sábado, 19 de noviembre de 2011

esclavitud del alma...

Una de las actividades de mayor expansión en la última década ha sido la desarrollada en los call centers. Con mayoría de trabajadores jóvenes, escaso desarrollo sindical y legislación protectiva casi ausente, resulta muy importante esta información.
La Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados que preside Héctor Recalde buscará este miércoles emitir dictamen del proyecto que regula la actividad de los teleoperadores o trabajadores de los centros de atención de llamadas (call centers).
La iniciativa ya tiene aprobación del Senado y será abordada este miércoles a partir de las 10, en lo que será una continuidad del encuentro ya mantenido a principios de octubre.
El texto proveniente del Senado plantea un Estatuto para los trabajadores de los centros de atención de llamadas o call centers, al margen del servicio que se ofrezca como soporte técnico, comercio y atención al cliente.
En caso de aprobarse el proyecto, los trabajadores del sector tendrán una jornada de trabajo de cinco días por semana-diaria, que no podrá exceder las seis horas, mientras que la nocturna no podrá pasar las cinco y media, entendiéndose por tal la que se cumpla entre las 21 y las 6 del día siguiente.
Se plantea un descanso diario de 15 minutos cada dos horas efectivamente trabajadas, y se permitirá una pausa entre llamadas que deberá ser, como mínimo, de 15 segundos para permitir el descanso del teleoperador.

presiones sobre el dólar y la pandilla devaluadora...


Hay una meta y ningún camino, aquello
que llamamos camino es tan solo,
duda.
F.Kafka.
La cita que da inicio al post muestra porqué el peronismo - movimiento kafkiano si los hay -nunca tuvo programa en el sentido de lo que programa es para la izquierda y derecha demoliberal de un camino a seguir, prolijamente narrado . El kirchnerismo peronista entonces, sólo tiene una meta , el resto son incertidumbres en su devenir, que resuelve como puede, según la ocasión.
Es torcer aquella meta -encabalgada en la historia del populismo -, de justicia social, soberanía política y libertad económica el objetivo de los grupos de poder y sus representantes de todo tipo que se manifiestan una y otra vez con variada intensidad desde los orígenes de la fase kirchnerista en mayo del año 2003.
En efecto, el inicio del período de gobierno de Néstor Kirchner en el lapso comprendido entre los años 2003 y 2007 tuvo sus dispositivos de presión corporativa inicial en la editorial publicada en La Nación por Claudio Escribano augurando un año de duración al gobierno seguida por el corcoveo de la vieja Corte Suprema cuyo portavoz era el Juez Nazareno.
En el período 2007/ 2011 ya bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, comenzaron las presiones con las agigantadas denuncias sobre la valija de Antonini Wilson, para continuar sin solución de continuidad con el emplazamiento de piquetes armados en medio de las rutas que decían defender al “campo”, esto es , básicamente la renta extraordinaria del sector agropecuario.
Tras el aluvión de votos del 23 de octubre, el estabishment financiero local dio por abierto el período de gobierno 2011/2015 y comenzó su presión por torcer el rumbo económico modificando el precio del dólar.
El desfile por cables, radios, diarios, de economistas, consultores y analistas propiciando la devaluación del peso fue tan agotador como estéril.
En la misma conferencia anual de FIEL se advirtió en tono cordial pero muy amenazante que de no devaluar, al gobierno le esperaba “un schock de realidad”, desafortunada metáfora que rememora épocas nefastas de políticas de shock económicos neoliberales.
En simultáneo economistas de gran presitigio profesional como Orlando Ferreres, casi desconocido, advertía en El Juego Limpio conducido por el doctor Nelson Castro que si no se devaluaba, estaríamos dirigiéndonos a un escenario similar al del año 2001 en estas atribuladas pampas o, ya con más onda mediterránea, un panorama gemelo al de la Grecia actual. Mamita querida!
En esta perspectiva de defensa brutal de intereses corporativos se inscribe la presión sobre el tipo de cambio que se registró en las últimas semanas y que concluyó con una derrota en toda la línea de los lobbystas pro devaluación, que en el país hay muchos desde hace largo tiempo y tuvieron su suceso en el año 2001 cuando tras salir del 1 a 1 con una mega devalueta, dejaron bajo la línea de la pobreza al 54% de los argentinos y al 65% de los menores de 15 años mientras el 27,8 % de los argentinos era indigente y merodeaba el hambre. Una monada de las ciencias económicas que le gusta a la gente!
Pero pasaron diez años de aquella gesta y para legitimar la devaluación actual se argumento sí que disparatadamente, que los mismos que votaron a Cristina el 23 de octubre, salían espantados a comprar dólares.
Desconocían los lobbystas que la presión cambiaria no tiene nada que ver con la gente que votó al FPV, once millones ochocientos mil argentinos y argentinas, en especial los más humildes, mientras el movimiento de dólares en el país está motorizado por apenas quinientos mil grandes compradores que más que a Cristina- Boudou, probablemente hayan votado la fórmula" luchadora, socialista y trabajadora" Altamira-Castillo para que, al fin, hubiera diputados de izquierda opositora en el congreso, lejos del stalinismo oportunista que se apresta a largar el GPS sobre el viejo unicornio en Ferro.
Nobleza obliga, igual se agotaron las entradas, yo mismo voy, saqué platea baja y quedaba una sola , me tocó justo atrás de Vladimir Illich Ulianov III, bisnieto de Lenin que vive en Once desde el año 2003 , cuando se radicó en el país atraído por la recuperación económica del modelo productivo , con matriz diversificada y tipo de cambio competitivo que tenemos, mientras "la distribución del ingreso en la madre Rusia sigue para triqui", me aclara Illich, ya muy porteñizado y afiliado al EDE.
Retomando la catilinaria sobre la pandilla devaluadora, obviamente no es necesario aclarar que resulta legítimo defender intereses sectoriales, pero no es legítimo pretender gobernar, decidiendo por caso el curso de la economía nacional, en un punto neurálgico como lo es el tipo de cambio, más en un país exportador de commodities.
Tras la disputa inicial quedo claro nuevamente que quién decide la política económica es la Presidenta y no los grupos de presión, una condición necesaria de funcionamiento que está en la génesis del proyecto kirchnerista y que el gobierno nacional no va a alterar, más allá de las correcciones técnicas que eventualmente pudieran existir sobre el tipo de cambio y cualquier otra variable económica

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