coyuntura política, y se concluyó que las elecciones porteñas y santafesinas, a pesar de ser locales, generaron una suerte de aire nuevo en la oposición. Entre postres, se habló detenidamente de los hombres del peronismo que piden pista: Scioli, Urtubey, Massa y Capitanich, quienes, se coincidió plenamente, van a estar en la pelea grande en el año 2015.
Menú radical. Sospechosa resultaba tanta ansiedad por escuchar a Manuel Garrido. Claro, retrasado el ex fiscal y candidato a diputado –había ido a buscar a su mujer a Ezeiza–, nadie podía probar bocado en el clásico almuerzo radical en el centro Lalín y la espera se hacía imposible. Pagó cara su demora Garrido, quien al llegar tuvo que tomar el micrófono y ver, pero no tocar, la tortilla española ni el jamón serrano que la concurrencia borró de las mesas en tiempo récord. Garrido entró con los tapones de punta. “La Oficina Anticorrupción protege el pedido de la declaración jurada de la Presidenta para no quitarle votos”, exclamó sin golpear la mesa para marcar presencia como Fernando de la Rúa. Otro de los invitados a disertar fue Hernán Rossi, también candidato a diputado, que expuso todo su optimismo para ganarse el aplauso de los tertulianos: “El 14 de agosto vamos a terminar con dos grandes mitos del kirchnerismo: que Cristina venía a representar una etapa nueva, en la que se iban a fortalecer las instituciones; y que la juventud volvió a militar con este gobierno”. En el lugar se notó una importante presencia de jóvenes que se sumaron a los longevos habitués.
‘Mano dura’. El ex fiscal y candidato a diputado nacional Pablo Lanusse es un hombre de mano dura. Y no porque profese esos ideales, de hecho en las últimas horas salió a criticar enérgicamente la violenta represión en la provincia de Jujuy. El tema es que, por causas que prefiere mantener bajo secreto de sumario, a Lanusse, que ha investigado la llamada “mafia del oro”, le han tenido que colocar nada menos que siete clavos en una de sus manos. Y desde hace tres semanas, su brazo está adornado por un yeso que, espera, le puedan eliminar en breve.
Camino difícil. Lilita Carrió fue probablemente la figura de la oposición que más denuncias realizó en los últimos días por la falta de combustible que el Gobierno nacional ha señalado como un invento de los medios. Pero no fue la única referente de la Coalición Cívica que tuvo problemas para desplazarse en sus recorridas de campaña. Su candidato a vicepresidente, Adrián Pérez, padeció al mismo tiempo la sequía en los surtidores y las cenizas. El diputado visitó la localidad tucumana de Aguilares y al finalizar su mini tour, debía llegar al aeropuerto para viajar hacia Buenos Aires. Contrarreloj, consiguió algunos litros de nafta como para llegar a tiempo al check-in. Pero luego de tanto sufrimiento, supo que el vuelo finalmente se había cancelado por culpa del volcán Puyeuhen. El resultado: 14 horas de micro desde San Miguel de Tucumán hasta la terminal de Retiro. “A vos te conozco de la tele”, le dijo su vecino de asiento, decidido a entablar un copioso diálogo para hacer llevadero el periplo hasta la Capital.
Alimento balanceado. Parece que la principal preocupación de Martín Redrado tras su separación de Ivana Pagés es el tema culinario. Sin compañera que le cocine en casa, el ex ministro de Economía se anota en cuanta comilona le ofrezcan. A cambio de alguna reflexión, Redrado se las arregla para picar algo en las clásicas tertulias proselitistas. Días atrás recaló en la Asociación Dirigentes de Empresas para almorzar con la clásica concurrencia del lugar. Luego de entrarle con ganas al carré de cerdo con puré de papas, el candidato a diputado nacional por Unión Popular analizó la economía actual y describió un escenario político poco fértil para el kirchnerismo. Pasado el apple crumble con helado de vainilla, llegó el momento del cierre en el que, para alegría de los comensales, Redrado pronunció: “Duhalde es el único que puede ganarle a Cristina y es el único que sabe cómo gobernar el país”.
Argentinos en Miami. No menos interesante que las novedades llegadas del verano europeo fue el calor que congregó a otros argentinos en Miami. Tanto le gusta el lugar a Sergio Massa, que para no extrañarlo ha poblado Tigre con cámaras y palmeras. Con su familia, viajó a Miami y Orlando, pero no logró sustraerse de la política. Alojado en el edificio Harbour House, versión pobre del lujoso One Bal Harbour, disfrutó café y playa con Daniel Hadad y Celso Jaque. Desde lejos los miraba de reojo el banquero Jorge Britos, también alojado en el complejo –versión lujo–, cuya familia no escatimó en gastos en los shoppings. Quien también disfruta pisar esas arenas es el primo más famoso de la política nacional, quien, por unos US$ 400 mil, compró lindo departamento con vista a la bahía de Key Biscayne. Eso sí, en la administración del edificio declaró como domicilio el que tiene sobre la calle Uruguay, en la localidad de Victoria, pese a que es candidato en otro partido. Al parecer, el hombre ofreció a varios amigos las comodidades del inmueble, pero no a su primo, quizá para evitar a parientes que piden prestado el lugar y después lo dejan hecho un desastre.
Argentinos en Miami II. Otros famosos argentinos coparon Miami durante las vacaciones de invierno. Además de los políticos, Francella, Tinelli, Marcela Tinayre y Jorge Rial pasaron por el restaurante Ragazzi, propiedad de Ricardo Montaner. Ese restó supo ser del ex marido de Panam. Hoy, más amplio, se llena todos los días cuando llega el malón argentino. Un locuaz Rial le contó allí a Francella que estuvo con gripe los primeros días de vacaciones, y su intención de abandonar la zona de Sunny Isles, donde posee una imponente propiedad con vista al mar, para mudarse a la zona de Bal Harbour, donde en breve estrenará casa Susana.
El rincón del jubilado. La reforma de la Constitución del ’94 estableció que los jueces deben jubilarse a los 75 años. Cuando Carlos Fayt llegó a esa edad, inició un amparo diciendo que él mismo había adquirido el cargo antes de la reforma. Es decir, pidió que se declarara inconstitucional la Constitución. En primera instancia, la jueza Carrión de Lorenzo le dio la razón. Luego la Cámara revocó, pero en la Corte Fayt obtuvo una sentencia que le permitió seguir en el cargo. De los nueve miembros del máximo tribunal, siete votaron a favor en esa oportunidad. De los otros dos, uno solo se excusó por entender que no podía juzgarse un tema que trataba de una cuestión que afectaba a todos los supremos. El juez que votó en contra fue Enrique Petracchi. Años después, los empleados de mesa de entradas de la cámara contenciosa acaban de tipear con esmero la carátula de un nuevo juicio. La semana pasada, Petracchi inició una demanda contra el Estado: quiere lo mismo que Fayt, quedarse más allá de los 75. En las gateras jurídicas de la calle Talcahuano, varios leguleyos esperan la sentencia y dicen que declarar inconstitucional la Constitución abriría muchas puertas.
Cumpleaños Pro. El clima triunfalista que reina en el PRO permitió un alto en las recorridas por la Ciudad de varios alfiles. Precisamente de los que le organizaron el festejo de su cumpleaños 45 a su jefe de bloque, Cristian Ritondo. Hubo juerga en el restaurante Dora, en Retiro, donde, de alguna manera se imitó el modelo K. El lema fue “pescado y mariscos para todos”, con el detalle de que la tenida incluyó vino y champán. Por el lugar, desfilaron Oscar Moscariello, Carmen Polledo, Carolina Stanley, Martín Ocampo, Diana Martínez Barrios y Patricio Di Stéfano, entre otros, que en soledad o en grupos afrontaron suficientes gastos para llenar de regalos al homenajeado.
La crisis del campo. El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, no atraviesa días fáciles. Por el magro resultado que obtuvo el FpV en Santa Fe, tuvo que salir urgente a operar para mejorar las relaciones con el campo. Pero en pleno trabajo le estalló un problema en el patio trasero de su cartera. Es que en el INTA los trabajadores se están pintando la cara para la guerra, pues el ministro pospone acuerdos desde hace dos años que incluyen una batería de reclamos, como la incorporación de mil contratados y la regularización de 2.600 empleados en planta transitoria. La ira de los trabajadores explotó cuando, después de ningunearlos, el propio ministro los “invitó” a participar del lanzamiento de su corriente política y a trabajar en la difusión de su candidatura al Congreso.
“Trapos” caseros. El llamado de uno de sus hijos –que cruzó el charco para ver la final de la Copa América– lo alertó de que, si bien tenía una camiseta de su selección, necesitaba urgente una bandera. La mañana previa al cotejo en el Monumental, sin chofer, y haciendo peripecias para estacionar, el embajador de Uruguay, Guillermo Pomi Barriola, recorrió un par de casas de telas del barrio de Once y finalmente consiguió los metros que necesitaba para armar un trapo casero. Luego, por la tarde, jugó un partido a beneficio en las canchitas de Ocampo, en Barrio Parque, y su equipo mordió el polvo de la derrota por 3 a 0 con el de Diego Maradona. Repuesto de ese traspié, a medianoche y junto a su hijo, pusieron manos a la obra: se encargaron de embanderar los balcones de la residencia de la avenida Figueroa Alcorta. El diplomático no tuvo en cuenta un detalle: el domingo, a partir de las 7 de la mañana, auto que pasaba, auto que tocaba bocina. A eso se sumaron compatriotas que pedían verlo para saber si tenía entradas para la final; uno de ellos incluso le dijo a la custodia de la residencia que pagaba hasta US$ 400 por un ticket. Ya en el estadio de River Plate, Pomi se ubicó en el palco, donde compartió espacio con Julio Grondona y Joseph Blatter, y con el vicepresidente de Paraguay, Federico Franco. Pero después del primer gol de Uruguay se movió al palco donde estaba su familia porque en el oficial no podía festejar de manera alevosa. Pomi Barriola tuvo un fin de semana inolvidable: almorzó con los jugadores de la Celeste, se llevó una camiseta firmada por todos, jugó con Maradona y su país ganó la Copa América.
Con el agua al cuello. A Héctor Cappaccioli lo tapó el agua. No es metáfora ni tiene que ver con su delicada situación judicial en la causa por los medicamentos truchos: al ex superintendente de Servicios de Salud se le inundó su domicilio. Y no fue por culpa del fugaz temporal que azotó la Ciudad, sino que se le reventó un caño y el caudal acuático le levantó el parqué del piso.
Europa apuesta fuerte. A la manera de las viejas épocas en Punta del Este y su casino de San Rafael, los casinos de Marbella y Torrequebrada reúnen al jet set de la Costa del Sol. Curiosamente, este último es manejado hace unas décadas por un argentino, Julio Paz, y su RR.PP. era novio de Isabel Pantoja. En una de estas casas de juego se recordaba a un ex presidente argentino, que apostaba fuerte y su mujer era fanática de las “tragaperras”. Mucho golf y fiestas benéficas en este paraíso ibérico, donde no pareciera verse la crisis europea: pese a los cuatro millones de “parados”, un desayuno buffet se cotiza en 230 pesos argentinos y comer cuesta un promedio de $ 300 por persona.
Almuerzo en el palacio. Juan Archibaldo Lanús reinició sus almuerzos en el Palacio Estrugamou, luego de su viaje anual a París. Tertulia de pocos comensales, a quienes luego de la copa de licor de bienvenida, la mesa enfrentó de a pares. Mientras se servía el primer plato, el ex embajador argentino en Francia relató el anfitrión que luego de meditarlo y a instancias de la sana crítica de su amiga Blanca Isabel Alvarez de Toledo, tituló su próximo libro Argentina una historia inconclusa, luces y sombras de una aventura. Este ensayo se refiere al desarrollo de la historia nacional alrededor de la idea de que el país no ha logrado instaurar un orden político para gestionar su vida colectiva, y de que todo es provisorio, porque los gobiernos dominan al Estado y la política tiene por objeto dominar al otro y deslegitimar sus pretensiones. Con el plato principal –pescado al vapor–, el ex vocero menemista Humberto Toledo introdujo el tema de la coyuntura política, y se concluyó que las elecciones porteñas y santafesinas, a pesar de ser locales, generaron una suerte de aire nuevo en la oposición. Entre postres, se habló detenidamente de los hombres del peronismo que piden pista: Scioli, Urtubey, Massa y Capitanich, quienes, se coincidió plenamente, van a estar en la pelea grande en el año 2015.
Menú radical. Sospechosa resultaba tanta ansiedad por escuchar a Manuel Garrido. Claro, retrasado el ex fiscal y candidato a diputado –había ido a buscar a su mujer a Ezeiza–, nadie podía probar bocado en el clásico almuerzo radical en el centro Lalín y la espera se hacía imposible. Pagó cara su demora Garrido, quien al llegar tuvo que tomar el micrófono y ver, pero no tocar, la tortilla española ni el jamón serrano que la concurrencia borró de las mesas en tiempo récord. Garrido entró con los tapones de punta. “La Oficina Anticorrupción protege el pedido de la declaración jurada de la Presidenta para no quitarle votos”, exclamó sin golpear la mesa para marcar presencia como Fernando de la Rúa. Otro de los invitados a disertar fue Hernán Rossi, también candidato a diputado, que expuso todo su optimismo para ganarse el aplauso de los tertulianos: “El 14 de agosto vamos a terminar con dos grandes mitos del kirchnerismo: que Cristina venía a representar una etapa nueva, en la que se iban a fortalecer las instituciones; y que la juventud volvió a militar con este gobierno”. En el lugar se notó una importante presencia de jóvenes que se sumaron a los longevos habitués.
‘Mano dura’. El ex fiscal y candidato a diputado nacional Pablo Lanusse es un hombre de mano dura. Y no porque profese esos ideales, de hecho en las últimas horas salió a criticar enérgicamente la violenta represión en la provincia de Jujuy. El tema es que, por causas que prefiere mantener bajo secreto de sumario, a Lanusse, que ha investigado la llamada “mafia del oro”, le han tenido que colocar nada menos que siete clavos en una de sus manos. Y desde hace tres semanas, su brazo está adornado por un yeso que, espera, le puedan eliminar en breve.
Camino difícil. Lilita Carrió fue probablemente la figura de la oposición que más denuncias realizó en los últimos días por la falta de combustible que el Gobierno nacional ha señalado como un invento de los medios. Pero no fue la única referente de la Coalición Cívica que tuvo problemas para desplazarse en sus recorridas de campaña. Su candidato a vicepresidente, Adrián Pérez, padeció al mismo tiempo la sequía en los surtidores y las cenizas. El diputado visitó la localidad tucumana de Aguilares y al finalizar su mini tour, debía llegar al aeropuerto para viajar hacia Buenos Aires. Contrarreloj, consiguió algunos litros de nafta como para llegar a tiempo al check-in. Pero luego de tanto sufrimiento, supo que el vuelo finalmente se había cancelado por culpa del volcán Puyeuhen. El resultado: 14 horas de micro desde San Miguel de Tucumán hasta la terminal de Retiro. “A vos te conozco de la tele”, le dijo su vecino de asiento, decidido a entablar un copioso diálogo para hacer llevadero el periplo hasta la Capital.
Alimento balanceado. Parece que la principal preocupación de Martín Redrado tras su separación de Ivana Pagés es el tema culinario. Sin compañera que le cocine en casa, el ex ministro de Economía se anota en cuanta comilona le ofrezcan. A cambio de alguna reflexión, Redrado se las arregla para picar algo en las clásicas tertulias proselitistas. Días atrás recaló en la Asociación Dirigentes de Empresas para almorzar con la clásica concurrencia del lugar. Luego de entrarle con ganas al carré de cerdo con puré de papas, el candidato a diputado nacional por Unión Popular analizó la economía actual y describió un escenario político poco fértil para el kirchnerismo. Pasado el apple crumble con helado de vainilla, llegó el momento del cierre en el que, para alegría de los comensales, Redrado pronunció: “Duhalde es el único que puede ganarle a Cristina y es el único que sabe cómo gobernar el país”.
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